Consumo e inversión, hundidos. Las cifras oficiales revelan el impacto negativo sobre el consumo privado y la inversión, aunque las estimaciones oficiales indican que fue superior a la registrada por el Indec. Para peor, en un escenario recesivo suben las importaciones.
El consumo privado, principal componente de la demanda. La devaluación impactó en el poder adquisitivo. (Imagen: Jorge Larrosa)
La economía argentina se contrajo 2,3 por ciento en 2016. Los datos del PIB publicados ayer por el Indec confirman el impacto recesivo del programa económico desplegado por el gobierno el año pasado después de heredar un crecimiento de 2,3 por ciento en 2015. El retroceso en la capacidad de compra del salario y la destrucción de puestos de trabajo resultaron en una merma del 1,4 por ciento del consumo privado, el principal componente del producto. Sin demanda, no hubo lluvia, ni siquiera goteo amarrete y las inversiones cayeron 5,5 por ciento. La obra pública mostró un desempeño errático que arrojó una variación anual de 0,3 por ciento. La devaluación, el desmantelamiento de las regulaciones cambiarias, la quita de retenciones y la apertura comercial tampoco ofrecieron el impulso exportador liderado por la agroindustria y las economías regionales. Los resultados del “sinceramiento” no solo no fueron los prometidos sino que, en un escenario recesivo, las importaciones medidas en cantidades crecieron 5,4 por ciento mientras que las exportaciones mejoraron 3,7 por ciento.
El informe de las cuentas nacionales difundido ayer ofrece, a su vez, datos para el cuarto trimestre que acompañan el nuevo relato oficial: la caída se concentró en el primer semestre, se estabilizó en el tercer trimestre y comenzó a recuperarse hacia fin de año. Así, entre junio y septiembre el PIB mostró una variación desestacionalizada de 0,1 por ciento frente al trimestre anterior. Y, en la última etapa de 2016, el producto registró una mejora trimestral de 0,5 por ciento.
Con esas cifras, las afirmaciones de los funcionarios sentenciando el final de la recesión serían un tecnicismo válido. Sin embargo, no se vislumbran en el informe las fuentes de una reactivación. La evolución de los distintos componentes del PIB para el último trimestre del año pasado contrasta con el optimismo oficial. En sintonía con los datos sectoriales del Indec sobre la industria, la construcción, el comercio minorista, los niveles de utilización de la capacidad instalada los rubros más significativos no quebraron sus trayectorias negativas. Entre octubre y diciembre la inversión cayó 7,7 por ciento y el consumo privado declinó 2,1 por ciento, frente al mismo período del año anterior. En el tercer trimestre esas variaciones habían sido de 8,2 y 2,9 por ciento, respectivamente.
“La variación desestacionalizada para el tercer y cuarto trimestre son exiguas como para hablar de una recuperación. En todo caso, muestran un leve rebote estadístico lógico después de la caída observada en la primera parte del año, donde el consumo privado y la inversión mostraron caídas importantes. La caída del PIB es lógica dada la política económica que implementó el gobierno y las perspectivas para 2017 no son alentadoras. No vemos que haya una mejora del salario real que impulse el consumo, el contexto internacional no es favorable para el comercio exterior ni las inversiones. Y la obra pública empezó a dar señales de crecimiento pero no alcanza a mover el amperímetro”, sostuvo el director del Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET, Mariano de Miguel. De acuerdo a las estimaciones realizadas por la consultora Ecolatina, para crecer al 3,5 por ciento este año como propone el Presupuesto, el PIB debería aumentar en su medición desestacionalizada 1,5 por ciento cada trimestre. Cifra que para esos consultores “luce muy ambiciosa”.
Consumo e inversión. El consumo privado es el principal componente del PIB, y retrocedió 1,4 por ciento. El economista e investigador de la UNQ Germán Herrera señaló que la leve contracción informada por el Indec para la variable más relevante del producto contrasta con toda la información desagregada y sectorial publicada durante el año por el organismo estadístico, consultoras privadas, universidades, sindicatos y cámaras empresarias. Valgan dos ejemplos. Para la CAME el consumo se retrajo 7 por ciento. El indicador elaborado por el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala cerró 2016 con una caída del 3,3 por ciento anual y se ubicó en el nivel más bajo desde 2010.
