El simple hecho de rechazar el desarrollo científico de un país es muestra suficiente de la incapacidad de ciertos gobiernos de conducir la nación de manera independiente y al contrario, dirigir un modelo entreguista y garantista del subdesarrollo.
Por DANIEL EDEN
30 de octubre de 2016
El modelo de entrega es el que pretenden reimponer los gobiernos de los países centrales que vuelven a la carga con la dominación y el sometimiento. Un país nuevamente primarizado con el foco de su matriz productiva centrado en ser proveedora de materia primaria, mano de obra barata –en caso de necesitarla–, y en la educación y formación de científicos que pasarán a trabajar e investigar en sus universidades y centros tecnológicos ubicados en sus propios países.Claro está que estos científicos que nosotros formamos en nuestras universidades y centros de desarrollos resultan ideales para su captación por parte de los centros de investigación de los países centrales que no han gastado un sólo centavo en su formación. Esto forma parte de un plan sistemático de aquellos países, que con Estados Unidos a la cabeza, han enriquecido su plantilla de investigación científica a costa de esquilmar a otros países.
Hoy en día mediante en el uso de la interconexión y la inmediatez que otorga internet se permite que los investigadores desarrollen sus trabajos en los sitios que elijan. Sea por la razón que sea –profesional, personal, etc.– pueden llevar adelante sus actividades en cualquier rincón del planeta junto a otros investigadores sin necesidad del desarraigo que implica abandonar el lugar elegido para su vida.
En esto se basó, en parte, el plan de reincorporar la ciencia a la matriz del país, brindando a los investigadores un lugar para desarrollar sus investigaciones aquí y permitir el retorno de muchos de aquellos que se encontraban trabajando fuera de nuestras fronteras.
Esta incorporación permite obtener resultados propios que modifican la matriz productiva –con alto valor agregado– y la relación producto terminado-ingreso de divisas cambia notablemente su ecuación. El resultado es la diversidad y la independencia que nos evita la imposición de productos terminados y servicios de las potencias mundiales.
El resultado es la diversidad y la independencia que nos evita la imposición de productos terminados y servicios de las potencias mundiales.
Aquí surge uno de los mayores problemas con los que se encontraron quienes nos gobiernan actualmente. En su manual neoliberal nunca se lee el término independencia económica, desarrollo científico, diversificación de la matriz productiva, país desarrollado. Por lo tanto, al observar el plan de desarrollo científico se encuentran “angustiados por querer ser independientes” y para demostrar obediencia y pleitesía a sus mandantes de los países centrales, comienzan un plan de desmantelamiento del desarrollo científico existente en la actualidad,mediante el recorte de fondos que deriva en una paralización inmediata de todo el trabajo existente e impide la continuidad de trabajos de años de desarrollo en nuestra tierra.
Ante este panorama, me pongo en la piel de muchos de nuestros investigadores, en especial los jóvenes, y si me paro delante de la realidad entiendo que comience a cruzarse nuevamente por sus cabezas la duda de continuar en el país. Las opciones son trabajar con medios limitados o nulos, y sin perspectiva de mejora inmediata en el horizonte, o encarar el futuro en otros sitios, claramente ubicados en países centrales. La ciencia, el trabajo de investigación, es una rueda que demora en ponerse en marcha y lleva muchos años la obtención de resultados. El problema que se está dando aquí es que no van a contar con medios para el inicio de ese fuerza inicial para comenzar el giro de su rueda para lo que se han formado durante tantos años. Por lo tanto, en este caso su angustia, su desasosiego, su elección de vida se ve acotada a ser afuera o no saber si serán aquí.
Al ver el desprecio existente por tener un país desarrollado y percibir que el plan de país que tiene nuestro actual gobierno, claramente entreguista, es llevar a la Argentina a ser el supermercado del mundo, o a un país de servicios, un país que exporta sólo materia prima sin ningún valor agregado, es que hoy, aquí, el futuro es oscuro, y cada día se ensombrece más.
El plan de país que tiene nuestro actual gobierno, claramente entreguista, es llevar a la Argentina a ser el supermercado del mundo, o a un país de servicios.
Es por todo lo que estamos viendo, viviendo y sufriendo día a día que debemos ponernos de pie, juntarnos, gritar a los cuatro vientos que no lo van a lograr. Nuevamente no vamos a perder lo logrado. Queremos un futuro de desarrollo. Queremos un país con valor agregado. Queremos gente pensante. Queremos un país propio. Queremos vivir en paz.