TEL AVIV (ANSA / Luca Mirone)19.05.2024
FOTO: Gantz, "plan sobre Gaza a más tardar el 8 de junio o abandono el gobierno". © ANSA/EPA
El gobierno israelí está experimentando un nuevo shock que corre el riesgo de debilitar a Benjamin Netanyahu, que lidia con la fatídica operación militar en Rafah.
Después del ministro de Defensa, Yov Gallant, fue Benny Gantz quien encendió la polvareda, al darle un ultimátum al primer ministro: si no se formaliza antes del 8 de junio un plan de acción general sobre Gaza que incluya el futuro político de la Franja "en una direccion EEUU-UE-Árabe", el líder centrista abandonará el ejecutivo de emergencia.
"Tienes que elegir, si no eliges, abandonaremos el gobierno", fue el perentorio mensaje dirigido a Netanyahu por Gantz, durante una rueda de prensa anunciada a primera hora de la tarde.
La petición al liderazgo es "ver el panorama general", elaborando un plan de seis puntos que se aprobará dentro de algunas semanas. Las principales exigencias: "recuperar a los rehenes, derrocar a Hamás y desmilitarizar Gaza". Y, sobre todo, elegir "una dirección con Estados Unidos, la UE, los árabes y los palestinos que siente las bases de una futura alternativa para Gaza que no sea Hamás ni Abu Mazen".
Es precisamente esto, la estructura posconflicto de la Franja, el tema que más divisiones genera en el poder ejecutivo.
Gantz siguió al ministro de Defensa, Yoav Gallant, que en los últimos días había atacado públicamente al primer ministro por su "indecisión" respecto a la posguerra en la Franja. El líder de los centristas fue más al fondo. Acusar a "algunos políticos de comportarse de manera cobarde pensando sólo en sí mismos": una referencia a Netanyahu, pero probablemente también a la estructura de gobierno de la derecha ortodoxa, que, como el primer ministro, no quiere oír hablar de gobierno palestino en Gaza. "En los últimos tiempos -añadió- algo ha ido mal, no se han tomado las decisiones esenciales, una pequeña minoría nos está llevando contra los peñascos".
El terremoto que sacudió al Gabinete de Guerra israelí se produjo en un momento en el que no hay señales de una tregua con Hamás. Fuentes negociadoras dijeron que las tratativas para la liberación de más rehenes habían sido suspendidas. En particular, seguirían existiendo diferencias muy grandes sobre la fecha límite para el fin de la guerra y sobre el veto de Israel sobre los nombres de los terroristas cuya liberación Hamás podría solicitar.
La única noticia es que se recuperó el cuerpo de otro rehén, Ron Benjamin, asesinado el 7 de octubre. La operación de las fuerzas israelíes es la misma que permitió ayer traer a casa otros tres cadáveres, incluido el de la joven alemana- israelí Shani Louk, una de los prisioneros simbólicos del ataque de Hamás.
En el estancamiento de las negociaciones, "en un callejón sin salida", los bombardeos sobre Rafah continuaron con intensidad, mientras las tropas terrestres explicaron que habían "continuado llevando a cabo operaciones selectivas" en la zona oriental de la ciudad fronteriza con Egipto, encontrando armas y explosivos de Hamás. Pero el hospital kuwaití informó de una redada en un campo de refugiados que provocó víctimas. También se registraron batallas en el norte, en Jabalia y en el centro de Gaza. En toda la Franja, "más de 70 objetivos de Hamás" fueron alcanzados en 24 horas, anunció el ejército israelí, que se atribuyó la responsabilidad de la eliminación de dos destacados exponentes de la Jihad Islámica en ataques separados.
Islam Khamayseh murió en el bombardeo realizado en Cisjordania. Se le consideraba responsable de una serie de ataques terroristas en la zona de Jenin y estaba preparado para nuevas operaciones "en el futuro inmediato".
En el frente humanitario, la situación sigue empeorando. Según la UNRWA, los palestinos que huyen de Rafah ascienden a 800.000, casi la mitad de la población, y la ayuda sigue siendo insuficiente. Aunque las primeras entregas se realizaron desde el muelle temporal instalado por Estados Unidos, los propios estadounidenses y las ONG presionan a Israel para que abra los pasos terrestres.
En Washington continúan los trabajos para evitar una escalada del conflicto. El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, voló a Arabia Saudita para reunirse con el príncipe heredero Mohammed bin Salman. La próxima parada será mañana en Israel, para conversar con Netanyahu. Mientras tanto, la Administración Biden también mantiene la puerta abierta a Teherán. De acuerdo con Axios, dos altos funcionarios estadounidenses mantuvieron conversaciones indirectas con funcionarios iraníes en Omán esta semana. Las primeras desde enero.
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