“La caída de los ingresos reales, en particular del salario, impactó sobre el consumo, que es la principal palanca de la demanda agregada, y la inversión reaccionó en línea con esa dinámica. La inversión no es una variable autónoma. Puede verse influida por las mejoras en ‘el clima de negocios’ y la rentabilidad vía precios, pero depende del nivel de actividad que está determinado por el consumo”, expresó Mariano de Miguel, director del Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET. La caída en la formación bruta de capital fijo del 5,5 por ciento estuvo explicada por la contracción en la construcción (-12,8), los menores desembolsos del rubro donde se contabiliza al sector petrolero (-17,7) y la baja en las compras de maquinaria y equipo (-1,1). El derrumbe en la inversión a lo largo del año estuvo contenido por la importación de equipo de transporte importado (32,0).
Importaciones. Un elemento novedoso entre los datos publicados ayer es el comportamiento de las importaciones medido en cantidades. En un año donde el PBI cedió 2,3 por ciento, la compra de bienes y servicios al resto del mundo aumentó 5,4 por ciento. Fue la primera vez desde 1975 que durante una recesión aumentó la importación en términos reales. En los últimos 30 años, siempre según los datos oficiales, se registraron 12 caídas interanuales del producto y en ningún caso se observó un aumento en las importaciones.
En la serie histórica para el período 2004-2015, base revisada por las nuevas autoridades del Indec, cada vez que el producto cae un punto las importaciones sobrerreaccionan y retroceden entre 3 y 5 puntos. En 2014, cuando la economía se contrajo 2,5 por ciento las importaciones retrocedieron 11,5 por ciento. En 2012 la caída del producto llegó a 1,0 por ciento y las compras al exterior cedieron 4,7 por ciento. En 2009, la baja del PIB llegó a 5,9 por ciento y las importaciones cayeron 18,4 por ciento. De acuerdo a esa característica estructural de la economía argentina, las importaciones en 2016 deberían haber registrado una caída entre 6,9 y 11,5 por cuento.
DUJOVNE MENCIONÓ A CUATRO EMPRESAS QUE SUPUESTAMENTE INCORPORARON PERSONAL, PERO LOS DATOS LO DESMIENTEN
Por Tomás Lukin
El consumo privado, principal componente de la demanda. La devaluación impactó en el poder adquisitivo. (Imagen: Jorge Larrosa)
La economía argentina se contrajo 2,3 por ciento en 2016. Los datos del PIB publicados ayer por el Indec confirman el impacto recesivo del programa económico desplegado por el gobierno el año pasado después de heredar un crecimiento de 2,3 por ciento en 2015. El retroceso en la capacidad de compra del salario y la destrucción de puestos de trabajo resultaron en una merma del 1,4 por ciento del consumo privado, el principal componente del producto. Sin demanda, no hubo lluvia, ni siquiera goteo amarrete y las inversiones cayeron 5,5 por ciento. La obra pública mostró un desempeño errático que arrojó una variación anual de 0,3 por ciento. La devaluación, el desmantelamiento de las regulaciones cambiarias, la quita de retenciones y la apertura comercial tampoco ofrecieron el impulso exportador liderado por la agroindustria y las economías regionales. Los resultados del “sinceramiento” no solo no fueron los prometidos sino que, en un escenario recesivo, las importaciones medidas en cantidades crecieron 5,4 por ciento mientras que las exportaciones mejoraron 3,7 por ciento.
El informe de las cuentas nacionales difundido ayer ofrece, a su vez, datos para el cuarto trimestre que acompañan el nuevo relato oficial: la caída se concentró en el primer semestre, se estabilizó en el tercer trimestre y comenzó a recuperarse hacia fin de año. Así, entre junio y septiembre el PIB mostró una variación desestacionalizada de 0,1 por ciento frente al trimestre anterior. Y, en la última etapa de 2016, el producto registró una mejora trimestral de 0,5 por ciento.
