Los archivos de Castiglioni
Por Gustavo González.
Sep 12, 2016
La información encontrada en los archivos del coronel fallecido Elmar Castiglioni demuestra claramente que los servicios de inteligencia de la dictadura siguieron operando, hasta por lo menos el año 2009. Al parecer lo encontrado detalla tareas de seguimiento que se hicieron desde 1985, a distintos políticos y organizaciones sociales y populares de nuestro país.
Es decir que, en plena democracia seguían operando como si nada sucediera.
Pero, me llama mucho la atención ciertas declaraciones de diputados e inclusive de algunos dirigentes sindicales, que parecen descubrir ahora que esto sucedía. O sectores políticos que piden se investigue a fondo el problema.
Independientemente de compartir el hecho que se investigue, a nadie puede llamarle la atención, que esto pueda haber sucedido.
Los pocos torturadores y genocidas que están presos, están en una cárcel VIP, algunos de ellos tienen prisión domiciliaria. O nos olvidamos cuando se separó del cargo a la jueza Motta, porque sin dudas iba tras de ellos en una actitud ejemplar. Mientras todo esto pasa, alguien puede pensar que el aparato represivo fue desmantelado. ¡Por favor! Aquí reina la impunidad total y esto no es producto de la casualidad, es que en realidad no hemos tenido una posición política consecuente por la verdad y la justicia.
Los genocidas andan sueltos y no me cabe duda que siguen operando, lo seguirán haciendo mientras no se vaya a fondo en las investigaciones y la Justicia efectivamente actúe. La historia no nos perdonará, porque todo pueblo que olvida, que no tiene memoria, que no juzga a estos genocidas, puede en cualquier momento volver a repetir los hechos.
La información encontrada en los archivos del coronel fallecido Elmar Castiglioni demuestra claramente que los servicios de inteligencia de la dictadura siguieron operando, hasta por lo menos el año 2009. Al parecer lo encontrado detalla tareas de seguimiento que se hicieron desde 1985, a distintos políticos y organizaciones sociales y populares de nuestro país.
Es decir que, en plena democracia seguían operando como si nada sucediera.
Pero, me llama mucho la atención ciertas declaraciones de diputados e inclusive de algunos dirigentes sindicales, que parecen descubrir ahora que esto sucedía. O sectores políticos que piden se investigue a fondo el problema.
Independientemente de compartir el hecho que se investigue, a nadie puede llamarle la atención, que esto pueda haber sucedido.
Los pocos torturadores y genocidas que están presos, están en una cárcel VIP, algunos de ellos tienen prisión domiciliaria. O nos olvidamos cuando se separó del cargo a la jueza Motta, porque sin dudas iba tras de ellos en una actitud ejemplar. Mientras todo esto pasa, alguien puede pensar que el aparato represivo fue desmantelado. ¡Por favor! Aquí reina la impunidad total y esto no es producto de la casualidad, es que en realidad no hemos tenido una posición política consecuente por la verdad y la justicia.
Los genocidas andan sueltos y no me cabe duda que siguen operando, lo seguirán haciendo mientras no se vaya a fondo en las investigaciones y la Justicia efectivamente actúe. La historia no nos perdonará, porque todo pueblo que olvida, que no tiene memoria, que no juzga a estos genocidas, puede en cualquier momento volver a repetir los hechos.
Las vueltas y vueltas que se le dio a la derogación de la ley de impunidad, las vacilaciones de dirigentes políticos de la izquierda frente al tema, no hacen más que abonar al olvido de lo sucedido.
Por tanto, las organizaciones sociales deben cada día más rodear realmente el planteo de las Madres que es bueno decirlo, se sienten muy solas en esta titánica lucha que llevan adelante.
Todos vamos el 20 de mayo a la Marcha y concentración silenciosa, esto es muy bueno, pero la pregunta es si alcanza con ello. Claro que no, la historia lo está demostrando, la impunidad se afianza cada día más. Frente a ello debemos de tener una actitud política de ofensiva y sistemática con el tema.
Se podrán armar mil comisiones que estudien el tema, pero si no existe una verdadera presión popular en el tema, es seguro que perderemos.