12 de Febrero de 2017
En los últimos días patrullas de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) aumentaron las redadas en busca de inmigrantes indocumentados, que, según testigos y organizaciones de derechos civiles, concluyeron no sólo en la deportación de personas con antecedentes, sino en personas sin historial criminal.El presidente estadounidense, Donald Trump, defendió el aumento en todo el país de las redadas para detener a inmigrantes sin documentos, recordó que fueron parte de sus promesas de campaña y argumentó que la mayoría de los que serán deportados son "miembros de bandas y traficantes de droga".
"La campaña contra criminales ilegales es meramente el cumplimiento de mi promesa de campaña. Miembros de bandas, traficantes de droga y otros están siendo deportados", aseguró el mandatario en la red social de Twitter, el medio habitual al que apela para opinar sobre los distintos temas de la agenda oficial.
Trump firmó el 25 de enero dos decretos migratorios que, además de exigir la construcción de un muro con México, pedían el aumento de fuerzas de seguridad para acelerar las redadas en busca de inmigrantes indocumentados, poniendo el acento en personas con antecedentes criminales, pero también faltas menores sin sentencia condenatoria.
Esta decisión supone un endurecimiento de las deportaciones con respecto al anterior gobierno de Barack Obama, que daba prioridad a los inmigrantes sin papeles y con condenas criminales o delitos graves.
En los últimos días patrullas de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) aumentaron las redadas en busca de inmigrantes indocumentados, que, según testigos y organizaciones de derechos civiles, concluyeron no sólo en la deportación de personas con antecedentes, sino en personas sin historial criminal.
Esto ha provocado que el miedo se extienda en las principales ciudades estadounidensescon importante presencia de inmigrantes. Pese a ello, las protestas se multiplicaron en todo el país y, en algunos casos, hasta intentaron bloquear el traslado de los detenidos, aunque los funcionarios de inmigración y policiales han asegurado que todos los procedimientos fueron de "rutina".
Organizaciones que defienden los derechos de inmigrantes informaron en los últimos tiempos que cientos de extranjeros sin papeles fueron detenidos en diversas redadas sólo en el sur de California, una de las zonas con mayor presencia de latinoamericanos del país.