La "justicia" absolvió y libera a tres agentes de inteligencia militar que secuestraban empresarios durante la dictadura
Los ex agentes de inteligencia militar Leandro Sánchez Reisse, Rubén Bufano y Arturo Silzle fueron absueltos hoy en un juicio oral por secuestros extorsivos a financistas durante la última dictadura, en un fallo dividido en que el Tribunal Oral Federal 6 de esta capital invocó la prohibición constitucional a la doble persecución penal.
Escudo correspondiente al Batallón de Inteligencia 601
Los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y Maria del Carmen Roqueta consideraron que los tres ex agentes civiles del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército ya habían sido juzgados por el secuestro del financista Fernando Combal y ordenaron su inmediata liberación.
El tramo dispositivo del controvertido fallo fue leído al cabo de un juicio por “asociación ilícita agravada” iniciado en febrero pasado, mientras que sus fundamentos serán dados a conocer el próximo 29 de mayo a las 18.
La lectura del fallo estuvo a cargo de la jueza Roqueta, el único miembro del tribunal que expresó su disidencia parcial con el veredicto.
La fiscalía había pedido penas de 17, 12 y 10 años de cárcel para Sánchez Reisse, Bufano y Silzle, respectivamente, en tanto que la querella reclamó penas de 18 años para los dos primeros y 14 al tercero.
En este juicio se ventilaron los secuestros extorsivos de los financistas Carlos Koldobsky, Alberto Martínez Blanco y su cuñado Ricardo Tomasevich, consumados entre 1978 y 1980.
Estos últimos eran dueños del Grupo Puente Hermanos y fueron secuestrados el 20 de septiembre de 1980, pero Martínez Blanco fue liberado con el encargo de buscar el dinero del rescate de Tomasevich, que se concretó tras pagar 680.000 dólares.
Una de sus primera víctimas fue Fernando Combal, dueño de la financiera Finsur, quien mantenía una relación comercial con Sánchez Reisse y su esposa, Mariana Bosch de Achával, prima del entonces vicepresidente del Banco Central, Cristhian Zimermann.
En mayo del 79, el financista fue secuestrado en Buenos Aires, torturado y finalmente liberado tras el pago de un rescate de 200.000 dólares.
En 1980, Sánchez Reisse, Bufano y Martínez fueron detenidos en Suiza cuando intentaban cobrar el rescate del secuestro de Koldobsky en un banco de Zurich, por lo que resultaron procesados en Suiza, que negó su extradición a la Argentina.
Bufano, Martínez y Sánchez Reisse fueron condenados sólo por “chantaje” y no por los secuestros, a cuatro años y medio de prisión, y las esposas de los dos últimos, Mariana Bosch de Achával y Amalia Covas, a dos años y medio.
Los acusados fueron procesados en el 2013 por el juez federal Sebastián Casanello como integrantes de un grupo de agentes de inteligencia que tras la aniquilación de la guerrilla, entre otros objetivos de la represión, se volcaron al secuestro extorsivo de empresarios bajo la fachada de perseguir la “subversión económica”.
Un cuarto acusado, el ex policía federal Luis “El Japonés” García, no compareció en este juicio por motivos de salud.
Al decir por la mañana sus últimas palabras antes del fallo, Sánchez Reisse había pedido a los jueces “toda la clemencia posible” en una eventual condena porque quería, según dijo, “pasar los últimos meses que me quedan de vida con mis hijos”.
Silzle, un ex jugador de fútbol en el club Banfield, luego incorporado al Ejército, sorprendió a los jueces y al público cuando manifestó que “ha sido un honor estar en este juicio” porque, argumentó, “ha sido un lindo debate” y hasta calificó “con un 9” al tribunal que los absolvió.