Con esas cifras, las afirmaciones de los funcionarios sentenciando el final de la recesión serían un tecnicismo válido. Sin embargo, no se vislumbran en el informe las fuentes de una reactivación. La evolución de los distintos componentes del PIB para el último trimestre del año pasado contrasta con el optimismo oficial. En sintonía con los datos sectoriales del Indec sobre la industria, la construcción, el comercio minorista, los niveles de utilización de la capacidad instalada los rubros más significativos no quebraron sus trayectorias negativas. Entre octubre y diciembre la inversión cayó 7,7 por ciento y el consumo privado declinó 2,1 por ciento, frente al mismo período del año anterior. En el tercer trimestre esas variaciones habían sido de 8,2 y 2,9 por ciento, respectivamente.
“La variación desestacionalizada para el tercer y cuarto trimestre son exiguas como para hablar de una recuperación. En todo caso, muestran un leve rebote estadístico lógico después de la caída observada en la primera parte del año, donde el consumo privado y la inversión mostraron caídas importantes. La caída del PIB es lógica dada la política económica que implementó el gobierno y las perspectivas para 2017 no son alentadoras. No vemos que haya una mejora del salario real que impulse el consumo, el contexto internacional no es favorable para el comercio exterior ni las inversiones. Y la obra pública empezó a dar señales de crecimiento pero no alcanza a mover el amperímetro”, sostuvo el director del Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET, Mariano de Miguel. De acuerdo a las estimaciones realizadas por la consultora Ecolatina, para crecer al 3,5 por ciento este año como propone el Presupuesto, el PIB debería aumentar en su medición desestacionalizada 1,5 por ciento cada trimestre. Cifra que para esos consultores “luce muy ambiciosa”.
Consumo e inversión. El consumo privado es el principal componente del PIB, y retrocedió 1,4 por ciento. El economista e investigador de la UNQ Germán Herrera señaló que la leve contracción informada por el Indec para la variable más relevante del producto contrasta con toda la información desagregada y sectorial publicada durante el año por el organismo estadístico, consultoras privadas, universidades, sindicatos y cámaras empresarias. Valgan dos ejemplos. Para la CAME el consumo se retrajo 7 por ciento. El indicador elaborado por el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala cerró 2016 con una caída del 3,3 por ciento anual y se ubicó en el nivel más bajo desde 2010.
“La caída de los ingresos reales, en particular del salario, impactó sobre el consumo, que es la principal palanca de la demanda agregada, y la inversión reaccionó en línea con esa dinámica. La inversión no es una variable autónoma. Puede verse influida por las mejoras en ‘el clima de negocios’ y la rentabilidad vía precios, pero depende del nivel de actividad que está determinado por el consumo”, expresó Mariano de Miguel, director del Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET. La caída en la formación bruta de capital fijo del 5,5 por ciento estuvo explicada por la contracción en la construcción (-12,8), los menores desembolsos del rubro donde se contabiliza al sector petrolero (-17,7) y la baja en las compras de maquinaria y equipo (-1,1). El derrumbe en la inversión a lo largo del año estuvo contenido por la importación de equipo de transporte importado (32,0).
Importaciones. Un elemento novedoso entre los datos publicados ayer es el comportamiento de las importaciones medido en cantidades. En un año donde el PBI cedió 2,3 por ciento, la compra de bienes y servicios al resto del mundo aumentó 5,4 por ciento. Fue la primera vez desde 1975 que durante una recesión aumentó la importación en términos reales. En los últimos 30 años, siempre según los datos oficiales, se registraron 12 caídas interanuales del producto y en ningún caso se observó un aumento en las importaciones.
En la serie histórica para el período 2004-2015, base revisada por las nuevas autoridades del Indec, cada vez que el producto cae un punto las importaciones sobrerreaccionan y retroceden entre 3 y 5 puntos. En 2014, cuando la economía se contrajo 2,5 por ciento las importaciones retrocedieron 11,5 por ciento. En 2012 la caída del producto llegó a 1,0 por ciento y las compras al exterior cedieron 4,7 por ciento. En 2009, la baja del PIB llegó a 5,9 por ciento y las importaciones cayeron 18,4 por ciento. De acuerdo a esa característica estructural de la economía argentina, las importaciones en 2016 deberían haber registrado una caída entre 6,9 y 11,5 por cuento.
DUJOVNE MENCIONÓ A CUATRO EMPRESAS QUE SUPUESTAMENTE INCORPORARON PERSONAL, PERO LOS DATOS LO DESMIENTEN
Brotes verdes que sólo ven dentro del Gobierno. El ministro dijo que Despegar.com incorporó 450 personas, pero despidió 100. Aseguró que Techint sumó 380 empleados, aunque temporarios. Sostuvo que Iveco sumó 400 empleados y Smata lo negó. En Mercado Libre dijo que había 317 nuevos empleos, pero es un plan anual.
Nicolás Dujovne presentó la lista de supuestas incorporaciones del sector privado en un programa de TV.
En un nuevo intento por convencer de la supuesta aparición de “brotes verdes” en la economía, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, hizo referencia a principio de semana de cuatro empresas puntuales que estarían incorporando personal y que indicarían una recuperación del mercado de trabajo. La enumeración fue utilizada por el funcionario para responder a lo que consideró “una colección de malas noticias”.
Entre las firmas sobre las que especificó se encuentra Despegar.com, que, según aseguró, habría incorporado a 450 trabajadores, pero lejos de eso, la empresa despidió en enero pasado a 100 empleados vía retiros voluntarios. También hizo referencia a un aumento en la nómina laboral del holding Techint, de 380 empleados, pero la empresa explicó a este diario que son personal temporario para el verano por mantenimiento de las plantas y pasantías de su programa de formación. Otro caso que aseguró fue el de Iveco, sobre el que aventuró unos 400 puestos nuevos, pero todavía no se incorporó personal y cualquier ampliación está pendiente de una supuesta inversión extranjera y la compra de una unidad de negocios. Por último, se refirió a MercadoLibre, con 317 puestos ya generados, pero desde la empresa también dijeron que se trata de un plan para todo 2017.
Dujovne aprovechó una entrevista realizada en TN por Joaquín Morales Solá para negar la existencia de “una avalancha importadora” que esté afectando la actividad y el empleo, pese a que desde la Unión Industrial denuncian un incremento insostenible en las compras al exterior. Los propios datos oficiales dan cuenta que se destruyeron el año pasado 127.000 puestos y cerraron 5000 empresas, en su mayoría a causa de la ola importadora, un mercado interno reducido por la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y la imposibilidad de competir con los precios de los productos que ingresan al país. El Indec informó esta semana que el desempleo finalizó el 2016 en 7,6 por ciento, lo que representa la existencia de 937.000 personas sin trabajo. Junto a la pérdida de puestos concentrada en la industria manufacturera y la construcción, la subocupación llegó a 10,3 por ciento (1.278.000 personas).
Luego de varios intentos de anticipar una recuperación, que se anunció para el segundo semestre del año pasado y fue prorrogándose sin fecha cierta hasta el momento, ahora el gobierno intenta mostrar creación genuina de empleo. Con eso en mente, Dujovne llevó a la entrevista una lista de las empresas que “crearon más puestos de trabajo en enero”, aseguró ante las cámaras. “Es información que no sale en los diarios”, agregó. Entre las empresas que mencionó destacó a Despegar.com, Techint, Iveco y MercadoLibre; y del sector agropecuario a la productora de semillas Satus Ager (500 puestos) y las frutihortícolas Cervi (800) y Kleppe (475).
En el caso de la productora de semillas, contrariamente a lo afirmado por el ministro, la incorporación no fue sólo en enero y responde al boom del sector agroexportador más concentrado. Por su parte, el supuesto aumento en las nóminas laborales de dos frutihortícolas tiene carácter tercerizado y estacional debido al arribo de las cosechas y recolección. En el caso de empresas de servicios e industrias con puestos estables, que podrían indicar la recuperación tan esperada por el Gobierno, la mejora no es como la presenta Dujovne.
