Escándalo por carne adulterada en Brasil: Temer llama a la calma para mantener pacto Mercosur-UE
19 de Marzo de 2017
El presidente Michel Temer junto al embajador de Angola, Nelson Manuel Cosme, tras invitar a los diplomáticos a una "parrillada".
Las autoridades brasileñas garantizaron este domingo que "no existen riesgos sanitarios" con las carnes producidas en el país, sea para el consumo interno o la exportación, y minimizaron el descubrimiento de una mafia dedicada a adulterar esos productos."Todas las evaluaciones hechas desde que surgieron las denuncias comprueban que no existe riesgo sanitario", dijo el secretario del Departamento de Defensa Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Luiz Eduardo Pacifici Rangel.
Según el funcionario, es necesario "tranquilizar a la sociedad", pues los casos de adulteración de carnes fueron "puntuales" y todos detectados por las autoridades, que ante esa denuncia han reforzado los controles y las inspecciones a empresas del sector alimentario.
Temer convocó a reuniones de emergencia en Brasilia a ministros, empresarios y embajadores de los mayores mercados del primer exportador mundial de carne bovina y avícola, ante quienes alegó que los frigoríficos acusados de vender productos vencidos o averiados son apenas 21, sobre casi 5.000.
Entre ellos estuvo Estados Unidos, China y los países miembros de la Unión Europea (UE), que representan tres de los mayores destinos de esos productos.
Para demostrar que no hay motivo alguno de recelo, invitó a los embajadores a cenar en una "churrascaria" (parrillada) al concluir la reunión. "Si aceptaran la invitación, nos harían muy felices", declaró.
Por la noche, la asesoría de prensa divulgó una imagen del presidente sentado a la mesa ante un dorado trozo de "picanha".
"La manera como se dio la noticia pudo haber creado una preocupación muy grande, tanto en países que importan nuestra carne como en consumidores brasileños", admitió Temer.
"Es importante destacar que, de 11.000 empleados, solo se investiga a 33 y que, de las 4.837 unidades sujetas a inspecciones, apenas hay 21 presuntamente implicadas en eventuales irregularidades. Y de esas 21, solo seis realizaron exportaciones en los últimos 60 días", expuso.
En la reunión había 33 diplomáticos, en una demostración del poderío del sector ganadero brasileño, que exporta sus productos a más de 150 países.
El caso estalla además en momentos en que el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la UE buscan acelerar un acuerdo de libre comercio, en el cual los países sudamericanos reclaman mayores cuotas de entrada para sus productos cárnicos.
La próxima ronda negociadora entre los dos bloques debe realizarse a fin de mes en Buenos Aires.
"Pedimos esclarecimientos completos y urgentes al Ministerio de Agricultura", afirmó el sábado en Twitter el embajador de la UE en Brasil, Joao Cravinho.
El subsecretario de Asuntos Económicos de la cancillería brasileña, Carlos Marcio Cozendey, dijo a la AFP que "desde el punto de vista criminal, de la corrupción, es obviamente un episodio muy grave", pero que mientras se mantenga acotado a unas pocas empresas, no debe dar pie para "cerrar los mercados injustificadamente".
Para Pacifici Rangel, las investigaciones hechas en los últimos tres días, desde que fue desbaratada esa mafia, demuestran que no existen riesgos sanitarios, aunque sí deben "preocupar" al Gobierno, pues si bien los hechos "son puntuales", comprueban "inaceptables prácticas corruptas".
La Policía Federal informó que en esas irregularidades están implicados agentes públicos y directivos de una treintena de empresas que adulteraban carnes ya vencidas.
Entre sus prácticas, se comprobó el uso de químicos para mejorar el aspecto de las carnes, la falsificación de etiquetas con la fecha de validad o la inclusión de alimentos no adecuados para el consumo en la elaboración de embutidos.
Por su parte, la alimenticia brasileña BRF aseguró hoy que nunca vendió carne podrida y confió en que pronto se levantará la clausura de su planta que se realizó de forma "preventiva y temporal" en el marco de la operación Carne Débil, por el Ministerio de Agricultura de Brasil.
"La última auditoría realizada por el MAPA (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento) en la planta fue entre los días 25 y 28 de febrero de 2017, cuando fue considerada apta en todos los requisitos para seguir con sus operaciones. Aunque el juez consideró innecesario cerrar la unidad, el Ministerio de Agricultura la clausuró de forma preventiva y temporal", detalló BRF.
Indicó que "la medida debe durar hasta que BRF pueda suministrar las informaciones que comprueben la seguridad y la calidad de los productos producidos, lo que debe ocurrir pronto, pues la compañía confía en sus procesos y estándares, que están entre los más estrictos del mundo".
"BRF nunca ha vendido carne podrida, ni tampoco fue acusada de hacerlo. Las menciones se refieren a otras empresas involucradas, en el marco de la operación Carne Débil, como se puede comprobar en el material difundido por la Policía Federal. BRF lamenta que parte de la prensa haya introducido su nombre de manera equivocada en reportajes sobre este tema, confundiendo a los consumidores y la sociedad", concluyó.
Pacifici Rangel participó en la reunión convocada por el jefe de Estado, Michel Temer, con autoridades de diversos ministerios y con empresarios del sector, en la cual discutiieron la situación, que se teme que pueda tener impacto en el sector externo.
Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y de pollo, el cuarto en el segmento de cerdos, y las ventas externas de esos tres sectores representaron el año pasado 7,2% de ese comercio, con u$s 11.600 millones.