A menos de un año de que Argentina y Uruguay se enfrascaran en una dura polémica cuando el gobierno de José Mujica autorizara a UPM a incrementar su producción de celulosa de 1,1 millones a 1,2 millones de toneladas ahora la empresa finlandesa recibió permiso para incrementar su producción a 1,3 millones.
La empresa informó escuetamente que tras haber cumplido los requerimientos ambientales que se le pidieron puede aumentar su producción a los niveles que había pedido originalmente en 2011.
De esta forma, la planta producirá aproximadamente un tercio de los 3,3 millones de toneladas que produce en todo el mundo cada año. El grupo emplea en la fabricación de pasta de celulosa en todo el mundo unas 1.500 personas, de las cuales unas 200 trabajan en la fábrica de Fray Bentos. Tiene tres plantas en Finlandia además de su fábrica uruguaya. En total la empresa tiene 21.000 empleados y sus ventas anuales se ubican en alrededor de US$1.353 millones.
Se está esperando que en estos días comience su producción en Conchillas la otra planta de celulosa existente en Uruguay, perteneciente al grupo sueco-finlandés Stora-Enso y al chileno Arauco que también tendrá una capacidad de producción máxima de 1,3 millones de toneladas. Montes del Plata recibió este mes las correspondientes autorizaciones ambientales y es inminente que comience a producir.
La autorización a UPM se da en la misma semana en que visitó Uruguay el subsecretario de Relaciones Comerciales de Finlandia, Matti Anttonen.
El vicepresidente de la República, Danilo Astori, comentó ayer a El País que la empresa había pedido originalmente en 2011 1|,3 millones de toneladas. Aseguró que Argentina estaba al tanto de la intención del gobierno de permitir un nuevo incremento de la producción. Cuando se le consultó si esperaba nuevos problemas con el país vecino consideró que eso es “impredecible”. “La autorización concedida previamente era una parte de lo que se había acordado. Sabemos que hemos tenido dificultades (con Argentina) y no solo por este tipo de cosa, también por decisiones argentina que terminan afectando directa o indirectamente los intereses de los uruguayos”, señaló. El gobierno lidiará con cualquier situación que se presente con “paciencia, profesionalismo y perseverancia” y también con “diálogo”.
El vicepresidente de la República, Danilo Astori, comentó ayer a El País que la empresa había pedido originalmente en 2011 1|,3 millones de toneladas. Aseguró que Argentina estaba al tanto de la intención del gobierno de permitir un nuevo incremento de la producción. Cuando se le consultó si esperaba nuevos problemas con el país vecino consideró que eso es “impredecible”. “La autorización concedida previamente era una parte de lo que se había acordado. Sabemos que hemos tenido dificultades (con Argentina) y no solo por este tipo de cosa, también por decisiones argentina que terminan afectando directa o indirectamente los intereses de los uruguayos”, señaló. El gobierno lidiará con cualquier situación que se presente con “paciencia, profesionalismo y perseverancia” y también con “diálogo”.
Para permitirle producir 1,2 millones de toneladas anuales el gobierno le pidió a UPM diversas inversiones de mejoramiento ambiental por US$6 millones. La empresa también tuvo que adecuar en un plazo de tres meses las instalaciones del patio de almacenamiento de la planta, para evitar que en caso de lluvias se produzca arrastre de lodos de cal que se puedan producir desde ese espacio cuando llueve.
Asimismo, debió instalar un sistema de control diario de la carga de fósforo que ingresa al sistema de tratamiento biológico y de la que se vierte con el efluente final. También debió realizar la instalación de un sistema de enfriamiento a 30 grados de los efluentes.
En aquel momento, el canciller Luis Almagro, dijo que como consecuencia de la autorización a UPM “se pudrió todo” en la relación con Argentina. Este país amenazó con volver a plantear el tema en la Corte Internacional de la Haya. Luego se reavivaron las protestas de los ambientalistas de Entre Ríos contra la fábrica pero el tema parece haberse calmado recientemente. UPM está analizando la posibilidad de construir una tercera planta en el este del país.