21 may 2015

LA MAYORIA DE LOS PERITOS SOSTIENE QUE NO HAY INDICIOS PARA AFIRMAR QUE NISMAN FUE ASESINADO


Con precisiones sobre la hora de la muerte

La fiscal Fein recibió el informe de la junta médica. El dictamen de mayoría ratificó puntos esenciales de la autopsia.
 Por Irina Hauser

Los trece peritos oficiales que integraron la junta médica convocada para analizar la muerte de Alberto Nisman concluyeron en su informe que ninguna de las observaciones de la querella de Sandra Arroyo Salgado indica con certeza que lo mataron. Lo sostuvieron ante una de las 25 preguntas que les hizo la fiscal Viviana Fein y que apuntaba específicamente a la teoría del homicidio que sostiene la ex esposa del fiscal. El dictamen de mayoría, que tiene 200 páginas, ratifica además un punto esencial de la autopsia: que la muerte se produjo el domingo 18 de enero entre la mañana y la media tarde. Sólo los forenses designados por la familia insisten en su escrito de minoría en situar el fallecimiento el sábado 17 en un horario coincidente con la presencia del técnico Diego Lagomarsino en el departamento de Nisman. Los golpes que presentaba el cuerpo fueron atribuidos, también por la mayoría, a la caída en el momento del disparo. El espasmo cadavérico fue relativizado como elemento relevante para evaluar los hechos.
Lo que motivó la junta médica convocada por Fein fueron las discrepancias entre los peritos oficiales y los de la querella, quienes habían hecho pública su teoría de que a Nisman lo mataron y que esto sucedió el sábado 17 de enero. La autopsia no daba indicios de intervención de terceros.
Los planteos básicos se mantuvieron. Junto con la mayoría se alineó el perito de la defensa de Lagomarsino, Mariano Castex. El dictamen final fue entregado ayer. Hay un tramo que es crítico con la actuación de los forenses Julio Ravioli y Osvaldo Raffo, que representan a Arroyo Salgado, a quienes se les atribuyen intentos de obstaculizar la junta. Se retiraron de algunos debates o no fueron y a la última reunión llegaron dos horas tarde, cuando ya había terminado. Dejaron su propio reporte y pidieron que nadie lo viera hasta que estuviera presentado el de la mayoría.
La junta respondió preguntas puntuales de la fiscalía: una de ellas pedía que los peritos determinaran si alguna de las observaciones que desde un comienzo había hecho la querella indicaba “con certeza pericial” que se trató de un “homicidio”. La respuesta fue que no.
También determinó que el fallecimiento se produjo, como último horario posible, a las 9 del domingo y que el más cercano a la autopsia (que fue el lunes a las ocho de la mañana) pudo haber sido a la media tarde. Los forenses de la querella, sin embargo, afirman que pasaron más de 36 horas, o sea que para ellos Nisman murió el sábado, cuando Lagomarsino dice que le fue a llevar el arma prestada al fiscal. Arroyo Salgado en reiteradas ocasiones buscó implicarlo. Por el paso de tanto tiempo, la minoría también sostiene que el cuerpo ya no tenía rigidez cadavérica.
El informe original de la autopsia decía que había “espasmo cadavérico” en la mano derecha, una reacción poco frecuente de rigidez del cuerpo cuando la muerte es instantánea. La mayoría de los peritos dice que hay un gesto que podría ser de espasmo, que a veces se confunde con la rigidez, pero que de todos modos, no es un dato que tenga un valor determinante para sacar conclusiones. La duda que se planteaba era que si dos dedos quedaban flexionados con posibilidad de enganchar el arma, cómo es que ésta apareció debajo del hombro izquierdo. A la vez, todos los peritos tienen un punto de coincidencia: que Nisman tuvo una sobrevida de unos minutos.
Nisman tenía un golpe en la cabeza y otro en una pierna. Raffo y Ravioli decían que no tenía golpes, pero en la junta lo admitieron. “Ven que le pegaron”, acomodó la explicación Ravioli. Pero el Cuerpo Médico sostiene que el fiscal estaba de pie y se desplomó. Es posible que mañana se reúnan los criminalistas, que tienen avanzada la evaluación sobre las manchas de sangre, y sean un poco más determinantes que los forenses al hablar de suicidio u homicidio. Luego Fein tendrá que evaluar todas las conclusiones.