Mirko C. Trudeau
On May 11, 2024
La administración del presidente Joe Biden propuso una nueva norma que permitirá a Estados Unidos expulsar más rápidamente a algunos inmigrantes indocumentados que buscan solicitar asilo, mientras la Casa Blanca lidia con un aumento histórico de la inmigración ilegal que ha puesto a prueba los recursos estatales y locales y convertirse en un lastre político de cara a las elecciones de noviembre.
La propuesta del Departamento de Seguridad Nacional, permitiría a los funcionarios de inmigración realizar una determinación inicial de elegibilidad en el momento en que los inmigrantes son evaluados por primera vez para determinar su estatus de asilo.
Eso permitiría a EEUU calificar más rápidamente a personas como riesgos para la seguridad nacional o pública y acelerar la deportación en comparación con el sistema actual. Se trata de un porcentaje relativamente pequeño de los interceptados en la frontera, y los funcionarios consideran que la medida es relativamente menor en comparación con algunas de las restricciones adicionales al proceso de asilo que podrían incluirse en una orden ejecutiva presidencial que se está considerando actualmente.
La administración Biden han estado considerando acciones unilaterales en la frontera desde el colapso de un acuerdo bipartidista –entre demócratas y republicanos- negociado en el Senado, que el candidato presidencial republicano Donald Trump instó a los miembros de su partido a rechazar.
El tema de la migración es uno de los principales de la campaña presidencial, donde todo hace prever un nuevo enfrentamiento entre Biden y Trump, como cuatro años atrás. Trump ha criticado a Biden por la tasa de cruces fronterizos y prometió implementar restricciones más draconianas si es elegido en noviembre.
Algunas de las medidas fronterizas que Trump intentó implementar durante su primer mandato fueron posteriormente revocadas por tribunales federales, limitando las posibles acciones de Biden para restringir los flujos fronterizos ilegales. Como regla propuesta, es probable que este nuevo esfuerzo del gobierno tome tiempo antes de que se implemente mientras se busca superar obstáculos regulatorios.
690 mil deportados
La administración Biden han estado considerando acciones unilaterales en la frontera desde el colapso de un acuerdo bipartidista –entre demócratas y republicanos- negociado en el Senado, que el candidato presidencial republicano Donald Trump instó a los miembros de su partido a rechazar.
El tema de la migración es uno de los principales de la campaña presidencial, donde todo hace prever un nuevo enfrentamiento entre Biden y Trump, como cuatro años atrás. Trump ha criticado a Biden por la tasa de cruces fronterizos y prometió implementar restricciones más draconianas si es elegido en noviembre.
Algunas de las medidas fronterizas que Trump intentó implementar durante su primer mandato fueron posteriormente revocadas por tribunales federales, limitando las posibles acciones de Biden para restringir los flujos fronterizos ilegales. Como regla propuesta, es probable que este nuevo esfuerzo del gobierno tome tiempo antes de que se implemente mientras se busca superar obstáculos regulatorios.
690 mil deportados
Desde el 11 de mayo de 2023, cuando se levantó el Título 42, la política migratoria de la era Trump que en tres años permitió regresar a México a migrantes sin documentos, y hasta abril pasado, el gobierno estadounidense ha deportado a más de 690 mil indocumentados. Se trata del mayor número de expulsiones en más de una década, según información del Departamento de Seguridad Nacional.
La gran mayoría de los rechazados cruzó de manera irregular la frontera con México y representa apenas una fracción del total de encuentros con extranjeros registrados por las autoridades estadounidenses en el último año, que usan este término para contabilizar tanto a quienes hicieron repetidos intentos de pasar la frontera durante el mismo año fiscal, como a los solicitantes de asilo expulsados, deportados o puestos en libertad en suelo estadounidense, donde esperarán la resolución de sus solicitudes.
A fines de marzo, Biden ordenó a su equipo de seguridad nacional que trabajara con las autoridades mexicanas para frenar el número de cruces fronterizos ilegales. Desde entonces, la administración ha anunciado nuevas medidas, con una aplicación más estricta de la inmigración en ferrocarriles, autobuses y aeropuertos, así como un aumento de los vuelos de repatriación tanto desde Estados Unidos como desde México.
Mientras, cientos de migrantes provenientes de Colombia, Venezuela, Ecuador, El Salvador y Honduras avanzan desde hace un mes por el estado mexicano de Oaxaca en búsqueda del sueño americano, tras recoirrer más de 700 kilómetros a pie por las regiones del Istmo de Panamá, la Selva del Darién, y en México Costa, Sierra Sur y ahora los Valles Centrales.
La gran mayoría de los rechazados cruzó de manera irregular la frontera con México y representa apenas una fracción del total de encuentros con extranjeros registrados por las autoridades estadounidenses en el último año, que usan este término para contabilizar tanto a quienes hicieron repetidos intentos de pasar la frontera durante el mismo año fiscal, como a los solicitantes de asilo expulsados, deportados o puestos en libertad en suelo estadounidense, donde esperarán la resolución de sus solicitudes.
A fines de marzo, Biden ordenó a su equipo de seguridad nacional que trabajara con las autoridades mexicanas para frenar el número de cruces fronterizos ilegales. Desde entonces, la administración ha anunciado nuevas medidas, con una aplicación más estricta de la inmigración en ferrocarriles, autobuses y aeropuertos, así como un aumento de los vuelos de repatriación tanto desde Estados Unidos como desde México.
Mientras, cientos de migrantes provenientes de Colombia, Venezuela, Ecuador, El Salvador y Honduras avanzan desde hace un mes por el estado mexicano de Oaxaca en búsqueda del sueño americano, tras recoirrer más de 700 kilómetros a pie por las regiones del Istmo de Panamá, la Selva del Darién, y en México Costa, Sierra Sur y ahora los Valles Centrales.
En el año fiscal 2023 (del primero de octubre de 2022 al 30 de septiembre de 2023), el gobierno de Joe Biden registró casi 2.5 millones de encuentros con migrantes en la frontera con México. Se trata de una cifra récord que está en camino de ser superada, porque en lo que va del año fiscal 2024, los agentes fronterizos han reportado más de un millón 340 mil de esos encuentros, lo que significa un aumento de casi 10 por ciento respecto al número registrado 12 meses atrás.
Si se suman los realizados de octubre de 2019 a marzo pasado, suman más de 10 millones, pero en los últimos años re reporta un cambio significativo en el origen de los extranjeros que cruzan sin permiso.
En el año fiscal 2021, 80 por ciento de quienes atravesaron el río Bravo rumbo al norte provenían de cuatro países: México, Guatemala, El Salvador y Honduras. En 2022 la tendencia cambió; ahora se reporta un creciente número de venezolanos, cubanos y nicaragüenses, y disminución de mexicanos, salvadoreños, hondureños y guatemaltecos. Además, ha crecido el número de brasileños, ecuatorianos, haitianos y de personas provenientes de países africanos, asiáticos y europeos.
Los mexicanos encabezan la lista de migrantes que intentan ingresar a Estados Unidos, pero no la de solicitantes de asilo, en la que destacan venezolanos, cubanos, colombianos, nicaragüenses y haitianos.
* Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).