La lista mágica
Un caso notable del listado de Dujovne es el de Despegar.com. La firma de venta online y telefónica de pasajes y paquetes turísticos, según dijo el ministro, habría sumado 450 trabajadores. Sin embargo, la empresa abrió en enero retiros voluntarios, a los que se acogieron unos 100 trabajadores. Esta cifra se suma a los 60 despidos que se llevaron a cabo el año pasado en la Argentina, como un plan de recorte regional de 400 empleos. La empresa forzó la decisión ofreciendo doble indemnización y no asegurando la continuidad de los que no se acogían en las mismas tareas y horarios en los que se desempeñaban. Dado que la empresa contrata a jóvenes, muchos se vieron forzados a irse porque el cambio de horario no les permite seguir estudiando. Los despidos tuvieron que ver con el traslado del área de operaciones a Colombia, desde donde se responden los llamados que se hacen desde el país, señalaron desde la organización Combativos Mercantiles. La agencia decidió prescindir de Calidad y Atención en Argentina, debido a la automatización y mecanización del área. El ingreso de las aerolíneas low cost significa un duro golpe para este tipo de empresas de venta, dado que el negocio de las firmas de bajo precio es ofrecer de manera directa los vuelos para reducir costos operativos.
Finalmente, a los reubicados no se les respetó los horarios, según comentó a este diario una ex empleada operativa, que fue parte del ejército de despedidos en enero. Trabajadores de la empresa aseguraron a este diario que no se está tomando personal en el call center de Despegar.com, con excepción del reemplazo de algunos puestos directivos que habían quedado vacantes en julio pasado.
El otro caso fue Techint, que habría tomado 380 personas. La empresa había despedido a 15 trabajadores a principio de 2016, los cuales fueron reincorporados luego de varios conflictos gremiales. En enero pasado envió ocho telegramas de despido a operarios de la planta de Siderca, ubicada en Campana, mientras muchos de los trabajadores echados estaban de vacaciones.
Respecto a las incorporaciones, fuentes oficiales de la multinacional explicaron a este diario que el ingreso correspondió a personal temporario para mantenimiento de sus plantas en el país, que se realiza habitualmente todos los veranos. La empresa se manifestó optimista sobre una recuperación del sector a partir de una mejora en el precio internacional del acero, pero reconocen que todavía no hay nada concreto que se refleje en mayor empleo. La siderúrgica aclaró que otra parte del ingreso computado por Dujovne corresponde a su programa temporario de pasantías o prácticas profesionales.
El holding tiene dos programas vigentes. Uno es para estudiantes con el 70 por ciento de la carrera finalizada, a los que se les ofrece una pasantía de 20 horas semanales por sólo seis meses. El otro es para estudiantes con media cursada aprobada, a los que se les ofrece tres meses de empleo en alguna de las compañías del grupo. La fuente del holding que lidera Paolo Rocca afirmó que los datos provistos por el ministro no correspondieron a cifras de la compañía sino a registros de la cartera de Trabajo, donde se computaron a los temporarios y las pasantías. “No nos preguntaron”, aseguró la fuente.
En la fábrica de camiones Iveco, Dujovne aseguró el ingreso efectivo de 400 empleados. Desde la empresa se negaron a dar cifras sobre el tema, en medio de la negociación del acuerdo para el programa automotor con el cual el gobierno pretende llegar a la producción anual de un millón de unidades. PáginaI12 intentó comunicarse con los responsables del área, pero se excusaron en cada oportunidad y evitaron confrontar. Sin embargo, desde Smata, que venían trabajando en el programa oficial, detallaron que no hubo un ingreso de personal sino que existe la promesa de incorporar trabajadores, pero que estará supeditado al desembolso de una inversión desde el extranjero y al cómputo de la nómina derivada de la adquisición de una nueva unidad de negocios (trabajadores registrados en otra empresa que pasan a serlo de Iveco).
En su planta de Córdoba, Iveco suspendió la producción de los jueves y viernes de julio a diciembre. La medida afectó a 500 trabajadores de esa planta, según había informado Leonardo Almada, secretario general y vocero de Smata Córdoba.
El último ejemplo ofrecido por el ministro fue MercadoLibre, cuya actividad se está viendo beneficiada por la flexibilización en el ingreso de productos importados, que luego se venden a través de esta plataforma online. Voceros de la empresa aseguraron la intención de sumar los 317 trabajadores anunciados por titular de Hacienda corresponde a un plan para todo este año. Todavía no fueron incorporados en su totalidad, pero hubo algunos ingresos. En la empresa, líder en ventas online, hubo varias denuncias por presiones a los empleados para evitar que se sindicalicen. Una es de noviembre de 2011, luego de que una empleada fuera despedida por convocar a elecciones y postularse como delegada de base en la compañía de ventas.
https://www.pagina12.com.ar/
Nicolás Dujovne presentó la lista de supuestas incorporaciones del sector privado en un programa de TV.
