LA NACION
Paz Rodríguez Niell
¿Qué había en ella? La primera en hablar de la caja en el expediente fue la propia Garfunkel. Después de que la Justicia había revisado otra compartida por madre e hijo en el Banco Ciudad (ya vacía cuando fue el allanamiento), ella declaró que tenían juntos dos más, una en el Banco Patagonia y la de Hausler. Dijo que sólo tenían unos pesos.
La fiscalía envió entonces una cédula a la firma Hausler preguntándole por los movimientos en esa caja. La contestación llegó el 6 de mayo. La empresa informó que Nisman y Garfunkel la habían abierto el 15 de octubre pasado y que registraban siete entradas: el 15 y el 17 de octubre, de Nisman solo; el 20 de octubre y el 21 de noviembre, de Nisman y su madre, y las de febrero de Garfunkel.
En el caso de la caja del Banco Ciudad, el movimiento fue similar. De acuerdo con los registros, quien solía ir era Nisman. Sara Garfunkel había ingresado por última vez hacía seis años y volvió el 30 de enero pasado. La Justicia la allanó en febrero y la encontró vacía (con sólo un papelito que decía "7000"). Cuando le preguntaron a Garfunkel qué había antes, ella dijo que el título de abogado de su hijo, el título de propiedad de su casa y un acta de levantamiento de una hipoteca.
Nisman estaba separado de la jueza Sandra Arroyo Salgado desde hacía más de tres años y, según las pruebas reunidas en la causa, al momento de su muerte parecía ser su madre la persona en la que más confiaba. Además de compartir el acceso a las cajas de seguridad, le había dado las claves para entrar en su departamento y en las cajas fuertes que había en él. Fue ella a quien llamaron los custodios cuando no podían dar con Nisman y la primera que lo vio muerto.
"Alberto está caído. Hay mucha sangre. No entiendo cómo se cayó y puede haber sangre. Voy a llamar a Swiss Medical", le dijo entonces a Marta Chagas, amiga de ella desde los 13 años. Habían llegado juntas a Le Parc, pero Chagas se quedó atrás cuando ingresaron en el departamento. "No entiendo nada. No entiendo nada", le decía Garfunkel según el testimonio de Chagas, que confirmó a la Justicia todo el relato de su amiga sobre aquel día.
Hoy, Garfunkel, Sandra Nisman (hermana del fiscal) y Diego Lagomarsino, el dueño del arma con la que apareció muerto, enfrentan una causa por presunto lavado de dinero. El caso comenzó cuando, a partir de una declaración testimonial de Arroyo, se supo que ellos tres eran cotitulares de una cuenta en el banco Merrill Lynch, en Estados Unidos, que los tres dijeron haber integrado a pedido de Nisman sin saber qué había en ella.
Después, en la computadora del fiscal, que está siendo peritada, aparecieron referencias a tres terrenos en un complejo de Punta del Este y dos departamentos con cocheras que se están construyendo en una torre en Palermo. Todo estaría a nombre de Garfunkel y los investigadores que impulsan la nueva causa sostienen que podrían haber sido adquiridos con fondos de origen ilegal vinculados a su hijo.
Paz Rodríguez Niell
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¿Qué había en ella? La primera en hablar de la caja en el expediente fue la propia Garfunkel. Después de que la Justicia había revisado otra compartida por madre e hijo en el Banco Ciudad (ya vacía cuando fue el allanamiento), ella declaró que tenían juntos dos más, una en el Banco Patagonia y la de Hausler. Dijo que sólo tenían unos pesos.
La fiscalía envió entonces una cédula a la firma Hausler preguntándole por los movimientos en esa caja. La contestación llegó el 6 de mayo. La empresa informó que Nisman y Garfunkel la habían abierto el 15 de octubre pasado y que registraban siete entradas: el 15 y el 17 de octubre, de Nisman solo; el 20 de octubre y el 21 de noviembre, de Nisman y su madre, y las de febrero de Garfunkel.
En el caso de la caja del Banco Ciudad, el movimiento fue similar. De acuerdo con los registros, quien solía ir era Nisman. Sara Garfunkel había ingresado por última vez hacía seis años y volvió el 30 de enero pasado. La Justicia la allanó en febrero y la encontró vacía (con sólo un papelito que decía "7000"). Cuando le preguntaron a Garfunkel qué había antes, ella dijo que el título de abogado de su hijo, el título de propiedad de su casa y un acta de levantamiento de una hipoteca.
Nisman estaba separado de la jueza Sandra Arroyo Salgado desde hacía más de tres años y, según las pruebas reunidas en la causa, al momento de su muerte parecía ser su madre la persona en la que más confiaba. Además de compartir el acceso a las cajas de seguridad, le había dado las claves para entrar en su departamento y en las cajas fuertes que había en él. Fue ella a quien llamaron los custodios cuando no podían dar con Nisman y la primera que lo vio muerto.
"Alberto está caído. Hay mucha sangre. No entiendo cómo se cayó y puede haber sangre. Voy a llamar a Swiss Medical", le dijo entonces a Marta Chagas, amiga de ella desde los 13 años. Habían llegado juntas a Le Parc, pero Chagas se quedó atrás cuando ingresaron en el departamento. "No entiendo nada. No entiendo nada", le decía Garfunkel según el testimonio de Chagas, que confirmó a la Justicia todo el relato de su amiga sobre aquel día.
Hoy, Garfunkel, Sandra Nisman (hermana del fiscal) y Diego Lagomarsino, el dueño del arma con la que apareció muerto, enfrentan una causa por presunto lavado de dinero. El caso comenzó cuando, a partir de una declaración testimonial de Arroyo, se supo que ellos tres eran cotitulares de una cuenta en el banco Merrill Lynch, en Estados Unidos, que los tres dijeron haber integrado a pedido de Nisman sin saber qué había en ella.
Después, en la computadora del fiscal, que está siendo peritada, aparecieron referencias a tres terrenos en un complejo de Punta del Este y dos departamentos con cocheras que se están construyendo en una torre en Palermo. Todo estaría a nombre de Garfunkel y los investigadores que impulsan la nueva causa sostienen que podrían haber sido adquiridos con fondos de origen ilegal vinculados a su hijo.