13 may 2015

FIN DEL ESTADO PROTECTOR

Francia dinamita la semana laboral de 35 horas, conquista histórica de los trabajadores

13 mayo, 2015,




El Senado francés aprobó este martes un polémico proyecto económico impulsado por el gobierno y criticado por varios sectores de la sociedad, en una votación acompañada por una concentración de rechazo en París.

La ampliación de 5 a 12 del número de domingos laborales al año en el país para favorecer a los grandes centros comerciales y otros establecimientos, constituye uno de sus aspectos más cuestionados, ya que supondría poner fin a una conquista histórica de los trabajadores: la semana laboral de 35 horas.

El texto fue adoptado por 185 votos a favor, 44 en contra y la abstención de gran parte de los socialistas.

Simultáneamente, al llamado de organizaciones sindicales, decenas de personas se concentraron frente a la sede del Senado para expresar el rechazo al proyecto, al tiempo que demandaron aumentos salariales.

Arduos debates y ánimos políticos exaltados caracterizaron el paso por la Asamblea Nacional de la denominada Ley sobre la Actividad y el Crecimiento en febrero pasado.

En aquel momento, el primer ministro, Manuel Valls, decidió acogerse al artículo 49.3 de la Constitución ante la dificultad para alcanzar una mayoría de votos, cuando todo apuntaba a que, incluso diputados por el gubernamental Partido Socialista (PS), se opondrían.

El mismo le da la facultad de aprobar un texto de ley sin necesidad de tener la anuencia de la Asamblea. En este caso se trató de la mencionada iniciativa, conocida informalmente como proyecto de ley Macron, en referencia al nombre del ministro de Economía, Emmanuel Macron.

Las críticas se dispararon tras el anuncio. La conservadora Unión Movimiento Popular, de Nicolás Sarkozy, presentó una moción de censura que fue votada el 19 de febrero.

La moción obtuvo 234 votos, por debajo de los 289 (la mayoría absoluta) que, de haberse logrado, hubiera provocado la dimisión del gobierno. La decisión significó la adopción en primera lectura del proyecto.

La última vez que un Gobierno galo recurrió a ese recurso constitucional fue en 2006, cuando el entonces primer ministro Dominique de Villepin lo usó para sacar adelante su proyecto de ley de igualdad de oportunidades y su polémico contrato laboral para los jóvenes.

El propio presidente François Hollande era uno de los críticos de ese atajo constitucional, cuando estaba al frente del PS.
Durante su examen por el Senado, iniciado el 7 de abril, el texto sufrió algunas modificaciones.

Tras la votación de este martes, será objeto el 3 de junio del examen de una comisión mixta formada por siete diputados y siete senadores encargados de encontrar una versión de consenso para ambas cámaras. En caso de no fructificar, la Asamblea se pronunciará, por ser la que tiene la última palabra en materia legislativa en este país.