El Ministerio de Defensa resolvió presentar por su cuenta una denuncia penal contra el general retirado Wile Purtscher, quien amenazó a los jueces y fiscales que procesaron al militar retirado Miguel Dalmao, fallecido en diciembre del año pasado.
Fernandez Huidobro. Foto: Federico Gutiérrez
La denuncia fue ingresada el 29 de enero y recayó en el Juzgado Penal de 17º Turno, a cargo del juez Carlos García Guaraglia. Este nuevo expediente se unificará a la denuncia de oficio que ya hizo el fiscal Ariel Cancela y que tramita la jueza María Elena Mainard. Purtscher iba a declarar hoy ante la magistrada en calidad de indagado por el delito de amenazas, pero se encuentra en el exterior y volverá el 23 de febrero. La audiencia se postergó para el 10 de marzo.
Si bien en los hechos el Ministerio de Defensa no aporta datos novedosos a un episodio que ya había sido judicializado, la denuncia reviste importancia como un “mensaje político” de tolerancia cero ante este tipo de amedrentamientos. Miembros del Ejecutivo expresaron al ser consultados por Brecha que se trata de dar una señal institucional, fundamentalmente luego de que el ministerio fuera criticado por cierta tibieza en su respuesta. A pesar de que pasó más de un mes desde las amenazas del militar, las autoridades ministeriales resaltan que hicieron todo lo que estaba a su alcance en el caso. Al general retirado se le impuso un arresto a rigor por diez días, a modo de sanción administrativa, y se pasaron los antecedentes del caso a un tribunal de honor integrado por los ex comandantes Pedro Aguerre y Jorge Rosales, y el general retirado Daniel Castellá.
En una carta dirigida al semanario Búsqueda, Purtscher arremetió contra la ex fiscal Mirtha Guianze (hoy en la Institución Nacional de Derechos Humanos) y el juez Rolando Vomero, quienes procesaron a Dalmao por el homicidio especialmente agravado de la militante comunista Nibia Sabalsagaray. Dalmao era alférez en 1974 y fue uno de los interrogadores de Sabalsagaray. También fue acusado de cometer delitos sexuales contra prisioneras, en una causa penal que aún se sustancia. Por un lado, en su carta, Purtscher calificó de “decadente, venal e inmoral” a Vomero, y a Guianze la acusó de corrupta. Pero además los amenazó directamente. “La venganza llegará por algún medio (…) aquellos que fueron contra él, que no duerman en paz”, escribió. El fiscal Ariel Cancela explicó a Brecha que los hechos que pidió investigar no están centrados en los juicios de valor contra Guianze y Vomero. Por el contrario, pondrá el ojo en el espíritu de venganza que Purtscher declaró tener tras la muerte de su amigo Miguel Dalmao.
La denuncia fue ingresada el 29 de enero y recayó en el Juzgado Penal de 17º Turno, a cargo del juez Carlos García Guaraglia. Este nuevo expediente se unificará a la denuncia de oficio que ya hizo el fiscal Ariel Cancela y que tramita la jueza María Elena Mainard. Purtscher iba a declarar hoy ante la magistrada en calidad de indagado por el delito de amenazas, pero se encuentra en el exterior y volverá el 23 de febrero. La audiencia se postergó para el 10 de marzo.
Si bien en los hechos el Ministerio de Defensa no aporta datos novedosos a un episodio que ya había sido judicializado, la denuncia reviste importancia como un “mensaje político” de tolerancia cero ante este tipo de amedrentamientos. Miembros del Ejecutivo expresaron al ser consultados por Brecha que se trata de dar una señal institucional, fundamentalmente luego de que el ministerio fuera criticado por cierta tibieza en su respuesta. A pesar de que pasó más de un mes desde las amenazas del militar, las autoridades ministeriales resaltan que hicieron todo lo que estaba a su alcance en el caso. Al general retirado se le impuso un arresto a rigor por diez días, a modo de sanción administrativa, y se pasaron los antecedentes del caso a un tribunal de honor integrado por los ex comandantes Pedro Aguerre y Jorge Rosales, y el general retirado Daniel Castellá.
En una carta dirigida al semanario Búsqueda, Purtscher arremetió contra la ex fiscal Mirtha Guianze (hoy en la Institución Nacional de Derechos Humanos) y el juez Rolando Vomero, quienes procesaron a Dalmao por el homicidio especialmente agravado de la militante comunista Nibia Sabalsagaray. Dalmao era alférez en 1974 y fue uno de los interrogadores de Sabalsagaray. También fue acusado de cometer delitos sexuales contra prisioneras, en una causa penal que aún se sustancia. Por un lado, en su carta, Purtscher calificó de “decadente, venal e inmoral” a Vomero, y a Guianze la acusó de corrupta. Pero además los amenazó directamente. “La venganza llegará por algún medio (…) aquellos que fueron contra él, que no duerman en paz”, escribió. El fiscal Ariel Cancela explicó a Brecha que los hechos que pidió investigar no están centrados en los juicios de valor contra Guianze y Vomero. Por el contrario, pondrá el ojo en el espíritu de venganza que Purtscher declaró tener tras la muerte de su amigo Miguel Dalmao.