BUSCAN CONVENCER A PUTIN CON UN NUEVO PLAN DE PAZ PARA UCRANIA
Hollande dijo que el plan franco-alemán se basaría en la “integridad territorial” de Ucrania y requeriría un alto el fuego duradero. Es un plan basado en nueve puntos originalmente presentados por el primer ministro ruso.
Por Charlotte McDonald-Gibson y John Lichfield *
Desde París
Los líderes de Alemania y Francia tratarán de convencer al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de que acepte un nuevo plan de paz para la actual Ucrania, en una búsqueda desesperada por una solución política a la guerra que se escapa al control en la puerta de la Unión Europea.
La sorpresiva misión conjunta del presidente François Hollande y la canciller Angela Merkel señala las profundas preocupaciones en las capitales de la UE. La escalada de los combates en Ucrania marca una nueva fase peligrosa de un conflicto que dañó las relaciones con Rusia y tuvo un impacto negativo en algunas economías de la Unión Europea (UE). También marca una brecha cada vez mayor en los enfoques transatlánticos hacia el respaldo aparente de Rusia a los separatistas que estuvieron librando una insurgencia en el este de Ucrania durante casi un año. En Kiev, ayer, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, advirtió que “Estados Unidos no puede cerrar sus ojos a los tanques que están cruzando la frontera”, y subrayó que el gobierno de Obama estaba cerca de una decisión sobre el envío de armas al gobierno ucraniano.
Líderes de la UE, conscientes de sus estrechos vínculos económicos y comerciales con Moscú, fueron más cautelosos e hicieron repetidos intentos de mediar por un alto el fuego. Los dos líderes volaron primero a Kiev ayer por la noche a buscar el apoyo del presidente de Ucrania para el plan, antes de volar a Moscú para mantener conversaciones con el líder ruso en la actualidad.
Hollande dijo que el plan franco-alemán se basaría en la “integridad territorial” de Ucrania y requeriría un alto el fuego duradero. Se entiende que es un plan basado en nueve puntos originalmente presentados por Putin, que Merkel y Hollande adaptaron para incluir cuestiones planteadas en otros planes de paz, tales como una mayor autonomía para algunas áreas del Este.
También se cree que incluye el reconocimiento de los derechos lingüísticos de los parlantes de habla rusa en toda Ucrania, el reconocimiento de la autoridad general de Kiev por parte de los rebeldes, y la aceptación de Rusia de una fuerza de vigilancia para prevenir un mayor movimiento de tropas o armas en la frontera con Rusia.
Hollande dijo ayer que Francia “se oponía a que Ucrania se uniera a la OTAN”, uno de los temores de Rusia, y una cierta garantía en ese sentido también puede ser parte del plan. La última iniciativa de los pesos pesados de la política exterior de la UE se produce después de que un plan de paz acordado en Minsk, capital de Bielorrusia, el pasado septiembre fracasara. Un tenue cese del fuego sostenido durante un tiempo, pero en semanas recientes algunos rebeldes reanudaron su ofensiva y decenas de civiles fueron asesinados.
“En Ucrania ahora es la guerra”, dijo Hollande. “Se están utilizando armas pesadas. Los civiles están muriendo. Nadie podrá decir que Francia y Alemania no intentaron todo lo posible para detener los combates. Las naciones occidentales se enfrentaron con dos opciones”, dijo, “armar a los ucranianos para ayudar a enfrentar a los separatistas armados por Moscú” o hacer un último intento de diplomacia.
Hollande aclaró que no habría más consecuencias para Rusia si no se comprometía a una nueva solución para poner fin a la guerra en Ucrania, que mató a más de 5000 personas. Las negociaciones “no pueden seguir indefinidamente”, advirtió. Tanto Francia como Alemania tienen lazos comerciales de larga data con Moscú. Si bien esto los hizo más prudentes al imponer sanciones económicas a Rusia, les da más peso con Putin.
Moscú ayer le dio la bienvenida a la iniciativa, con el asesor de Putin, Yuri Ushakov, diciendo que Rusia estaba “lista para una conversación constructiva”. Rusia niega que se esté armando a los rebeldes o que esté enviando tropas al Este de Ucrania, a pesar de un expediente de la OTAN con evidencias.
Planes de paz anteriores fueron aparentemente acordados por Moscú, sólo para que se reanude la retórica combativa en cuestión de semanas. Sanciones de la UE golpearon la economía de Rusia, pero también tuvieron efectos en cadena en la propia UE.
Estados Unidos adoptó una línea más dura, con Ashton Carter, el nuevo candidato a la Secretaría de Defensa, diciéndole esta semana al Congreso que “tenemos que apoyar a los ucranianos para que se defiendan a sí mismos”. La mayoría de los líderes europeos están en contra de esto.
La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, dijo en una reunión de la OTAN en Bruselas que era necesario “hallar una solución en la mesa y no en el campo de batalla, porque para posibilitar una potencial escalada no es una buena solución”.
Estados Unidos no está involucrado en la nueva iniciativa de paz y Kerry no tiene planes de viajar a Moscú. En Kiev, ayer, repitió pedidos a Rusia para respaldar las palabras con acciones. “Queremos una solución diplomática, pero no podemos cerrar los ojos a los tanques que cruzan la frontera de Rusia hacia Ucrania”, dijo. “No podemos cerrar los ojos a los cazas rusos con uniformes camuflados que cruzan la frontera, y llevan a las principales compañías de los llamados separatistas a la batalla.”
Los analistas se mostraron cautelosos acerca de las posibilidades de éxito de la iniciativa. Matthew Bryza, un ex diplomático estadounidense que ahora trabaja para el Centro Internacional de Estudios de Defensa con sede en Estonia, dijo que envió una señal equivocada y al igual que Putin se enfrentó a la presión interna debido a las sanciones. “Al conocerlo, los líderes occidentales le hacen el juego a la ridícula falsa narrativa de Putin de que ningún precio es demasiado alto para continuar su híbrida guerra contra Ucrania.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Tradución: Celita Doyhambéhère.