5 jul 2024

NOTICIAS DEL IMPERIO

Crece la presión para retirar a Biden de la carrera presidencial

Mirko C. Trudeau

Jul 4, 2024

 



Desde el debate de los candidatos presidenciales, un creciente coro de políticos demócratas, donantes y analistas expresan abiertamente su preocupación sobre la viabilidad del octogenario Joe Biden como candidato para enfrentar a Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre próximo.

Desde su desastroso desempeño en el debate el pasado jueves, el Wahington Post señala que el mandatario sólo ha aparecido en público en tres ocasiones desde el debate y sólo ha hablado por un total de 22 minutos. Todos estarán observando con microscopio sus próximos actos públicos de campaña, pero también las encuestas y los sondeos internos.

La interrogante sobre si Joe Biden permanece o cede la candidatura presidencial demócrata ocupa toda la atención a sólo cuatro meses de los comicios. El primer sondeo realizado después del debate sólo ofreció más malas señales para los demócratas. La encuesta del New York Times/Siena College registró que la ventaja de Trump sobre Biden se amplió a 49 contra 43% entre votantes probables, un aumento de tres puntos.

Pero sustituir al candidato demócrata a cuatro meses de la elección tiene una serie de riesgos, incluyendo buscar la manera de evitar divisiones dentro del partido. Aunque Biden ha acumulado muchos más delegados de los requeridos para conquistar la nominación formal de su partido como candidato, eso no sucede formalmente hasta la Convención Nacional Demócrata que se realizará en Chicago del 19 al 22 de agosto.

Pese a estos intentos para restaurar la imagen de Biden tras el debate, hay señales crecientes de que su apoyo entre los demócratas del Congreso se está erosionando. El influyente legislador afroamericano de Carolina del Sur, Jim Clyburn, un aliado cercano de Biden, dijo que, si Biden se retira, respaldaría una “mini-primaria” en el período previo a la Convención Nacional Demócrata, el próximo mes en Chicago.


Kamala Harri tendría que enfrentar el racismo

El historiador de la American University Allan Lichtman, un predictor profético de los resultados de las elecciones presidenciales, dijo que sacar a Biden de la carrera sería un “trágico error para los demócratas”, porque cree que el presidente sigue siendo la mejor oportunidad de su partido para ganar las elecciones. Lo cierto es que no hay sustitutos potenciales que tengan más posibilidades de derrotar a Donald Trump que Biden.

Una nueva encuesta de Reuters-Ipsos encontró que sólo un tercio de los demócratas cree que Biden debería salir. Si Biden fuera reemplazado, Harris sería la opción más segura de los demócratas, aunque deberá enfrentar además la naturaleza patriarcal y el racismo de buena parte de la sociedad estadounidense. Pero el apoyo a Trump se ha solidificado mientras que el de Biden se ha desgastado.

Muchos estadounidenses no han sentido los beneficios de lo que es la economía estructuralmente sólida de Biden, y la porción joven y activista de la base demócrata está enojada por el manejo de Biden de la guerra en la Franja de Gaza y el genocidio de palestinos a manos de Israel, con apoyo del gobierno de Biden.

Si Biden decidiera abandonar la carrera, – The New York Times señaló el miércoles que lo está considerando-, su retirada sólo añadiría credibilidad a la idea de que algunos demócratas, en efecto, habían conspirado para ocultar un impedimento descalificador y sólo cambiaron de rumbo cuando fue forzado. Esta sería la primera ocasión en décadas que un candidato presidencial desde cuando Lyndon B. ­Johnson anunció en marzo de 1968 su retiro pocos 
meses antes de la convención, que también se realizó en Chicago.



No hay proceso específico para sustituir al candidato, pero se supone que tendría que hacerse a un lado y liberar a sus delegados a votar por otra persona en lo que se llama una convención abierta, donde se negocia el resultado. Todo esto es por ahora un gran regalo a la campaña del candidato republicano Donald Trump.

Las declaraciones y comunicados han buscado poner cada vez más sal en la herida demócrata, y este miércoles la campaña acus{o que demócratas, los medios masivos y el gobierno permanente se coludieron para ocultar del público estadunidense (que) Joe Biden es débil, fracasado, deshonesto y no apto para la Casa Blanca. Los asesores de Trump desean que Biden siga como candidato.

Las voces dentro del partido demócrata instando a Biden a hacerse a un lado se multiplican. Legisladores demócratas contemplan firmar una carta pidiendo que su líder abandone su candidatura, No es buena señal que todos los días desde el jueves, Biden y su equipo han tenido que reiterar que no se va ante un coro cada vez más amplio de comentaristas, estrategas electorales y medios nacionales que han dicho que, por el bien del país, debería renunciar a su candidatura.

Biden, se comprometió este miércoles a continuar su campaña por la reelección “hasta el final”, desafiando las crecientes presiones para que abandone su candidatura y mientras se erosiona su apoyo entre los demócratas del Congreso. Se comprometió a continuar con la campaña durante una videollamada con el personal de su equipo electoral en la que les dijo: “Los necesito ahora más que nunca. Voy a seguir luchando. Vamos a hacer esto hasta el final”.

Biden apareció en la videollamada junto a la vicepresidenta, Kamala Harris, con quien almorzó. Ambos hablaron con 
el personal de la campaña mientras estaban abrazados. Harris, entre otras figuras de la cúpula demócrata, se menciona abiertamente entre medios y analistas como posible sustituto del candidato presidencial dañado.




“Nadie me está expulsando. No me estoy saliendo. Estoy en esta contienda hasta el final”, dijo Biden. La Casa Blanca y figuras de la cúpula del Partido Demócrata –incluidos el ex presidente Barack Obama y Hillary Clinton– han repetido lo mismo casi cada día desde la semana pasada.

Hay muchos candidatos “ofrecidos” para remplazar al presidente como candidato, Además de Harris, están el gobernador de California, Gavin Newsom; la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el senador Sherrod Brown, y la promocionada ex primera dama Michelle Obama, quien ha dejado claro que no, pero que según algunas encuestas sería quien tendría la mayor ventaja sobre Trump.

Esta semana se sumaron confesiones sobre el deterioro físico y mental de Biden de los círculos cercanos al presidente. El New York Times publicó un reportaje de cómo personas que han estado en privado con el presidente en las últimas semanas, notaron momentos en que ha aparecido cada vez más confundido o un poco perdido, y que esos episodios parecen volverse más frecuentes, más pronunciados y más preocupantes.

La especulación sobre si Biden se queda o se va también es nutrida por chismes ofrecidos por fuentes cercanas al presidente, con o sin permiso. El Washington Post reportó que en los últimos días Biden ha comentado a aliados que reconoce que éste es un momento difícil para él y que en sus próximos actos tiene que comprobar ante los votantes que es capaz de continuar como presidente.

Fue el equipo de Biden el que propuso un debate tan adelantado, incluso con las reglas que se acordaron, justo con el objetivo de mostrar ante un público escéptico que su edad y su capacidad mental no eran factores… y fue reprobado por su propio examen.

Todos los mencionados como eventuales sustitutos de Biden en la candidatura demócrata se han visto obligados a decir que no están contemplando una posible candidatura, y que lo más importante es la unidad demócrata para derrotar a Trump. Pero a veces ya dejan de mencionar el nombre de Biden al hablar de la tarea fundamental de derrotar la amenaza que representa el republicano.

Mientras, continúan las discusiones entre diversos líderes demócratas y sus filas al evaluar la viabilidad dañada de la candidatura de su presidente. Algunos señalan que Biden ahora podría frenar el potencial del voto anti-Trump si permanece como el candidato.

Una ayudita de la Corte Suprema


La semana comenzó con el fallo de la Suprema Corte de Estados Unidos que determinó que los expresidentes tienen inmunidad por todos los delitos que perpetren durante su mandato, incluidos los considerados graves, siempre y cuando fueran cometido en el contexto de actos oficiales: basta con que un tribunal menor clasifique una falta como parte de un acto oficial para que el responsable quede por encima de la ley.

La jueza Sonia Sotomayor, señaló que esto significa que, en cada uso del poder oficial, el presidente ahora es un monarca absoluto, lo cual es una burla no sólo a la Constitución, sino al fundamento mismo de toda democracia liberal, modelo del que EEUU se considera quintaesencia: el principio de que nadie se encuentra por encima de la ley.

Tres de los seis jueces ultraconservadores que regalaron la impunidad a Donald Trump le deben su cargo.Los efectos de su fallo aberrante se hicieron sentir de inmediato: apenas un día después, la sentencia que se le iba a dictar el 11 de este mes por el desvío de recursos de campaña para comprar el silencio de una ex actriz porno fue aplazada hasta septiembre.

*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)