Banco de Alimentos atiende a 53.000 personas al mes
Los indicadores que reflejan la mejoría de la situación económica, como la caída del paro o el aumento de las exportaciones, todavía no han mitigado los efectos de la crisis, especialmente entre las capas de la sociedad más vulnerables, entre ellos los niños, que con el fin de las becas para los comedores escolares han de recurrir a las institucionales benéficas. En junio se ha triplicado el número de usuarios en Valencia y la Defensora del Pueblo ya ha pedido a las Administraciones que pongan medios para evitar este drama social.
Al respecto, las imágenes del Banco de Alimentos de Valencia reflejan todavía una cruda realidad. La institución recibe una media de 53.000 familias al mes en sus instalaciones que acuden a recoger productos básicos para poder subsistir, de acuerdo con su presidente, Jaime Serra, quien alerta de que «nunca antes había visto a tanta gente con necesidades».
Ante esta situación, la Generalitat ha diseñado un plan de choque con un presupuesto de 1,2 millones de euros para atender las necesidades de 2.000 familias en riesgo de exclusión social.
Las cifras de la entidad benéfica, que ha estado a punto de tener que cerrar por una deuda contraída con la Seguridad Social, revelan la progresión de la crisis económica. De hecho, ha pasado de atender a 1.500 personas al mes en el año 1995 a las más de 51.800 del pasado ejercicio. En sus orígenes, la organización repartía 100.000 kilos de alimentos anuales. En 2013 la cifra se disparó hasta los 5.489 toneladas. En 2014, su presidente anticipa que se alcanzarán las 6.000 toneladas, equivalentes a más de 500.000 kilos de productos básicos al mes. De hecho, la organización ha detectado un repunte de la demanda de usuarios en el último semestre.
El Banco de Alimentos de Valencia surte a 250 entidades benéficas pero al comprobar la elevada demanda de usuarios («la mayor desde el año 1994») habilitó bancos solidarios de comida dirigidos específicamente a las familias. Cada día, unas 400 acuden personalmente a recoger los alimentos en los centros instalados en la calle Santa Cruz de Tenerife de Valencia y en la localidad de la Pobla de Vallbona.
Al respecto, las imágenes del Banco de Alimentos de Valencia reflejan todavía una cruda realidad. La institución recibe una media de 53.000 familias al mes en sus instalaciones que acuden a recoger productos básicos para poder subsistir, de acuerdo con su presidente, Jaime Serra, quien alerta de que «nunca antes había visto a tanta gente con necesidades».
Ante esta situación, la Generalitat ha diseñado un plan de choque con un presupuesto de 1,2 millones de euros para atender las necesidades de 2.000 familias en riesgo de exclusión social.
Las cifras de la entidad benéfica, que ha estado a punto de tener que cerrar por una deuda contraída con la Seguridad Social, revelan la progresión de la crisis económica. De hecho, ha pasado de atender a 1.500 personas al mes en el año 1995 a las más de 51.800 del pasado ejercicio. En sus orígenes, la organización repartía 100.000 kilos de alimentos anuales. En 2013 la cifra se disparó hasta los 5.489 toneladas. En 2014, su presidente anticipa que se alcanzarán las 6.000 toneladas, equivalentes a más de 500.000 kilos de productos básicos al mes. De hecho, la organización ha detectado un repunte de la demanda de usuarios en el último semestre.
El Banco de Alimentos de Valencia surte a 250 entidades benéficas pero al comprobar la elevada demanda de usuarios («la mayor desde el año 1994») habilitó bancos solidarios de comida dirigidos específicamente a las familias. Cada día, unas 400 acuden personalmente a recoger los alimentos en los centros instalados en la calle Santa Cruz de Tenerife de Valencia y en la localidad de la Pobla de Vallbona.