Intermediarios civiles notificarán a la Justicia francesa, en nombre de la guerrilla, la localización de los escondites de la organización para que proceda a su desarme con la supervisión del comité de verificación.
18 de marzo de 2017
El presidente de la región vasca, Urkullu, habla del compromiso de ETA.
La organización separatista armada vasca, ETA, anunció un desarme unilateral e incondicional, que tiene como fecha límite el 8 de abril, informó ayer el gobierno regional vasco. Además, pidió la ayuda de las autoridades españolas y francesas en el proceso.
“El gobierno vasco otorga credibilidad a esta posibilidad de desarme final a corto plazo”, dijo el presidente regional, Iñigo Urkullu. Ante un anuncio de valor histórico para la sociedad, Urkullu pidió “altura de miras y canales de comunicación directos” a los gobiernos español y francés, que exigieron en repetidas ocasiones el desarme y disolución de la organización, considerada terrorista por la Unión Europea (UE).
Intermediarios civiles notificarán a la justicia francesa, en nombre de ETA, la localización de los escondites de la organización para que proceda a su desarme con la supervisión del Comité Internacional de Verificación, coordinado por Ram Manikanningam y constituido a finales del 2011, tras el cese definitivo de la violencia, así como por el gobierno vasco. Urkullu puntualizó que su gobierno estuvo directamente informado, y expresó su deseo de un desarme definitivo de ETA de carácter unilateral, irreversible, completo y legal.
“ETA nos ha dado la responsabilidad del desarme de su arsenal y, en la tarde del 8 de abril, ETA estará totalmente desarmada”, dijo al diario Le Monde Jean Noël Etcheverry Txetx, activista de Bizi, asociación ecologista abertzale (nacionalista). Según explicó por otro lado al diario vasco Gara, urgía dar este paso antes de las elecciones presidenciales y legislativas en Francia, de abril a junio, para no verse luego en “una situación que haga todavía más difíciles estas cuestiones”. “Por ello hemos tomado la decisión de que hay que cerrar este tema antes de las presidenciales”, dijo y agregó que no dejará que la situación se pudra todavía durante años. Etcheverry es una de las cinco personas vinculadas a una organización que el pasado 16 de diciembre fueron sorprendidas por la Guardia Civil en una operación, en colaboración con la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), cuando trataban de hacer desaparecer armas de ETA.
“ETA ha decidido, así lo ha dicho, desarmarse unilateralmente. Que lo haga, y de paso que se disuelva”, reaccionó el presidente del ejecutivo español, Mariano Rajoy. El dirigente puntualizó que, pese al sorpresivo anuncio, su gobierno hará lo que ha hecho siempre: “Aplicar la ley igual para todos”. En la misma línea, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, avisó en su cuenta de la red social Twitter de que “la banda no va a obtener nada a cambio del desarme”. A su vez, añadió al listado de demandas que los “etarras” pidan perdón, se arrepientan y paguen sus deudas, en referencia a los asesinatos sin resolver y las causas pendientes. Zoido recordó que el verdadero desarme es el que efectúan las fuerzas de seguridad y que, en el “desarme ideológico”, trabaja día a día el gobierno.
El anuncio despertó ayer una gran expectación en España, tanto por parte de partidos políticos como de colectivos civiles. Algunas informaciones especularon incluso con un anuncio inminente por parte de ETA en la cadena de televisión británica BBC. Desde la izquierda independentista vasca, representada actualmente en las instituciones de la región española por el partido Euskal Herria Bildu, aseguraron que se trata de un “momento ilusionante”. “Este país espera que se cierre ese capítulo de manera ordenada, verificada y a la altura de las circunstancias que exige el sentido común y los estándares que en otros procesos se han planteado en la comunidad internacional”, dijo el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, que estuvo encarcelado por intentar reconstruir el brazo político de ETA. “Existe un plan concreto en fechas determinadas para que ETA deje de ser una organización armada”, aseguró Otegi.
