11 noviembre de 2015
Una carta de Luis Almagro volvió a encender la mecha en Venezuela y curiosamente se ganó el apoyo de toda la oposición en el Senado uruguayo. Blancos, colorados e independientes aprovecharon la sesión para hacer público su apoyo al ex canciller, que reclamó transparencia en las elecciones venezolanas, y buscaron sacar partido de la situación exponiendo al Frente Amplio que optó por dar por terminada la sesión.
Por su parte en Caracas, el diputado Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo, salió a chocar fuerte a Almagro al decir que la Organización de Estados Americanos (OEA) es una “amenaza” para Venezuela, calificando además a la institución como “pervertida, corrompida y desprestigiada”.
Los cuestionamientos del titular uruguayo de la OEA -dirigidos en una carta abierta de 18 páginas a Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral venezolano- detallaban que las condiciones “no están en estos momentos garantizadas al nivel de transparencia y justicia electoral”, luego de que la autoridad electoral de ese país rechazara una misión de observación de la OEA.
Almagro recalcó que estaría faltando gravemente a su trabajo “si no tuviéramos en cuenta las condiciones en que se desarrolla la campaña electoral en Venezuela”.
Apoyo en Uruguay
Las repercusiones también se hicieron sentir en Uruguay. El Senado vivió una particular sesión que terminó con el llamativo apoyo de los tres partidos de la oposición, Nacional, Colorado e Independiente, al ex canciller y ex senador del MPP, Luis Almagro. El inesperado respaldo político surgió luego que el senador colorado José Amorín Batlle diera a conocer en la sesión la carta que el secretario general de la OEA le enviara a la titular del sistema electoral de Venezuela.
En la carta, Almagro alude a los candidatos de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro, a los medios de comunicación local, a la forma en que se desempeñan los periodistas, a los controles que debe llevar adelante el Consejo Nacional Electoral Venezolano y a las condiciones que llega el sistema político venezolano a las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre. Señala que lo hacen en un “juego desequilibrado”.
Almagro lleva muchos meses insistiendo con la necesidad de que Venezuela y su gobierno autoricen una misión de observación electoral, pero desde las autoridades caribeñas repetidamente se ha rechazado esa propuesta.
“El 6 de diciembre es de todos. La libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos son valores de todos”, escribió Almagro en su carta, agregando que “frente a la más mínima duda sobre el funcionamiento de la democracia, nuestro deber, el suyo señora Lucena y el mío es dar garantías para todos y no desviar la vista ni hacer oídos sordos a la realidad que tenemos frente a nosotros”.
La nota de Almagro al CNE venezolano tiene 18 páginas y en muchas de ellas pone en tela de juicio el sistema electoral y político de aquel país. “Si yo mirara para otro lado ante el reclamo de la oposición de su país (…) estaría faltando a mis deberes esenciales”, destaca el ex canciller uruguayo y hoy referente de la OEA. Seguidamente subraya que “velar” por la justicia y la transparencia de las elecciones “es nuestra obligación también y no es injerencia”, considera, aclarando que sí lo sería “si yo desatendiera reclamos justos y fundados”.
Este fue uno de los argumentos que blancos, colorados y el independiente Pablo Mieres blandieron durante el debate de ayer en el Senado.
Reclamo opositor
Almagro hace suyos los reclamos de los partidos de la oposición al gobierno de Maduro asegurando que “la oposición venezolana no ha gozado de condiciones de participación equitativa en la campaña electoral y cita a José Batlle y Ordóñez y a Bob Marley en su extensa nota.
Del ex presidente uruguayo de principio del siglo pasado recoge la idea de que “no es que el pueblo nunca se equivoque, sino que es el único que tiene el derecho a equivocarse”; y del extinto músico jamaiquino recoge un pasaje de una canción: “what we really need is the right to be right and the right to be wrong” (lo que realmente necesitamos es el derecho a tener la razón y el derecho a estar equivocado).
Almagro subraya además que intuye “la ausencia de garantías de acceso a los medios de comunicación para aquellas candidaturas que no cuenten con el financiamiento del Estado”; que se registra confusión en los diseños de las papeletas; detenciones “masivas y de presuntas ejecuciones extrajudiciales” en una “implementación del plan de seguridad denominado Operación Liberación del Pueblo” que, asegura Almagro, “esa actividad fue promovida por el presidente Nicolás Maduro” y por “Diosdado Cabello que apoya y da difusión a actividades ilegales de espionaje y seguimiento a opositores”.
El secretario general de la OEA le dedica también unos párrafos a la situación de los dirigentes opositores de Venezuela y critica la inhabilitación dispuesta por la Justicia venezolana que cae sobre ellos a participar en la vida política “porque no han sido sustanciadas en procedimientos en los que consta la existencia de garantías básicas para descargos y defensa (…) la política debería abrir la puerta para que la ciudadanía se exprese y sea la ciudadanía la que juzgue la acción política que han tenido los inhabilitados”, propuso.
Sacudón en el FA
La carta del secretario general de la OEA provocó un fuerte sacudón en los legisladores del oficialismo que por segunda vez en el Parlamento debieron enfrentar el reclamo de la oposición a que se condene el proceso electoral venezolano.
La primera vez fue en la cámara de Diputados cuando hace una semana, el herrerista Jaime Trobo propuso la conformación de un selecto grupo de legisladores de todos los partidos para que, en misión de observadores, estuvieran en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en Caracas.
Ahora pasó en el Senado cuando desde el arco opositor se cuestionó el gobierno del presidente Maduro, apoyándose además en la extensa nota que el ex canciller uruguayo Almagro le remitiera al CNE venezolano.