En un nuevo intento por convencer de la supuesta aparición de “brotes verdes” en la economía, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, hizo referencia a principio de semana de cuatro empresas puntuales que estarían incorporando personal y que indicarían una recuperación del mercado de trabajo. La enumeración fue utilizada por el funcionario para responder a lo que consideró “una colección de malas noticias”.
Entre las firmas sobre las que especificó se encuentra Despegar.com, que, según aseguró, habría incorporado a 450 trabajadores, pero lejos de eso, la empresa despidió en enero pasado a 100 empleados vía retiros voluntarios. También hizo referencia a un aumento en la nómina laboral del holding Techint, de 380 empleados, pero la empresa explicó a este diario que son personal temporario para el verano por mantenimiento de las plantas y pasantías de su programa de formación. Otro caso que aseguró fue el de Iveco, sobre el que aventuró unos 400 puestos nuevos, pero todavía no se incorporó personal y cualquier ampliación está pendiente de una supuesta inversión extranjera y la compra de una unidad de negocios. Por último, se refirió a MercadoLibre, con 317 puestos ya generados, pero desde la empresa también dijeron que se trata de un plan para todo 2017.
Dujovne aprovechó una entrevista realizada en TN por Joaquín Morales Solá para negar la existencia de “una avalancha importadora” que esté afectando la actividad y el empleo, pese a que desde la Unión Industrial denuncian un incremento insostenible en las compras al exterior. Los propios datos oficiales dan cuenta que se destruyeron el año pasado 127.000 puestos y cerraron 5000 empresas, en su mayoría a causa de la ola importadora, un mercado interno reducido por la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y la imposibilidad de competir con los precios de los productos que ingresan al país. El Indec informó esta semana que el desempleo finalizó el 2016 en 7,6 por ciento, lo que representa la existencia de 937.000 personas sin trabajo. Junto a la pérdida de puestos concentrada en la industria manufacturera y la construcción, la subocupación llegó a 10,3 por ciento (1.278.000 personas).
Luego de varios intentos de anticipar una recuperación, que se anunció para el segundo semestre del año pasado y fue prorrogándose sin fecha cierta hasta el momento, ahora el gobierno intenta mostrar creación genuina de empleo. Con eso en mente, Dujovne llevó a la entrevista una lista de las empresas que “crearon más puestos de trabajo en enero”, aseguró ante las cámaras. “Es información que no sale en los diarios”, agregó. Entre las empresas que mencionó destacó a Despegar.com, Techint, Iveco y MercadoLibre; y del sector agropecuario a la productora de semillas Satus Ager (500 puestos) y las frutihortícolas Cervi (800) y Kleppe (475).
En el caso de la productora de semillas, contrariamente a lo afirmado por el ministro, la incorporación no fue sólo en enero y responde al boom del sector agroexportador más concentrado. Por su parte, el supuesto aumento en las nóminas laborales de dos frutihortícolas tiene carácter tercerizado y estacional debido al arribo de las cosechas y recolección. En el caso de empresas de servicios e industrias con puestos estables, que podrían indicar la recuperación tan esperada por el Gobierno, la mejora no es como la presenta Dujovne.
