ARGENTINA
Recetas peor que la enfermedad
Los economistas más ligados al establishment postulan la devaluación como remedio. Pero la caída de exportaciones se da más por baja de precios que por pérdida de mercados. El Gobierno apuesta al mayor consumo interno para sustituir demanda externa.
Por Javier Lewkowicz
La caída de las exportaciones industriales despierta preocupación y da lugar a diagnósticos disímiles. Entre ellos, el del atraso cambiario y la necesidad de devaluar. En cambio, lo que se observa es que la situación de Brasil y de otros socios comerciales determina la caída de las ventas de productos industriales al exterior. Y que la baja de las ventas externas de manufacturas no afecta la disponibilidad de divisas sino que prende las alertas sobre el empleo. En función de ese diagnóstico, la respuesta del Gobierno no es devaluar sino impulsar la demanda en el mercado interno.
Las exportaciones en el primer trimestre suman 5037 millones de dólares, un 16 por ciento menos que el mismo período del año pasado. A esta altura de 2014, la situación tampoco era positiva, porque las ventas al exterior caían un 9 por ciento frente a 2013. Este año, la baja más fuerte entre los rubros exportadores está en combustibles y lubricantes, por la merma del 52 por ciento en los precios.
Las manufacturas de origen agropecuario cayeron un 10 por ciento, pero también por los precios, que bajaron un 15 por ciento, lo que superó el alza del 6 por ciento en las cantidades vendidas. En los productos primarios las cantidades subieron tanto como bajaron los precios, con resultado neutro. Es decir que en tres de los cuatro rubros de exportación, el elemento determinante de la caída es la situación de los precios internacionales.
Distinto es el caso de las manufacturas de origen industrial, con una caída del 17 por ciento en el primer trimestre, que se explica solamente por la evolución de las cantidades, ya que los precios quedaron estables. ¿A qué se debe ese comportamiento? Para los economistas vinculados con las grandes empresas, sería una manifestación de la “falta de competitividad”, que se resuelve supuestamente con devaluación. En el inicio del año pasado se devaluó la moneda y, sin embargo, las exportaciones industriales en 2014 bajaron un 15 por ciento.
La mitad de las ventas manufacturadas argentinas se dirigen a Brasil, y de ese total el 66 por ciento es del sector automotor. Mientras el total de las exportaciones industriales cayó un 17 por ciento, las que van a Brasil lo hicieron en un 28 por ciento y las automotrices, un 32 por ciento.
La situación económica de Brasil es muy complicada, así se lo transmitieron los funcionarios de ese país al ministro de Economía, Axel Kicillof, y al secretario de Comercio, Augusto Costa, en una visita reciente a Brasilia. La tasa de desempleo de Brasil está en 7,9 por ciento, el mayor nivel de los últimos dos años. El sector automotor cae a un ritmo del 17,5 por ciento. Paradójicamente, Brasil devaluó su moneda en el último tiempo pero no obtuvo buenos resultados y encima subió la inflación. A nivel local, una señal de alerta se encendió cuando Fiat suspendió el viernes pasado a los 1800 trabajadores del área de montaje de su planta en Córdoba.
Hacia Chile y el resto de la región se dirigen el 11,8 por ciento de las exportaciones industriales, que cayeron un 17 por ciento en el último año. Se trata de países en donde la baja de los commodities a nivel global impactó en sus exportaciones y por lo tanto en su nivel de actividad y disponibilidad de divisas para importar. En tanto, las ventas de manufacturas a la Unión Europea, cuya situación económica tampoco es holgada, bajaron un 20 por ciento.
La evaluación de los socios comerciales no implica la inexistencia de problemas de competitividad puntuales, aunque éstos no explican la actual dinámica de las exportaciones y, menos todavía, se resuelven con un alza del dólar.
La situación de las ventas externas de productos industriales no afecta la disponibilidad de divisas, que está determinada por las exportaciones del agro. La idea del gobierno nacional es tratar de suplir la caída de las exportaciones con demanda interna, a través de la política de ingresos, la obra pública y el efecto positivo sobre el consumo que espera de las subas salariales, luego de las negociaciones paritarias.