El PSOE aprueba abstenerse ante Rajoy y permite que gobierne España
23 de Octubre de 2016
El Comité Federal se celebró tres semanas después del dramático cónclave que puso de manifiesto una profunda división interna y culminó con la dimisión del entonces secretario general, Pedro Sánchez, defensor a ultranza de mantener un "no" a la candidatura del líder conservador.El Partido Socialista (PSOE) acordó este domingo facilitar la formación de gobierno en España mediante su abstención en la investidura del conservador Mariano Rajoy en segunda votación, en una decisión que supone un giro radical pero que evitará terceras elecciones tras diez meses de bloqueo político.
No hubo sorpresas respecto de lo que se preveía y tras más de cuatro horas de debate, el Comité Federal de los socialistas aprobó por 139 votos a favor y 96 en contra- hubo dos delegados que no votaron- permitir que el líder del Partido Popular (PP) y vencedor de los comicios de diciembre y junio pasado obtenga la reelección.
"Los diputados del grupo socialista deberán abstenerse en el proceso de investidura, literalmente", aseguró Javier Fernández, el presidente de la gestora a cargo de la dirección del PSOE, al explicar en conferencia de prensa lo que implica la decisión adoptada por el órgano partidario.
Los socialistas "mostraremos en primera votación el rechazo total a las políticas del PP con el 'no'. Y, con el objetivo de desbloquear la situación institucional, nos abstendremos en la segunda votación", explicó el también presidente de Asturias.
"Nos presentamos a unas elecciones para ganarlas y con un programa, pero no las ganamos y la forma de hacer algo es que seamos oposición y para eso debe haber gobierno", argumentó Fernández, en un mensaje dirigido a esos militantes del PSOE que no entienden el cambio de posición de la segunda fuerza española.
Tras meses de crisis y fractura, Fernández confía en que la reunión de este domingo permitirá unificar al PSOE y por eso espera que los socialistas catalanes, que amenazaron con romper la disciplina partidaria, "asuman" la decisión.
El nuevo Comité Federal se celebró tres semanas después del dramático cónclave que puso de manifiesto una profunda división interna en el PSOE y culminó con la dimisión del entonces secretario general, Pedro Sánchez, defensor a ultranza de mantener un "no" a la candidatura del aspirante conservador.
La salida de Sánchez -el gran ausente en la reunión- había representado ya el triunfo de los partidarios de la abstención, quienes asumieron el control del partido a través de una gestora, que impulsó un cambio en la posición de los socialistas.
Los principales dirigentes de la gestora defendieron en las últimas semanas que la abstención era el "mal menor", ya que ir a terceras elecciones no sólo sería malo para España sino que, tras la crisis interna que atravesó el PSOE, supondría un suicidio político.
Si bien la resolución aprobada por el PSOE indica que la decisión debe ser acatada por todos los diputados del grupo socialista, algunos dirigentes interpretaron que se dejaba en manos de la gestora la posibilidad de negociar una fórmula alternativa.
La opción de que sólo se abstengan once diputados, el mínimo que Rajoy necesita para sacar adelante su investidura por mayoría simple en segunda votación, era defendida por los "sanchistas".
El Comité Federal se celebró tres semanas después del dramático cónclave que puso de manifiesto una profunda división interna y culminó con la dimisión del entonces secretario general, Pedro Sánchez, defensor a ultranza de mantener un "no" a la candidatura del líder conservador.El Partido Socialista (PSOE) acordó este domingo facilitar la formación de gobierno en España mediante su abstención en la investidura del conservador Mariano Rajoy en segunda votación, en una decisión que supone un giro radical pero que evitará terceras elecciones tras diez meses de bloqueo político.
No hubo sorpresas respecto de lo que se preveía y tras más de cuatro horas de debate, el Comité Federal de los socialistas aprobó por 139 votos a favor y 96 en contra- hubo dos delegados que no votaron- permitir que el líder del Partido Popular (PP) y vencedor de los comicios de diciembre y junio pasado obtenga la reelección.
"Los diputados del grupo socialista deberán abstenerse en el proceso de investidura, literalmente", aseguró Javier Fernández, el presidente de la gestora a cargo de la dirección del PSOE, al explicar en conferencia de prensa lo que implica la decisión adoptada por el órgano partidario.
Los socialistas "mostraremos en primera votación el rechazo total a las políticas del PP con el 'no'. Y, con el objetivo de desbloquear la situación institucional, nos abstendremos en la segunda votación", explicó el también presidente de Asturias.
"Nos presentamos a unas elecciones para ganarlas y con un programa, pero no las ganamos y la forma de hacer algo es que seamos oposición y para eso debe haber gobierno", argumentó Fernández, en un mensaje dirigido a esos militantes del PSOE que no entienden el cambio de posición de la segunda fuerza española.
Tras meses de crisis y fractura, Fernández confía en que la reunión de este domingo permitirá unificar al PSOE y por eso espera que los socialistas catalanes, que amenazaron con romper la disciplina partidaria, "asuman" la decisión.
El nuevo Comité Federal se celebró tres semanas después del dramático cónclave que puso de manifiesto una profunda división interna en el PSOE y culminó con la dimisión del entonces secretario general, Pedro Sánchez, defensor a ultranza de mantener un "no" a la candidatura del aspirante conservador.
La salida de Sánchez -el gran ausente en la reunión- había representado ya el triunfo de los partidarios de la abstención, quienes asumieron el control del partido a través de una gestora, que impulsó un cambio en la posición de los socialistas.
Los principales dirigentes de la gestora defendieron en las últimas semanas que la abstención era el "mal menor", ya que ir a terceras elecciones no sólo sería malo para España sino que, tras la crisis interna que atravesó el PSOE, supondría un suicidio político.
Si bien la resolución aprobada por el PSOE indica que la decisión debe ser acatada por todos los diputados del grupo socialista, algunos dirigentes interpretaron que se dejaba en manos de la gestora la posibilidad de negociar una fórmula alternativa.
La opción de que sólo se abstengan once diputados, el mínimo que Rajoy necesita para sacar adelante su investidura por mayoría simple en segunda votación, era defendida por los "sanchistas".