La lista mágica
Un caso notable del listado de Dujovne es el de Despegar.com. La firma de venta online y telefónica de pasajes y paquetes turísticos, según dijo el ministro, habría sumado 450 trabajadores. Sin embargo, la empresa abrió en enero retiros voluntarios, a los que se acogieron unos 100 trabajadores. Esta cifra se suma a los 60 despidos que se llevaron a cabo el año pasado en la Argentina, como un plan de recorte regional de 400 empleos. La empresa forzó la decisión ofreciendo doble indemnización y no asegurando la continuidad de los que no se acogían en las mismas tareas y horarios en los que se desempeñaban. Dado que la empresa contrata a jóvenes, muchos se vieron forzados a irse porque el cambio de horario no les permite seguir estudiando. Los despidos tuvieron que ver con el traslado del área de operaciones a Colombia, desde donde se responden los llamados que se hacen desde el país, señalaron desde la organización Combativos Mercantiles. La agencia decidió prescindir de Calidad y Atención en Argentina, debido a la automatización y mecanización del área. El ingreso de las aerolíneas low cost significa un duro golpe para este tipo de empresas de venta, dado que el negocio de las firmas de bajo precio es ofrecer de manera directa los vuelos para reducir costos operativos.
Finalmente, a los reubicados no se les respetó los horarios, según comentó a este diario una ex empleada operativa, que fue parte del ejército de despedidos en enero. Trabajadores de la empresa aseguraron a este diario que no se está tomando personal en el call center de Despegar.com, con excepción del reemplazo de algunos puestos directivos que habían quedado vacantes en julio pasado.
El otro caso fue Techint, que habría tomado 380 personas. La empresa había despedido a 15 trabajadores a principio de 2016, los cuales fueron reincorporados luego de varios conflictos gremiales. En enero pasado envió ocho telegramas de despido a operarios de la planta de Siderca, ubicada en Campana, mientras muchos de los trabajadores echados estaban de vacaciones.
Respecto a las incorporaciones, fuentes oficiales de la multinacional explicaron a este diario que el ingreso correspondió a personal temporario para mantenimiento de sus plantas en el país, que se realiza habitualmente todos los veranos. La empresa se manifestó optimista sobre una recuperación del sector a partir de una mejora en el precio internacional del acero, pero reconocen que todavía no hay nada concreto que se refleje en mayor empleo. La siderúrgica aclaró que otra parte del ingreso computado por Dujovne corresponde a su programa temporario de pasantías o prácticas profesionales.
El holding tiene dos programas vigentes. Uno es para estudiantes con el 70 por ciento de la carrera finalizada, a los que se les ofrece una pasantía de 20 horas semanales por sólo seis meses. El otro es para estudiantes con media cursada aprobada, a los que se les ofrece tres meses de empleo en alguna de las compañías del grupo. La fuente del holding que lidera Paolo Rocca afirmó que los datos provistos por el ministro no correspondieron a cifras de la compañía sino a registros de la cartera de Trabajo, donde se computaron a los temporarios y las pasantías. “No nos preguntaron”, aseguró la fuente.
En la fábrica de camiones Iveco, Dujovne aseguró el ingreso efectivo de 400 empleados. Desde la empresa se negaron a dar cifras sobre el tema, en medio de la negociación del acuerdo para el programa automotor con el cual el gobierno pretende llegar a la producción anual de un millón de unidades. PáginaI12 intentó comunicarse con los responsables del área, pero se excusaron en cada oportunidad y evitaron confrontar. Sin embargo, desde Smata, que venían trabajando en el programa oficial, detallaron que no hubo un ingreso de personal sino que existe la promesa de incorporar trabajadores, pero que estará supeditado al desembolso de una inversión desde el extranjero y al cómputo de la nómina derivada de la adquisición de una nueva unidad de negocios (trabajadores registrados en otra empresa que pasan a serlo de Iveco).
En su planta de Córdoba, Iveco suspendió la producción de los jueves y viernes de julio a diciembre. La medida afectó a 500 trabajadores de esa planta, según había informado Leonardo Almada, secretario general y vocero de Smata Córdoba.
El último ejemplo ofrecido por el ministro fue MercadoLibre, cuya actividad se está viendo beneficiada por la flexibilización en el ingreso de productos importados, que luego se venden a través de esta plataforma online. Voceros de la empresa aseguraron la intención de sumar los 317 trabajadores anunciados por titular de Hacienda corresponde a un plan para todo este año. Todavía no fueron incorporados en su totalidad, pero hubo algunos ingresos. En la empresa, líder en ventas online, hubo varias denuncias por presiones a los empleados para evitar que se sindicalicen. Una es de noviembre de 2011, luego de que una empleada fuera despedida por convocar a elecciones y postularse como delegada de base en la compañía de ventas.
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