Formaciones como el Partido Socialista (PSOE), el más importante de la oposición en España, y el liberal Ciudadanos también reaccionaron a la noticia y pidieron la disolución definitiva de ETA. Desde el izquierdista Podemos, su líder, Pablo Iglesias, calificó el posible desarme de buena noticia y pidió que sea irreversible y que se realice con todas las garantías de verificación.
Los familiares de las víctimas de ETA, por su parte, exigieron la disolución incondicional e inmediata del grupo armado y reclamaron que éste pida perdón y colabore con la Justicia en el esclarecimiento de los asesinatos pendientes. “Es de justicia que las familias cierren su duelo con la identificación de los asesinos de sus familiares”, dijo la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, hermana del político secuestrado y asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco.
Hasta ahora, la organización se había negado a desarmarse y disolverse, aunque sí hubo varios amagos en entregas de armas y exigía una negociación con París y Madrid sobre sus presos. En la actualidad quedan unos 350 en ambos países. Los dos gobiernos se negaron a su vez a cualquier negociación, y exigieron con regularidad la disolución y desarme de la organización, fundada hace más de 50 años. En los últimos meses, las fuerzas francesas y españolas desmantelaron varios escondites de armas. El último hallazgo se produjo el 8 de marzo, cuando la Guardia Civil española anunció haber encontrado cerca de Irán, en el País Vasco, siete bidones de material explosivo.
El 12 de octubre del 2016 se encontró no lejos de París un importante depósito de armas con 145 armas de asalto. El entonces ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que antes de ese decomiso la organización tenía entre dos y tres toneladas de explosivos, municiones y de 200 a 300 armas. La banda armada renunció definitivamente a la violencia el 20 de octubre del 2011, después de cuatro décadas de lucha armada por la independencia del País Vasco, en las que se le imputa la muerte de 829 personas en atentados, así como numerosos secuestros y campañas de extorsión a empresarios. El último atentado de Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad, en lengua vasca) tuvo lugar en el 2010, y en él murió un policía en suelo francés.
El presidente de la región vasca, Urkullu, habla del compromiso de ETA.
La organización separatista armada vasca, ETA, anunció un desarme unilateral e incondicional, que tiene como fecha límite el 8 de abril, informó ayer el gobierno regional vasco. Además, pidió la ayuda de las autoridades españolas y francesas en el proceso.
“El gobierno vasco otorga credibilidad a esta posibilidad de desarme final a corto plazo”, dijo el presidente regional, Iñigo Urkullu. Ante un anuncio de valor histórico para la sociedad, Urkullu pidió “altura de miras y canales de comunicación directos” a los gobiernos español y francés, que exigieron en repetidas ocasiones el desarme y disolución de la organización, considerada terrorista por la Unión Europea (UE).
Intermediarios civiles notificarán a la justicia francesa, en nombre de ETA, la localización de los escondites de la organización para que proceda a su desarme con la supervisión del Comité Internacional de Verificación, coordinado por Ram Manikanningam y constituido a finales del 2011, tras el cese definitivo de la violencia, así como por el gobierno vasco. Urkullu puntualizó que su gobierno estuvo directamente informado, y expresó su deseo de un desarme definitivo de ETA de carácter unilateral, irreversible, completo y legal.
“ETA nos ha dado la responsabilidad del desarme de su arsenal y, en la tarde del 8 de abril, ETA estará totalmente desarmada”, dijo al diario Le Monde Jean Noël Etcheverry Txetx, activista de Bizi, asociación ecologista abertzale (nacionalista). Según explicó por otro lado al diario vasco Gara, urgía dar este paso antes de las elecciones presidenciales y legislativas en Francia, de abril a junio, para no verse luego en “una situación que haga todavía más difíciles estas cuestiones”. “Por ello hemos tomado la decisión de que hay que cerrar este tema antes de las presidenciales”, dijo y agregó que no dejará que la situación se pudra todavía durante años. Etcheverry es una de las cinco personas vinculadas a una organización que el pasado 16 de diciembre fueron sorprendidas por la Guardia Civil en una operación, en colaboración con la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), cuando trataban de hacer desaparecer armas de ETA.
