12 mar 2017

MAS QUE PERMEABLE

ACUSACIÓN

Fueron lavados US$ 3: de coimas pagas en Brasil.La denuncia de la Fiscalía de Brasil sobre la red de lavado de dinero organizada por el ex gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, le dedica un capítulo entero a Uruguay.
RIO DE JANEIRO (Uypress)
10.03.2017

mundo.sputniknews.com

El documento, según informa El País, señala que en Uruguay funcionaba una casa de cambio, cuyos propietarios tenían vinculaciones con personas allegadas a Cabral.
También menciona a uruguayos como integrantes o subordinados de la organización norteña y a la constructora brasileña Odebrecht investigada por el pago de coimas en varios países de América Latina. Este consorcio realizó obras de infraestructura en Brasil y en otros países de América Latina.
La organización cobraba, por concepto de coima, el 5% de las obras adjudicadas por Cabral en Río de Janeiro. Entre ellas se encuentran reparaciones voluminosas del Estadio Maracaná y en la favela El Alemán, entre otros trabajos de envergadura. El dinero ilícito era cobrado por integrantes de la organización y llevado a un estudio jurídico ubicado en Río de Janeiro. De ahí era trasladado a Uruguay o transferido a cuentas ubicadas en Estados Unidos, Bahamas y Alemania, entre otros países.

"Cuando la organización perteneciente a la casa de cambio supo que estaba siendo investigada interrumpió (en 2002) las operaciones en Río de Janeiro y resolvieron transferir las actividades para Montevideo, en Uruguay", dice el documento del Ministerio Público Federal de Brasil.

El fiscal agrega que cinco personas fueron trasladadas de Río de Janeiro a Uruguay a trabajar y "abrieron allí una empresa de fachada".

El documento menciona a un conocido abogado uruguayo, quien también es acusado en Argentina de participar en la red de lavado del dinero K, y de crear esa empresa trucha.

"La persona responsable de abrir la empresa fantasma fue un abogado uruguayo. Ese profesional sabía que estaba ayudando a una empresa de forma ilegal y que el rol de la misma era dar cobertura legal a las operaciones" de lavado de dinero proveniente de Brasil, afirma el documento.

El fiscal sostiene que cambistas brasileños eran los encargados de armar, cerrar y liquidar las operaciones de cambio en el mercado paralelo en Uruguay para clientes de Brasil. "Esa casa de cambio, ubicada en una zona franca, nunca llegó a tener autorización del Banco Central de Uruguay para operar", advierte el documento.

Tras narrar operaciones policiales brasileñas que investigaron a la organización liderada por Cabral, el Ministerio Público Federal de Brasil recuerda que la organización llegó a abrir otra casa de cambio legalizada, cuyos titulares eran otras personas y no los acusados. "Los integrantes de la organización ilícita (ubicados en Uruguay) se comunicaban inicialmente con los funcionarios domiciliados en Brasil a través de programas como MSN encriptados, Secway, y con un servidor que corría con el programa Citriz, y en un segundo momento hablaban por Skype, Wickr y Wire", expresa la denuncia.

Un testigo protegido, de nacionalidad uruguaya y residente en Brasil, relató que conoció a uno de los intermediarios financieros y dueños del cambio uruguayo en un viaje que hizo a Montevideo. "Me encontré con él en tres oportunidades. Generalmente nos reuníamos en el mismo hotel que me hospedaba. También fui a su escritorio ubicado en el Centro de Montevideo. Él tenía un esquema de negocios que incluía retirada y entrega de dinero generado por coimas", declaró el testigo a la Fiscalía de Brasil.

Otro testigo protegido relató que uno de los principales clientes del cambio regenteado por brasileños era la constructora brasileña Odebrecht que ganó varias licitaciones millonarias en Uruguay.

Señaló que los cambistas brasileños abrieron cuentas en un banco de Antigua y Bermuda para realizar operaciones de lavado de dinero proveniente de ilícitos cometidos en Brasil.

Las cuentas tenían nombres de dos autódromos de Brasil: Interlagos y Jacarepaguá.

Los acusados también utilizaron a una empleada uruguaya del cambio para que abriera cuentas bancarias en el banco de Antigua. Esas cuentas se llamaban Grand Slam y Gestiones Azul Zafiro.

"Esas dos cuentas (Grand Slam y Gestiones) recibían fondos de otras cuentas en el banco de Antigua y Bermuda. Hoy se sabe que una de esas cuentas era utilizada por la constructora brasileña para pagar propinas" a dirigentes políticos que le adjudicaran obras en Brasil, señala la Fiscalía de ese país.