Ayer, Ernesto Agazzi terminó la sesión cuando desde las bancadas de la oposición le reclamaban un cuarto intermedio que no fue tenido en cuenta.
Cabello
“Hoy la institución más pervertida, corrompida y desprestigiada del mundo como es la OEA, en la voz de su secretario general, amenaza al pueblo de Venezuela” (diputado venezolano Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo).
Los cuestionamientos del titular uruguayo de la OEA -dirigidos en una carta abierta de 18 páginas a Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral venezolano- detallaban que las condiciones “no están en estos momentos garantizadas al nivel de transparencia y justicia electoral”, luego de que la autoridad electoral de ese país rechazara una misión de observación de la OEA.
Almagro recalcó que estaría faltando gravemente a su trabajo “si no tuviéramos en cuenta las condiciones en que se desarrolla la campaña electoral en Venezuela”.
Apoyo en Uruguay
Las repercusiones también se hicieron sentir en Uruguay. El Senado vivió una particular sesión que terminó con el llamativo apoyo de los tres partidos de la oposición, Nacional, Colorado e Independiente, al ex canciller y ex senador del MPP, Luis Almagro. El inesperado respaldo político surgió luego que el senador colorado José Amorín Batlle diera a conocer en la sesión la carta que el secretario general de la OEA le enviara a la titular del sistema electoral de Venezuela.
En la carta, Almagro alude a los candidatos de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro, a los medios de comunicación local, a la forma en que se desempeñan los periodistas, a los controles que debe llevar adelante el Consejo Nacional Electoral Venezolano y a las condiciones que llega el sistema político venezolano a las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre. Señala que lo hacen en un “juego desequilibrado”.
Almagro lleva muchos meses insistiendo con la necesidad de que Venezuela y su gobierno autoricen una misión de observación electoral, pero desde las autoridades caribeñas repetidamente se ha rechazado esa propuesta.
“El 6 de diciembre es de todos. La libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos son valores de todos”, escribió Almagro en su carta, agregando que “frente a la más mínima duda sobre el funcionamiento de la democracia, nuestro deber, el suyo señora Lucena y el mío es dar garantías para todos y no desviar la vista ni hacer oídos sordos a la realidad que tenemos frente a nosotros”.
La nota de Almagro al CNE venezolano tiene 18 páginas y en muchas de ellas pone en tela de juicio el sistema electoral y político de aquel país. “Si yo mirara para otro lado ante el reclamo de la oposición de su país (…) estaría faltando a mis deberes esenciales”, destaca el ex canciller uruguayo y hoy referente de la OEA. Seguidamente subraya que “velar” por la justicia y la transparencia de las elecciones “es nuestra obligación también y no es injerencia”, considera, aclarando que sí lo sería “si yo desatendiera reclamos justos y fundados”.
Este fue uno de los argumentos que blancos, colorados y el independiente Pablo Mieres blandieron durante el debate de ayer en el Senado.
Reclamo opositor
Almagro hace suyos los reclamos de los partidos de la oposición al gobierno de Maduro asegurando que “la oposición venezolana no ha gozado de condiciones de participación equitativa en la campaña electoral y cita a José Batlle y Ordóñez y a Bob Marley en su extensa nota.
Del ex presidente uruguayo de principio del siglo pasado recoge la idea de que “no es que el pueblo nunca se equivoque, sino que es el único que tiene el derecho a equivocarse”; y del extinto músico jamaiquino recoge un pasaje de una canción: “what we really need is the right to be right and the right to be wrong” (lo que realmente necesitamos es el derecho a tener la razón y el derecho a estar equivocado).
Almagro subraya además que intuye “la ausencia de garantías de acceso a los medios de comunicación para aquellas candidaturas que no cuenten con el financiamiento del Estado”; que se registra confusión en los diseños de las papeletas; detenciones “masivas y de presuntas ejecuciones extrajudiciales” en una “implementación del plan de seguridad denominado Operación Liberación del Pueblo” que, asegura Almagro, “esa actividad fue promovida por el presidente Nicolás Maduro” y por “Diosdado Cabello que apoya y da difusión a actividades ilegales de espionaje y seguimiento a opositores”.
El secretario general de la OEA le dedica también unos párrafos a la situación de los dirigentes opositores de Venezuela y critica la inhabilitación dispuesta por la Justicia venezolana que cae sobre ellos a participar en la vida política “porque no han sido sustanciadas en procedimientos en los que consta la existencia de garantías básicas para descargos y defensa (…) la política debería abrir la puerta para que la ciudadanía se exprese y sea la ciudadanía la que juzgue la acción política que han tenido los inhabilitados”, propuso.
Sacudón en el FA
La carta del secretario general de la OEA provocó un fuerte sacudón en los legisladores del oficialismo que por segunda vez en el Parlamento debieron enfrentar el reclamo de la oposición a que se condene el proceso electoral venezolano.
La primera vez fue en la cámara de Diputados cuando hace una semana, el herrerista Jaime Trobo propuso la conformación de un selecto grupo de legisladores de todos los partidos para que, en misión de observadores, estuvieran en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en Caracas.
Ahora pasó en el Senado cuando desde el arco opositor se cuestionó el gobierno del presidente Maduro, apoyándose además en la extensa nota que el ex canciller uruguayo Almagro le remitiera al CNE venezolano.
Ayer, Ernesto Agazzi terminó la sesión cuando desde las bancadas de la oposición le reclamaban un cuarto intermedio que no fue tenido en cuenta.
Cabello
“Hoy la institución más pervertida, corrompida y desprestigiada del mundo como es la OEA, en la voz de su secretario general, amenaza al pueblo de Venezuela” (diputado venezolano Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo).