Correa detalla mordidas de empresarios para el PP a cambio de adjudicaciones
Asegura que Bárcenas le dijo: "Vamos a intentar favorecer a empresarios que luego van a colaborar con el partido". Admite las mordidas al propio extesorero; al exmarido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda; y a López Viejo, antiguo hombre fuerte de Esperanza Aguirre.Relata durante hora y media su relación con el Partido Popular: "Génova era como mi casa"
Pedro Águeda / José Precedo / Marcos Pinheiro
13/10/2016
eldiario.es
Asegura que Bárcenas le dijo: "Vamos a intentar favorecer a empresarios que luego van a colaborar con el partido". Admite las mordidas al propio extesorero; al exmarido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda; y a López Viejo, antiguo hombre fuerte de Esperanza Aguirre.Relata durante hora y media su relación con el Partido Popular: "Génova era como mi casa"
Pedro Águeda / José Precedo / Marcos Pinheiro
13/10/2016
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Francisco Correa, el principal acusado del juicio de Gürtel, se ha sentado este jueves enfrente del tribunal para describir toda una época de corrupción, casi un modo de vida y de hacer negocios, con el Partido Popular omnipresente. En su declaración ha reconocido la mayoría de los hechos que se le imputan, entre ellos las mordidas al antiguo gerente y tesorero del partido Luis Bárcenas; al que fue responsable de las campañas electorales Jesús Sepúlveda; y a uno de los políticos que durante años susurraban al oído de Esperanza Aguirre, exconcejal de Madrid y exconsejero de la Comunidad Alberto López Viejo.
El fondo del testimonio de Correa ha sido la vinculación entre empresarios y el Partido Popular. En un pasaje de su primera parte de la declaración –una hora y media hablando-, el empresario ha descrito cómo Bárcenas le mostró el sendero de la financiación irregular del PP. Ha ocurrido cuando ha salido el nombre del antiguo dueño de la constructora Hispánica, Alfonso García-Pozuelo, durante el interrogatorio de la fiscal Concepción Sabadell.
"El tema de García Pozuelo es verdad. Hablamos Bárcenas y yo, tú tienes contactos con empresarios, yo con políticos, vamos a intentar hacer gestiones para cuando salen los concursos públicos de la administración, intentar favorecer o adjudicar a algunos empresarios que luego van a colaborar con el partido. Es verdad que tuve esa relación con Pozuelo. Y es verdad que él me decía que estaba interesado en una carretera. Era una licitación pública. Yo gestionaba con Bárcenas si era posible ese candidato, porque daba unas buenas licitaciones y si se hacía él daba una comisión, yo me quedaba con una parte y otra era para Bárcenas. No era solo con García Pozuelo". Durante el receso, Bárcenas ha negado en un corrillo las acusaciones de Correa.
Pero las acusaciones concretas de la Fiscalía contra responsables del PP han relegado el asunto de la caja B del PP nacional, objeto de una pieza separada de Gürtel aún por juzgar. Es más, el acusado ha dado una peculiar versión sobre la frase que pronuncia en una de las grabaciones realizadas por el arrepentido, y también acusado, José Luis Peñas. “Yo, Paco Correa, he llevado 1.000 millones a Bárcenas. A Génova y a su casa”. Según ha dicho Correa hoy, sólo se refería al dinero que ha ahorrado al PP durante años de trabajos para el partido en la organización de actos y campañas electorales por el bajo coste al que trabajaban sus empresas.
"Quedaba con los políticos y les entregaba el sobre"
Su testimonio ha sido mucho más contundente en lo que afecta a Jesús Sepúlveda, el exmarido de Ana Mato. Ha comenzado diciendo que trabajaba “codo con codo” durante “25 horas al día: campañas, congresos…” Y ha añadido: "Con Jesús Sepúlveda tuve atenciones, tuvimos unas atenciones… Le regalé el coche. Realizaba viajes él y su familia con la agencia de viajes nuestra. Le hicimos algunas atenciones a las que se han dado alguna importancia: cumpleaños del niño, la comunión, cosas que no nos costaban dinero: mandar un payaso, unos globos, un castillo… Teníamos proveedores, no era un coste para nosotros”.
