ARGENTINA.AMPLIAN DENUNCIA POR LAS EMPRESAS OFFSHORE DE MAURICIO MACRI
El backstage de Kagemusha
El diputado Darío Martínez presentará hoy una ampliación de su denuncia por supuesta omisión maliciosa de patrimonio contra el presidente de la Nación. Aportará certificados de registros de Panamá que probarían que la firma sigue activa, con Macri como vice.
Macri, la fórmula. Franco presidente, Mauricio vice. Así en Fleg Trading como en Kagemusha.
El diputado nacional del FpV por la provincia de Neuquén Darío Martínez pondrá hoy a disposición del fiscal Federico Delgado y el juez Sebastián Casanello los certificados originales de Kagemusha SA, emitidos por el registro público de Panamá, que prueban que la firma está activa y que su vicepresidente es Mauricio Macri. La documentación que aportará el legislador amplía la denuncia contra el actual presidente de la Nación por presunta infracción al artículo 303 del Código Penal.
Kagemusha no figuraba entre las sociedades offshore reveladas como parte del los llamados Panama Papers, aunque su constitución guarda similitudes con Fleg Trading, la que sí aparecía en el listado que surge de las filtraciones de documentos del estudio Mossack Fonseca de ese país centroamericano. En ambas, Francisco Macri es quien aparece como presidente de la sociedad y su hijo Mauricio como vice. Al igual que con Fleg Trading, en el caso de Kagemusha la explicación oficial fue que “no había nada irregular en la existencia de la empresa”, ya que no había tenido movimientos y permanecía inactiva. Así se daba por justificado que no figuraran en las declaraciones juradas de Mauricio Macri, ni en las impositivas ni en las que está obligado a presentar como funcionario para exponer su situación patrimonial y la evolución de la misma.
Pero los elementos que hoy se sumarán a la causa darían la pauta que la realidad, en algunos aspectos, es diferente a como se la presentó. El juez Casanello pidió, por exhorto a las autoridades de Panamá, información acerca de estas firmas radicadas en ese país. Pero el diputado Martínez se adelantó a los tiempos del trámite y viajó al istmo para obtener por sí mismo la documentación solicitada. Los certificados oficiales que hoy tendrán a su disposición el fiscal y el magistrado probarían que la empresa sigue activa y que el actual titular del gobierno argentino sigue figurando como vicepresidente de Kagemusha.
En el mes de julio, en declaraciones periodísticas, Mauricio Macri insistía en que lo relacionado con las empresas off shore y los Panama Papers “quedó absolutamente claro”, en cuanto a que no había nada oculto: “solamente fui director durante unos meses de una compañía de mi padre que estaba declarada”. Acerca de su vinculación con la misma, sólo informó que “era un episodio de mi vida privada, del año 98; para mí quedó absolutamente claro que no tengo nada que haya ocultado y está todo perfectamente en regla”.
Las declaraciones juradas del primer mandatario están bajo la lupa de la Justicia Federal. El juez federal Sebastián Casanello estudia si Macri incurrió en el delito de omisión maliciosa en su declaración jurada de bienes, donde no figuraban las firmas offshore Fleg Trading LTD y Kagemusha.
Los mecanismos son repetidos, tanto de funcionamiento como su posterior justificación. Cuando estalló el escándalo de los Panama Papers, el presidente informó que la primera firma offshore encabezada por su padre que se le atribuyó, Fleg Trading, quedó inactiva porque el grupo no logró llevar Pago Fácil a Brasil. Sin embargo, los registros comerciales paulistas a los que tuvo acceso este diario revelan cómo Socma puso en marcha ese negocio en el país vecino a comienzos de 2001. El emprendimiento fue canalizado con una subsidiaria del holding llamada Global Collection Service do Brasil. En el caso de Kagemusha se repitieron los mismos argumentos, pero recién ahora empiezan a conocerse elementos que probarían que hay algo más que una empresa registrada e inactiva desde su fundación detrás de ese nombre de película.
El diputado Martínez prometió aportar información que vincularía a las firmas de Macri entre sí, y además con otras hasta ahora no reveladas que cumplirían la misma función de ocultamiento de operaciones. En definitiva, ese es el objetivo para el que se inscriben las firmas offshore en guaridas fiscales.
LA INVESTIGACION SOBRE LOS APORTES A LA FUNDACION DE LA VICEPRESIDENTA DE MACRI
El comprobante te lo debo
Amigos, familiares, empleados y colaboradores declararon que dieron plata en efectivo para la fundación SUMA pero no les entregaron recibos. En algunos casos, lo que aportaban representaba un porcentaje elevado de sus sueldos.
Por Irina Hauser
Pagaron hasta 15.000 pesos algunos. Nadie les dio un recibo. “Todo era informal”, dijeron ellos mismos. En algunos casos, lo que aportaban representaba un porcentaje elevado de sus sueldos. Pero se los pedía Gabriela Michetti para la fundación SUMA, y entonces lo donaban. Ese es el panorama que surge de las declaraciones de los testigos que la vicepresidenta presentó en la causa en la que debe explicar el origen del dinero que le robaron de su casa (245.000 pesos y 50.000 dólares) después del balotaje del año pasado. Son amigos, amigas, familiares y colaboradores de ella, que relataron que les dieron dinero en efectivo a los encargados de “hacer una vaquita”, que según las declaraciones eran la hermana de Michetti, Silvina Michetti, su jefe de despacho, Santiago Riobó, y el senador Federico Pinedo.