“ETA ha decidido, así lo ha dicho, desarmarse unilateralmente. Que lo haga, y de paso que se disuelva”, reaccionó el presidente del ejecutivo español, Mariano Rajoy. El dirigente puntualizó que, pese al sorpresivo anuncio, su gobierno hará lo que ha hecho siempre: “Aplicar la ley igual para todos”. En la misma línea, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, avisó en su cuenta de la red social Twitter de que “la banda no va a obtener nada a cambio del desarme”. A su vez, añadió al listado de demandas que los “etarras” pidan perdón, se arrepientan y paguen sus deudas, en referencia a los asesinatos sin resolver y las causas pendientes. Zoido recordó que el verdadero desarme es el que efectúan las fuerzas de seguridad y que, en el “desarme ideológico”, trabaja día a día el gobierno.
El anuncio despertó ayer una gran expectación en España, tanto por parte de partidos políticos como de colectivos civiles. Algunas informaciones especularon incluso con un anuncio inminente por parte de ETA en la cadena de televisión británica BBC. Desde la izquierda independentista vasca, representada actualmente en las instituciones de la región española por el partido Euskal Herria Bildu, aseguraron que se trata de un “momento ilusionante”. “Este país espera que se cierre ese capítulo de manera ordenada, verificada y a la altura de las circunstancias que exige el sentido común y los estándares que en otros procesos se han planteado en la comunidad internacional”, dijo el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, que estuvo encarcelado por intentar reconstruir el brazo político de ETA. “Existe un plan concreto en fechas determinadas para que ETA deje de ser una organización armada”, aseguró Otegi.
Formaciones como el Partido Socialista (PSOE), el más importante de la oposición en España, y el liberal Ciudadanos también reaccionaron a la noticia y pidieron la disolución definitiva de ETA. Desde el izquierdista Podemos, su líder, Pablo Iglesias, calificó el posible desarme de buena noticia y pidió que sea irreversible y que se realice con todas las garantías de verificación.
Los familiares de las víctimas de ETA, por su parte, exigieron la disolución incondicional e inmediata del grupo armado y reclamaron que éste pida perdón y colabore con la Justicia en el esclarecimiento de los asesinatos pendientes. “Es de justicia que las familias cierren su duelo con la identificación de los asesinos de sus familiares”, dijo la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, hermana del político secuestrado y asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco.
Hasta ahora, la organización se había negado a desarmarse y disolverse, aunque sí hubo varios amagos en entregas de armas y exigía una negociación con París y Madrid sobre sus presos. En la actualidad quedan unos 350 en ambos países. Los dos gobiernos se negaron a su vez a cualquier negociación, y exigieron con regularidad la disolución y desarme de la organización, fundada hace más de 50 años. En los últimos meses, las fuerzas francesas y españolas desmantelaron varios escondites de armas. El último hallazgo se produjo el 8 de marzo, cuando la Guardia Civil española anunció haber encontrado cerca de Irán, en el País Vasco, siete bidones de material explosivo.
El 12 de octubre del 2016 se encontró no lejos de París un importante depósito de armas con 145 armas de asalto. El entonces ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que antes de ese decomiso la organización tenía entre dos y tres toneladas de explosivos, municiones y de 200 a 300 armas. La banda armada renunció definitivamente a la violencia el 20 de octubre del 2011, después de cuatro décadas de lucha armada por la independencia del País Vasco, en las que se le imputa la muerte de 829 personas en atentados, así como numerosos secuestros y campañas de extorsión a empresarios. El último atentado de Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad, en lengua vasca) tuvo lugar en el 2010, y en él murió un policía en suelo francés.