En su intento por exculpar a todos sus colaboradores, Correa ha relatado que solo él tenía el trato con los políticos. En ese punto, ha regalado una foto de la corrupción para la posteridad: "Quedaba con ellos y les entrega el sobre".
Respecto a López Viejo, Correa ha ratificado la declaración en fase de instrucción de Rafael Naranjo, de la empresa Sufi. Este aseguró que había pagado 600 millones de pesetas de mordida por un contrato de basuras en Madrid capital, cuando López Viejo era concejal. "La declaración que oímos el martes de Rafael Naranjo de Sufi es correcto. Él ingresó en Suiza por la adjudicación de este tema del Ayuntamiento. Ingresó una cantidad en mi cuenta y yo la fui retribuyendo a Alberto López Viejo. No de la forma en que viene en el escrito. No se pagaba por los actos de la comunidad, lo fui pagando no por el beneficio de los actos de la Comunidad", ha relatado Correa.
"Génova era mi casa"
En su primera hora y media de declaración, Correa tuvo tiempo para extenderse en las relaciones personales que tejió durante todos los años que trabajó para el PP en la etapa en que José María Aznar era su presidente. La resumió en una frase: “Génova era mi casa, pasaba más tiempo allí que en mi despacho”. El cabecilla de Gürtel admitió su buena amistad de amistad con Alejandro Agag, yerno del matrimonio Aznar Botella: “Cuando venía, me decía sí íbamos a dar un paseo en barco […] Era muy amigo mío, hasta el punto de que fui testigo en la boda, lo ha visto toda España”.
El hombre para todo en aquel partido –que tanto organizaba mítines, como reservaba habitaciones de hotel para congresos o montaba viajes al extranjero- explicó también que su relación con el PP nacional se apagó en cuanto llegó a la presidencia del partido Mariano Rajoy. “Creo que Pablo Crespo no tenía química con Rajoy de su época de Galicia”. Efectivamente, Crespo y Rajoy estaban enfrentados en dos bandos irreconciliables que pelearon por el poder del partido en los años del postfraguismo. Pablo Crespo fue la mano derecha de Xosé Cuiña, principal representante del denominado sector de la boina, eternamente enfrentado al del birrete, que encabezaban dirigentes como Mariano Rajoy y Romay Beccaría. Eso explicaría que cuando Rajoy asumió el liderazgo del PP, la trama de Correa y cía decidiese abrir una nueva vía de negocio con el PP de Valencia y en ayuntamientos madrileños como Pozuelo o Bohadilla.
Correa defendió que entonces la relación con el gerente del partido, Luis Bárcenas, se enfrío, al entender el cabecilla de la red Gürtel que no se le había agradecido todo el trabajo que había realizado durante años para el partido
El fondo del testimonio de Correa ha sido la vinculación entre empresarios y el Partido Popular. En un pasaje de su primera parte de la declaración –una hora y media hablando-, el empresario ha descrito cómo Bárcenas le mostró el sendero de la financiación irregular del PP. Ha ocurrido cuando ha salido el nombre del antiguo dueño de la constructora Hispánica, Alfonso García-Pozuelo, durante el interrogatorio de la fiscal Concepción Sabadell.
"El tema de García Pozuelo es verdad. Hablamos Bárcenas y yo, tú tienes contactos con empresarios, yo con políticos, vamos a intentar hacer gestiones para cuando salen los concursos públicos de la administración, intentar favorecer o adjudicar a algunos empresarios que luego van a colaborar con el partido. Es verdad que tuve esa relación con Pozuelo. Y es verdad que él me decía que estaba interesado en una carretera. Era una licitación pública. Yo gestionaba con Bárcenas si era posible ese candidato, porque daba unas buenas licitaciones y si se hacía él daba una comisión, yo me quedaba con una parte y otra era para Bárcenas. No era solo con García Pozuelo". Durante el receso, Bárcenas ha negado en un corrillo las acusaciones de Correa.
Pero las acusaciones concretas de la Fiscalía contra responsables del PP han relegado el asunto de la caja B del PP nacional, objeto de una pieza separada de Gürtel aún por juzgar. Es más, el acusado ha dado una peculiar versión sobre la frase que pronuncia en una de las grabaciones realizadas por el arrepentido, y también acusado, José Luis Peñas. “Yo, Paco Correa, he llevado 1.000 millones a Bárcenas. A Génova y a su casa”. Según ha dicho Correa hoy, sólo se refería al dinero que ha ahorrado al PP durante años de trabajos para el partido en la organización de actos y campañas electorales por el bajo coste al que trabajaban sus empresas.
"Quedaba con los políticos y les entregaba el sobre"
Su testimonio ha sido mucho más contundente en lo que afecta a Jesús Sepúlveda, el exmarido de Ana Mato. Ha comenzado diciendo que trabajaba “codo con codo” durante “25 horas al día: campañas, congresos…” Y ha añadido: "Con Jesús Sepúlveda tuve atenciones, tuvimos unas atenciones… Le regalé el coche. Realizaba viajes él y su familia con la agencia de viajes nuestra. Le hicimos algunas atenciones a las que se han dado alguna importancia: cumpleaños del niño, la comunión, cosas que no nos costaban dinero: mandar un payaso, unos globos, un castillo… Teníamos proveedores, no era un coste para nosotros”.
En su intento por exculpar a todos sus colaboradores, Correa ha relatado que solo él tenía el trato con los políticos. En ese punto, ha regalado una foto de la corrupción para la posteridad: "Quedaba con ellos y les entrega el sobre".
Respecto a López Viejo, Correa ha ratificado la declaración en fase de instrucción de Rafael Naranjo, de la empresa Sufi. Este aseguró que había pagado 600 millones de pesetas de mordida por un contrato de basuras en Madrid capital, cuando López Viejo era concejal. "La declaración que oímos el martes de Rafael Naranjo de Sufi es correcto. Él ingresó en Suiza por la adjudicación de este tema del Ayuntamiento. Ingresó una cantidad en mi cuenta y yo la fui retribuyendo a Alberto López Viejo. No de la forma en que viene en el escrito. No se pagaba por los actos de la comunidad, lo fui pagando no por el beneficio de los actos de la Comunidad", ha relatado Correa.
"Génova era mi casa"
En su primera hora y media de declaración, Correa tuvo tiempo para extenderse en las relaciones personales que tejió durante todos los años que trabajó para el PP en la etapa en que José María Aznar era su presidente. La resumió en una frase: “Génova era mi casa, pasaba más tiempo allí que en mi despacho”. El cabecilla de Gürtel admitió su buena amistad de amistad con Alejandro Agag, yerno del matrimonio Aznar Botella: “Cuando venía, me decía sí íbamos a dar un paseo en barco […] Era muy amigo mío, hasta el punto de que fui testigo en la boda, lo ha visto toda España”.
El hombre para todo en aquel partido –que tanto organizaba mítines, como reservaba habitaciones de hotel para congresos o montaba viajes al extranjero- explicó también que su relación con el PP nacional se apagó en cuanto llegó a la presidencia del partido Mariano Rajoy. “Creo que Pablo Crespo no tenía química con Rajoy de su época de Galicia”. Efectivamente, Crespo y Rajoy estaban enfrentados en dos bandos irreconciliables que pelearon por el poder del partido en los años del postfraguismo. Pablo Crespo fue la mano derecha de Xosé Cuiña, principal representante del denominado sector de la boina, eternamente enfrentado al del birrete, que encabezaban dirigentes como Mariano Rajoy y Romay Beccaría. Eso explicaría que cuando Rajoy asumió el liderazgo del PP, la trama de Correa y cía decidiese abrir una nueva vía de negocio con el PP de Valencia y en ayuntamientos madrileños como Pozuelo o Bohadilla.
Correa defendió que entonces la relación con el gerente del partido, Luis Bárcenas, se enfrío, al entender el cabecilla de la red Gürtel que no se le había agradecido todo el trabajo que había realizado durante años para el partido