El abogado Leonardo Martínez Herrero, denunciante en la causa, recordó –por empezar– que de acuerdo a una resolución elemental de la AFIP, las fundaciones no pueden recibir donaciones en efectivo. Advirtió que hasta el contador de Michetti, Marcelo Domínguez, declaró que le hizo un aporte en efectivo y sin recibo, “desconociendo esa norma básica”. En los últimos días también declararon en el juzgado de Ariel Lijo otros colaboradores de la vicepresidenta, que admitieron que le dieron plata para SUMA en las mismas condiciones de informalidad. Michetti ofreció estos testigos porque debe justifica el origen de 200 mil pesos que le robaron de su casa, que dijo que era para la cena anual, que se hacía a fines de noviembre del año pasado, de la fundación que preside.
Riobó trabaja con Michetti desde 2012 y maneja su despacho en el Senado. Declaró en el juzgado que ella les pidió a quienes trabajan allí si podían aportar para SUMA, y que todos lo hicieron. Para eso, dijo, él mismo habilitó un cajón con llave donde iba guardando, en noviembre del año pasado, el dinero que recibía. Recordaba que pusieron plata María Alejandra Illia, María Conte Grand y Paula Schuster y que Pinedo también le llevó un sobre con donaciones del titular del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi, el ministro de Modernización Andrés Ibarra, Gabriela Ricardes y Marina Klemensiewitz. Contó que Lombardi donó 15000 pesos y el resto entre 5000 y 10.000. El mismo puso 2.500 cash y había aportado con anterioridad, aunque con tarjeta de crédito.
Illia, en efecto, reconoció haber hecho aportes en cuatro ocasiones. Dos para las cenas solidarias de 2014 y 2015, cuando pagó con tarjeta (3000 pesos la última), más aportes mensuales, también con tarjeta de crédito Visa Banco Nación, de 500 pesos, y en efectivo añadió 5000 pesos. Illia es la prima hermana de Michetti y es hoy su secretaria privada. “Gabriela hizo un pedido a los que trabajamos con ella”, justificó. Al momento de hacer su último aporte, cobraba entre 25.000 y 30.000 pesos mensuales, con lo cual aportó más de un cuarto de su sueldo entre la cena y el dinero en efectivo.
El relato de María Elizabeth Conte Grand, esposa de Luis Majul, es parecido. Ella trabajó con Michetti desde 2007 hasta febrero último y dice que tienen una relación de mucha cercanía, a punto tal que la vicepresidenta es madrina de su hija Victoria. Conte Grand declaró que puso 7000 pesos en 2014 y 10.000 en 2015, que le dio a Riobó en mano. Que cree que ganaba unos 35.000 pesos pero que no se acuerda con exactitud porque “nunca estuve pendiente de esto”. Fue tesorera de SUMA, pero en un primer período donde dice que no tuvo actividad y que de todos modos una contadora se ocupaba de todo.
En todos los testimonios se repite este patrón: su última donación fue en efectivo, en noviembre del año pasado; si aportaron con anterioridad, lo hicieron con tarjeta. Nadie obtuvo ningún recibo de la fundación SUMA. Todos dicen que se los quedaron debiendo, pero justifican que como el dinero fue robado, no les dieron nada.
También hicieron relatos similares Alain Dujean, francés, amigo de Michetti, que en 2015 aportó 15.000 pesos a la cena de SUMA . Dos mil pesos en efectivo. Contó que Silvina Michetti había hecho una cena especialmente para pedirles “si podíamos ayudara organizar la cena solidaria de 2015. Le entregué el dinero tres o cuatro días después” de ese encuentro, dijo. Fernando Subirats, gerente periodístico de Radio Nacional, dijo que conoce a la vicepresidenta por su trabajo de periodista y porque su esposa, Paula Schuster, trabaja con ella. Aportó, precisó, 5000 pesos de manera “informal”, en efectivo.
El abogado Martínez Herrero pidió que se incorporen las declaraciones juradas de los testigos, porque quiere cotejar si declararon sus aportes ante la AFIP. “La forma en que Michetti juntaba la plata en el Senado es muy llamativa. Es curioso que todos los empleados le den parte importante de su sueldo”, le dijo a este diario. “Los testigos que ella puso –señaló Martínez Herrero– son empleados y conocidos que tratan, además, de justificar la suma de dinero que aquí se investiga, pero nadie tiene comprobante de nada, ni el arquitecto que se supone que le hizo las reformas, para las cuales tenía Michetti reservados los otros 40 mil pesos robados”. El denunciante pidió también “que se investiguen los movimientos que tuvo la fundación porque según la AFIP declaró 4.100.000 pesos en 2015, pero el informe de transparencia de SUMA decía, 3,3 millones. Es todo dudoso”.