El Caballo de Troya en el Correo
Por LAURA MANFREDI |
9 de febrero de 2017
Además de autoperdonarse el 98% de la deuda por el Correo Argentino, como reveló ayer en exclusiva Nuestras Voces, la familia Macri denunció al Estado y le inició un contra juicio. De esta manera, no solo evitará pagar la deuda, sino que terminará “cobrando” del Estado miles de millones, una cifra que aún no negoció Macri consigo mismo.En el escandaloso caso del Correo Argentino, el Presidente Mauricio Macri se autoperdonó 70 mil millones de pesos del estado, pero “dejó” un poco más de mil millones de pesos por pagar al Estado, en cuotas que llegan hasta 2033. En realidad, ese “puchito” es un Caballo de Troya, la ventana para su próximo gran desfalco: el Correo Argentino inició una serie de juicios contra el Estado que ahora “cerrarán” a cambio de esa deuda que dejó y, quién lo duda, algunos millones más que Macri debe negociar con Macri.
Así está contemplado en el plan empresarial de la Famiglia: ganarle juicios al Estado por la estatización del Correo Argentino (implementada por Néstor Kirchner) y, con aquel mismo dinero, pagarle la pequeña porción de deuda restante y ganar varios miles de millones más. En el escandaloso acuerdo, el expediente aclara que el Correo podría pagarle en la misma especie que el estado le pague, bonos, edificios o lo que sea. De esta manera podrán neutralizar la deuda sin “gastar” del presupuesto, y se garantizan cobrar todo el efectivo.
Historia de una privatización
La familia Macri obtuvo, en 1997 y gracias al ex presidente Carlos Menem, la concesión del Correo Argentino. Sin embargo, el grupo no cumplió con ninguno de los puntos acordados en el contrato. Entre otras cosas, decidieron unilateralmente omitir el pago del canon de 51 millones semestrales pactado a partir del año 2000. La excusa, fue el incumplimiento por parte del Estado en la regulación de la actividad. Un sector con más de 86 gremios a los que la familia Macri debía enfrentar por llevar a cabo un plan de despidos masivos dentro de la empresa. Tiempo después, la propia empresa había dado por saldadas las cuentas por otras deudas que el Estado tenía para con ellos.
Además de omitir el pago del canon, los Macri incrementaron un 750 por ciento la tarifa de la casilla postal, dolarizaron las tarifas correspondientes a envíos al exterior –por supuesto, sin previa autorización por parte de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC)– y obtuvieron contrataciones directas sin ningún tipo de control por parte del Estado.
Además de omitir el pago del canon, los Macri incrementaron un 750 por ciento la tarifa de la casilla postal, dolarizaron las tarifas correspondientes a envíos al exterior y obtuvieron contrataciones directas sin ningún tipo de control por parte del Estado.
Un año después de adquirir la concesión, con la intención de cotizar en el mercado de capitales de Nueva York y con conocimiento de que aquello no estaba permitido si se trataba de empresas concesionadas,transfirieron acciones de la empresa Itron a la empresa Sideco Americana, sin consentimiento de la CNC.
Apenas 3 años después de haber obtenido la concesión, la familia Macri ya le debía al Estado casi 1.000 millones de pesos: 408 millones por aquel canon nunca pago, 60 millones a raíz de préstamos al Banco Nación y 528 millones por aportes patronales evadidos frente a la AFIP.
El dato de color. No sólo se trataba de acumular deuda, sino también causas judiciales de lo más variadas: por haber hecho pasar como inversión inicial dinero utilizado en la indemnización de los despidos, por contrataciones directas por parte del Estado y por haber realizado fusiones de empresas sin ningún tipo de autorización, entre otros ejemplos.
“Buscaron mecanismos de compensación del Estado, intentaron fusionarse con otras empresas y, finalmente, se presentaron en quiebra como una forma de presionar al Estado para que no dejara caer a una empresa, con lo que eso significaría en cuanto a la situación de los trabajadores”, explica Gabriela Cerruti en su libro El Pibe, donde se revelan en detalle estas cuestiones.
La reestatización
En 2003, poco tiempo después de asumir como presidente, Néstor Kirchner reestatizó el servicio en medio de denuncias, causas judiciales y el colapso de la propia empresa. Recién en noviembre de 2005 se retiraron del Correo Argentino y lo declararon en quiebra, pero no sin antes encargarse de denunciar al Estado por incumplimiento de contrato.
Aquel juicio, es uno de los que la familia Macri espera cobrar para saldar su deuda reducida a un 1 por ciento de los más de 71 mil millones iniciales.
Mauricio es Macri
Ayer, las redes sociales decidieron volver a gritar que “Mauricio, es Macri”. La condonación de la deuda -de Macri por Macri- se instaló como uno de los temas más debatidos en la red durante más de cuatro horas. Los usuarios se encargaron de resaltar la ironía de las políticas de Cambiemos y las diversas varas de acuerdo a quién se mide.
La comparación resulta inevitable: mientras en la sociedad se viven día a día nuevas políticas de ajuste y serios achiques en espacios claves del sector público, los recursos siguen siendo redirigidos ya ni siquiera hacia el sector privado, sino hacia la propia familia presidencial.
@malaumanfre
En 2003, poco tiempo después de asumir como presidente, Néstor Kirchner reestatizó el servicio en medio de denuncias, causas judiciales y el colapso de la propia empresa. Recién en noviembre de 2005 se retiraron del Correo Argentino y lo declararon en quiebra, pero no sin antes encargarse de denunciar al Estado por incumplimiento de contrato.
Aquel juicio, es uno de los que la familia Macri espera cobrar para saldar su deuda reducida a un 1 por ciento de los más de 71 mil millones iniciales.
Mauricio es Macri
Ayer, las redes sociales decidieron volver a gritar que “Mauricio, es Macri”. La condonación de la deuda -de Macri por Macri- se instaló como uno de los temas más debatidos en la red durante más de cuatro horas. Los usuarios se encargaron de resaltar la ironía de las políticas de Cambiemos y las diversas varas de acuerdo a quién se mide.
La comparación resulta inevitable: mientras en la sociedad se viven día a día nuevas políticas de ajuste y serios achiques en espacios claves del sector público, los recursos siguen siendo redirigidos ya ni siquiera hacia el sector privado, sino hacia la propia familia presidencial.
@malaumanfre