12 feb 2015

Ejército sirio y Hezbolá expulsan a mercenarios del sur del país


Durante la ofensiva para recuperar zonas controladas por Al-Nusra y el Ejército Libre de Siria (apoyados por Occidente), el ejército sirio ocasionó 20 bajas en las filas de los grupos extremistas.




El ejército sirio informó que cortaron líneas de comunicación entre los puestos de los terroristas. | Foto: EFE
Publicado 11 febrero 2015

El Ejército sirio junto a combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) lograron este miércoles tomar el control del sur de Damasco (capital siria) en el marco de la ofensiva para expulsar a grupos mercenarios del país.

Las tropas sirias se apoderaron de colinas y aldeas estratégicas que estaban en posesión del grupo extremista Al-Nusra y los rebeldes del Ejército Libre de Siria, cerca de los Altos del Golán ocupados por Israel.

La televisión estatal de Siria precisó que las tropas ganaron el control de la ciudad de Deir al-Adas y la aldea de Deir Maker, así como las áreas cercanas de Tal al-Arous y Tal al-Sarjeh al sur de la capital.

Una ONG siria indicó que durante la ofensiva en la ciudad de Deir al Adass las tropas sirias y Hezbolá causaron 20 bajas en las filas de los mercenarios.

Según las fuerzas armadas sirias también lograron cortar las líneas de suministro y la comunicación entre puestos de control de los terroristas en el campo de Damasco, Deraa y la provincia Qunaitra.

Deir al Adass, situada a 800 metros de altitud y a 40 kilómetros al noroeste de Deraa, estaba controlada por los extremistas desde enero de 2014, quienes intentan derrocar el gobierno constitucional del presidente sirio Bashar Al Assad.

​También este martes, el Ejército sirio logró el control de varias zonas del noreste y centro del país, tras una ofensiva que ocasionó bajas en los grupos extremistas, según informó una fuente de seguridad.

EN CONTEXTO

La Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que desde hace más de tres años de guerra en Siria, el número de refugiados superó los tres millones.
Esta cifra no agrupa a cientos de miles de ciudadanos sirios que no se registraron como refugiados, ni a los 6,5 millones de personas desplazadas dentro del país; lo que significa que cerca de 50 por ciento de los sirios se ha visto obligado a huir de sus hogares.
Siria es víctima de una ofensiva financiada por Estados Unidos y aliados occidentales cuyo objetivo es el derrocamiento del presidente Bashar Al Assad.