Eduardo Camín
21/11/2019
Clae
Apenas, terminada la primera ronda de las elecciones en Uruguay, me llamó la atención la frecuente utilización del sustantivo-adjetivo, de una palabra llana de tres silabas, “memoria”. Casi como una referencia obsesiva– la malamemoria de los uruguayos– se paseaba por las calles de las dudas, la incertidumbre se instalaba en los dirigentes políticos y garantizaba el pretexto, que en cierta forma justificaba por sí mismo los resultados, y el descenso electoral del progresismo.
Clae
Museo de la Memoria
Apenas, terminada la primera ronda de las elecciones en Uruguay, me llamó la atención la frecuente utilización del sustantivo-adjetivo, de una palabra llana de tres silabas, “memoria”. Casi como una referencia obsesiva– la malamemoria de los uruguayos– se paseaba por las calles de las dudas, la incertidumbre se instalaba en los dirigentes políticos y garantizaba el pretexto, que en cierta forma justificaba por sí mismo los resultados, y el descenso electoral del progresismo.