Los enfrentamientos en el Este causan al menos una treintena de muertos
RODRIGO FERNÁNDEZ Moscú 13 FEB 2015
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, advirtió este viernes de que no había que hacerse ilusiones sobre el cumplimiento de los nuevos acuerdos de Minsk, que incluyen un alto el fuego incondicional a partir de la medianoche del sábado al domingo. Los combates y los ataques contra las localidades del este del país continuaban durante la jornada de este viernes, sólo un día después de que los líderes de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania llegaran a un pacto global en la capital bielorrusa, el segundo en un año de guerra.
“No quiero que nadie se haga ilusiones. Y parecer un ingenuo. Falta mucho todavía para lograr la paz y nadie tiene la certeza de que las condiciones para la paz que fueron firmadas en Minsk se cumplirán”, señaló Poroshenko durante una visita a un centro de entrenamiento, agregando que, sin embargo, “hay esperanzas” de que se abra el camino que conducirá a la paz.
Pero en el terreno la situación sigue siendo compleja y tensa en las zonas rebeldes de Donetsk y Lugansk, donde habrían perecido al menos una treintena de personas en las últimas 24 horas, entre civiles y militares. En Lugansk, murieron al menos 10 personas, cuatro de ellas cuando un proyectil de artillería cayó en un café, dejando, además, cinco heridos entre clientes y transeúntes. Tres están graves. Durante la noche del jueves al viernes los bombardeos por parte de las fuerzas gubernamentales mataron a otras tres personas y varios obuses disparados a lo largo del día causaron destrozos que inutilizaron en parte las redes de suministro de agua y electricidad.
Donetsk, según informes del Ayuntamiento, sufrió también los bombardeos de la artillería ucrania, que dejaron al menos tres muertos y 14 civiles heridos. Hubo asimismo ataques contra otras localidades rebeldes, particularmente contra Górlovka, donde perecieron cuatro personas.
Los combates más encarnizados se dieron en los alrededores de la estratégica ciudad de Debáltsevo, donde los separatistas aseguran tener cercados a miles de soldados ucranios. Kiev niega que sus efectivos estén atrapados y dice que resisten en sus posiciones. Según un portavoz militar, en los últimos enfrentamientos con los separatistas murieron ocho soldados y 34 resultaron heridos. Los rebeldes reiteraron el llamamiento a deponer las armas a los resistentes y los instaron a abandonar la ciudad antes de que entre en vigor el alto el fuego.
Pável Klimkin, ministro ucranio de Exteriores, declaró en Kiev que los líderes rebeldes del este de Ucrania no serían indultados por el presidente Poroshenko. Klimkin explicó en el Parlamento que la amnistía que debe aprobarse, según el plan de paz de Minsk, se concretará en una ley que discutirán y votarán los diputados.
Mientras, el Kremlin desmintió que el presidente ruso, Vladímir Putin, hubiera prometido liberar a la piloto ucrania Nadezhda Sávchenko, como informaron algunos medios. El portavoz Dmitri Peskov explicó que Kiev planteó el caso durante la cumbre de Minsk, pero aclaró que la parte rusa no dio ningún tipo de garantías al respecto. Sávchenko está en la cárcel, acusada de complicidad en el asesinato de dos periodistas rusos que perecieron en el este de Ucrania.