Señaladas como faltas graves las imágenes del asesinato de un policía o la noticia de rehenes escondidos en las matanzas de París
- GABRIELA CAÑAS París 13 FEB 2015
Las televisiones y las radios francesas, que contaron en tiempo real los atentados yihadistas ocurridos en París entre el siete y el nueve de enero, cometieron cuatro infracciones graves, según ha dictaminado el Consejo Superior del Audiovisual (CSA). Tras un largo debate sobre la cobertura de esas 56 horas de convulsión nacional que costaron la vida a 20 personas (incluidos los tres terroristas), este organismo oficial considera que algunos medios vulneraron el respeto a la dignidad humana y pusieron en riesgo la seguridad de ciudadanos. Alguna emisora, como France Info, ya ha anunciado que recurrirá la decisión que, de momento, no supone ninguna sanción.
El debate sobre la cobertura de los hechos se desató inmediatamente después de los atentados. El CSA, en previsión de lo que pudiera ocurrir, dada la magnitud de los ataques, hizo una llamada a la prudencia el viernes nueve de enero, el día en que los yihadistas estaban rodeados por la policía en dos lugares diferentes, en ambos casos con rehenes escondidos.
El CSA considera un mes después que muchos medios no respetaron las reglas debidas. Cuatro son las infracciones detectadas. En primer lugar, la difusión de las imágenes del policía Ahmed Merabet rematado en el suelo por los agresores cuando huían de la sede del semanario satírico Charlie Hebdo. Igualmente, la información del día 9 por la tarde de que se había desatado un tiroteo en la imprenta donde se habían refugiado los yihadistas Saïd y Chérif Kouachi a pesar de que su amigo y presunto cómplice, Amedy Coulibaly, continuaba encerrado en el supermercado de alimentación kosher con una veintena de rehenes. El CSA también critica la difusión de que había personas escondidas en la imprenta y en el supermercado Hyper Cacher cuando todavía los terroristas no habían sido abatidos.
Son varios los medios amonestados por tales infracciones graves. La publicación de las imágenes de la muerte del agente Merabet, un hecho denunciado inmediatamente por la familia del policía, le supone esta especie de tarjeta amarilla a France 24. Contar en tiempo real el tiroteo habido en la imprenta de Dammartin-en-Goële, donde los hermanos Kouachi estaban refugiados, les ha valido la amonestación a BFM TV, Euronews, France 2, France 24, iTélé, LCI, TF1, Europe 1, France Info, France inter, RFI, RMC y RTL.
France 2, TF1 y RMC han sido amonestadas por informar de que había personas escondidas en ambas instalaciones cuando todavía los terroristas estaban dentro armados y, aparentemente, dispuestos a matar a los rehenes atrapados. Además, iTélé y LCI vulneraron los códigos audiovisuales, según el CSA, al identificar a los hermanos Kouachi antes de que la policía lo hubiera confirmado.
No hay infracción grave ni leve, sin embargo, para la difusión de las conversaciones que Chérif Kouachi y Amedy Coulibaly mantuvieron por teléfono con un periodista de la cadena BFM horas antes de ser abatidos. En ese caso, el presidente del CSA, Olivier Schrameck, ha explicado a Le Figaro que “se ha respetado la dignidad de las personas y el orden público”. La difusión de tales conversaciones grabadas se realizó cuando ya ambos yihadistas habían sido abatidos. En ellas, Kouachi y Coulibaly se identificaban como combatientes de Al Qaeda y del Estado Islámico respectivamente, pero, además, BFM suprimió todo lo que consideró pura propaganda terrorista.
De momento no hay castigo alguno por esas faltas que el CSA considera graves y que suman 21 amonestaciones. “Una vez que se ha llamado la atención a los medios sobre estos hechos tendrían que cometer la misma infracción, de la misma naturaleza, para imponerles sanciones”, explica Clara Martin, encargada de prensa del organismo. Las sanciones pueden suponer la imposición de la pantalla en negro e incluso la retirada de la concesión de emisión. Lo habitual, sin embargo, es que el CSA imponga multas a los infractores. La cadena radiofónica France Info ha anunciado que recurrirá la decisión contra ella. “No habíamos recibido consigna alguna” sobre la necesidad de ocultar el inicio del tiroteo en Dammartin, ha dicho Erik Kervellec, director de la redacción.
El CSA es un organismo creado en 1989 para velar por la pluralidad informativa y los códigos de conducta. Su consejo es nombrado por la presidencia de la República, la presidencia del Senado y la presidencia de la Asamblea Nacional. Una decena de políticos, periodistas y expertos en comunicación lo conforman. Entre sus competencias está también la atribución de frecuencias.