13 jun 2014

Presión de Estados Unidos a El Salvador por semillas de Monsanto

MONSANTO

Ricardo Navarro, presidente de CESTA, en El Salvador, instó a Estados Unidos a dejar de presionar al gobierno salvadoreño para que adquiera las semillas de Monsanto.


Foto: Corey Templeton
Según informó el portal Sustainable Pulse, dedicado al tema de los organismos genéticamente modificados, Estados Unidos está ejerciendo una presión sobre El Salvador, para que éste adquiera semillas transgénicas provenientes de la empresa Monsanto. Si el país centroamericano se negara, Estados Unidos estaría dispuesto a retener unos 300 millones de dólares, de las ayudas que destina a ese país.
Al parecer, las ayudas provenientes de “Millennium Challenge Corporation” (Corporación del Reto del Milenio), organismo estadounidense de ayuda exterior, de carácter independiente, se cortaron a finales del 2013. Entre los motivos de esta suspensión, se supo que el organismo no retomaría la ayuda a menos que El Salvador llevara adelante diversas reformas que tenían que ver fundamentalmente con el plano económico y medioambiental. Una de ellas refería precisamente a la adquisición de semillas transgénicas, que sustituyeran a las no modificadas de la agricultura local.

Se llama Monsanto

El Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA), una ONG ambientalista, se expresó a través de su presidente, Ricardo Navarro, instando a Estados Unidos a retirar las demandas y sanciones, aduciendo que solo pretenden favorecer a la empresa transnacional en detrimento de la producción local. Navarro señaló al diario Verdad Digital que: “quisiera decirle a la embajadora de Estados Unidos, Mari Carmen Aponte, que no esté presionando al Gobierno de El Salvador para que le compre semilla mejorada a Monsanto”.
“Si hay una corporación dañina en el planeta se llama Monsanto”, enfatizó el presidente de CESTA, quien además manifestó que le parecía sumamente preocupante que Estados Unidos estuviera promoviendo a la empresa.
Además, hace pocos meses, investigadores descubrieron que la enfermedad renal crónica que acecha a los agricultores de toda Centroamérica y que ha provocado ya varias muertes, podría estar estrechamente vinculada a Roundup, el herbicida provisto por Monsanto.

Bioacumulación de glifosato en leche materna alarma a investigadores



El estudio piloto demostró la acumulación de glifosato en la leche materna / Foto: Jake Krohn
Un estudio realizado para analizar la presencia de glifosato en la leche materna de mujeres estadounidenses, reveló que 3 de cada 10 muestras contenían grandes niveles del herbicida.
Los resultados de la investigación llevada a cabo por Moms Across America y Sustainable Pulsedemuestran la existencia de una acumulación del glifosato en el cuerpo de las mujeres. Hasta ahora era algo refutado por las autoridades reguladoras mundiales y la industria de la biotecnología.
Los niveles encontrados en la leche materna, de 76 a 166 microgramos por litro, son hasta 1600 veces superiores a lo permitido por la Dirección de Agua Potable de Europa, pero por debajo de los 700 microgramos por litro admitidos en los Estados Unidos.
También se analizaron 35 muestras de orina y 21 muestras de agua potable en diferentes puntos del país en donde se encontró que los niveles de glifosato en la orina eran 10 veces mayores a los obtenidos en una prueba en Europa realizada por Los amigos de la Tierra en el año 2013.
Aunque el estudio no sea una investigación científica completa, trata de inspirar a cuerpos reguladores y científicos independientes en el planeta a revisar a fondo el impacto del glifosato. “El propósito de este proyecto de análisis de glifosato es arrojar una luz sobre la presencia de este químico en nuestra agua, nuestros niños y la leche materna, esperando inspirar futuros estudios científicos”, comentó Zen Honeycutt, Directora de la Fundación Moms Across America.
El glifosato es uno de los herbicidas más vendidos en el mundo, perteneciente a la marca Monstanto. En Europa, los alimentos transgénicos pertenecientes a esta empresa han encontrado gran oposición por parte de la población y los agricultores por no ser considerados seguros para la salud humana. Debido a su prohibición en algunos países, en 2013 la empresa anunció su retirada del mercado europeo.