Hallan 4.600 fragmentos de cadáveres
La crueldad de Los Zetas vuelve a quedar al descubierto. En una zona semidesértica de Coahuila, en el noreste de México, un grupo de familiares que buscan a sus desaparecidos descubrieron un campo de exterminio.
Patrocinio, una localidad de unos 300 habitantes ubicada en la región de la laguna, podría albergar la fosa clandestina más grande del país. Los integrantes del grupo Vida encontraron el sitio en abril de 2015 como parte de las labores de búsqueda que hacen en toda la región para dar con los suyos ante la lentitud de las autoridades.
En un terreno que abarca 56.000 metros cuadrados -según la Fiscalía- han encontrado huesos, retazos de ropa, zapatos y casquillos. Los peritos que trabajan con el movimiento han recogido 4.600 restos y fragmentos óseos que tendrán que ser analizados
Los habitantes de la zona han contado a los integrantes del grupo Vida que entre 2007 y 2012 hombres armados llegaban en sus camionetas y bajaban cuerpos de personas y les prendían fuego. Otros eran disueltos en inmensos recipientes hasta quedar disueltos. Los residentes del poblado llegaron a escuchar los gritos de las personas que eran ejecutadas, ahí mismo, y a lo lejos observaban la humareda donde eran calcinadas.
La Fiscalía General (PGR) ni la estatal han dado una versión oficial de qué es lo que ocurrió en ese trozo del desierto. En una entrevista televisiva, el procurador de Coahuila, Homero Ramos Gloria, acusó a Los Zetas de ser los responsables de haber realizado esos entierros clandestinos.
Los Zetas son el cartel más sanguinario de México. Nacieron como un brazo armado del cártel del Golfo comandado por el narcotraficante Osiel Cárdenas Guillén para enfrentar a sus rivales. Sus fundadores eran desertores de las fuerzas especiales del Ejército mexicano que luego rompieron con la organización del Golfo. Bajo las órdenes de su líder, Heriberto Lazcano El Lazca o El Verdugo, comenzaron su expansión sembrando el terror.
Los muertos atribuidos a Los Zetas siempre tenían un sádico sello: los decapitaban, los desmembraban o los disolvían en ácido. La banda delictiva tiene una fuerte presencia en Coahuila, estado fronterizo con Estados Unidos. Su líder, El Lazca fue abatido en 2012 en la localidad de Progreso después de presenciar un partido de béisbol.
El Gobierno de Coahuila en un principio trató de minimizar el hallazgo de restos óseos en Patrocinio. La Fiscalía estatal aseguró a principios de octubre que no existían elementos para afirmar que el ejido Patrocinio había sido un campo de exterminio, como lo han calificado peritos de la PGR.
El lunes, tras una reunión con familiares de desaparecidos que han hecho labores de búsqueda en la zona, el Gobierno de Coahuila se comprometió a agilizar la identificación de los restos hallados y a crear un fondo de apoyo para las acciones de búsqueda