La lucha de fuerzas gubernamentales para contener la ofensiva del grupo terrorista sobre Ramadi obligó a miles de personas a huir de sus hogares. Los desplazados sufren el aislamiento y la falta de ayuda.
Crédito: Reuters
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Habitantes de la gobernación iraquí de Al Anbar abandonaron sus hogares para buscar asilo en Bagdad ante una frenética ofensiva del Estado Islámico contra la capital de esta provincia, Ramadi.
Una serie de impactantes imágenes publicada en internet en las últimas horas muestra multitudinariascolumnas de personas desplazadas a pie con sus valijas en las manos y desbordando algunas carreteras. Algunos intentan adelantarlos en coches y quedan atascados en las multitudes de caminantes.
Ramadi se sitúa a poco más de cien kilómetros de Bagdad. Pese a las ventajas logísticas que tiene el Ejército de Irak debido a esta proximidad y los incesantes bombardeos a las posiciones del Estado Islámico por parte de la coalición internacional, la ofensiva islamista continúa.
Los militares estadounidenses no descartan que la capital de la gobernación Al Anbar, invadida desde hace meses por los extremistas, caiga en sus manos, según admitió el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Martin Dempsey.
Habitantes de la gobernación iraquí de Al Anbar abandonaron sus hogares para buscar asilo en Bagdad ante una frenética ofensiva del Estado Islámico contra la capital de esta provincia, Ramadi.
Una serie de impactantes imágenes publicada en internet en las últimas horas muestra multitudinariascolumnas de personas desplazadas a pie con sus valijas en las manos y desbordando algunas carreteras. Algunos intentan adelantarlos en coches y quedan atascados en las multitudes de caminantes.
Ramadi se sitúa a poco más de cien kilómetros de Bagdad. Pese a las ventajas logísticas que tiene el Ejército de Irak debido a esta proximidad y los incesantes bombardeos a las posiciones del Estado Islámico por parte de la coalición internacional, la ofensiva islamista continúa.
Los militares estadounidenses no descartan que la capital de la gobernación Al Anbar, invadida desde hace meses por los extremistas, caiga en sus manos, según admitió el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Martin Dempsey.
