"NO FUERON AÑOS BUENOS"
“Comprar americano”: Biden le disputa a Trump el nacionalismo económico
LOS ÁNGELES (Uypress)- 11.07.2020
@Mary Altaffer / AP / Sputnik
La reconstrucción económica será la idea central del debate económico de las elecciones de noviembre en Estados Unidos, y para el candidato demócrata, Joe Biden, se traduce en “comprar americano”: un masivo programa de inversión pública y un enfoque nacionalista de la producción y el consumo.
“Comprar americano”: Biden le disputa a Trump el nacionalismo económico
LOS ÁNGELES (Uypress)- 11.07.2020
@Mary Altaffer / AP / Sputnik
La reconstrucción económica será la idea central del debate económico de las elecciones de noviembre en Estados Unidos, y para el candidato demócrata, Joe Biden, se traduce en “comprar americano”: un masivo programa de inversión pública y un enfoque nacionalista de la producción y el consumo.
Queda claro que el plan demócrata para derrotar a Trump no supondrá una vuelta a la cooperación, las fronteras abiertas o los grandes acuerdos comerciales de la era Obama: la nueva normalidad económica "es nacionalista", gane quien gane, según informa El País de Madrid.
Propuesta de Biden
-Una inversión de US$300.000 millones en investigación y tecnología, como el desarrollo de la red 5G o vehículos eléctricos, y US$400.000 millones más en ayudas para comprar productos fabricados en Estados Unidos.
-Reforma fiscal que aumentaría la recaudación en casi 4 billones de dólares y desmontar, prácticamente, las rebajas fiscales aprobadas por Trump y los republicanos, en beneficio de las grandes fortunas y empresas.
Así, podría crear 5 millones de empleos en manufacturas e innovación.
Patriotismo
Biden "va a movilizar el talento, el coraje y la innovación del pueblo americano y todo el poder del Gobierno federal para reafirmar la fuerza industrial y tecnológica de Estados Unidos y asegurarse de que el futuro es hecho en América por trabajadores americanos", asegura el programa: "Las fábricas de Estados Unidos fueron el arsenal de la democracia en la Segunda Guerra Mundial y deben ser parte del arsenal de la prosperidad de Estados Unidos hoy, y ayudar a la recuperación económica de las familias trabajadoras".
La Gran Depresión, de los años 40, en el siglo XXI
La pandemia del covid-19 enfrentan a Estados Unidos y el mundo a un futuro económico, en el corto plazo, peor que el provocado por la Gran Depresión, ya que el país no vivió una situación igual, no hay números que sirvan de referencia en términos de destrucción de empleo y cese de actividad económica. Para los demócratas estas elecciones no son sobre el futuro, sino sobre enderezar el barco, de ahí que el título del programa de Biden sea "Reconstruir mejor".
Eje de la campaña: Criticar cómo gestionó Trump la pandemia
Todos los países occidentales comprobaron que sus sistemas de salud se encontraban, de un día para otro, sin equipos de protección personal y material básico para tratar la avalancha sanitaria de la covid-19, y la dependencia de China para este tipo de productos es evidente. La campaña de Trump menciona expresamente que el plan está diseñado para reducir la dependencia de Estados Unidos del exterior en la producción de material médico, y uno de los ángulos de la campaña demócrata es criticar la gestión del presidente en esta pandemia, que ignoró la realidad durante meses y minimizó sistemáticamente la situación: la cifra de muertos alcanza los 130.000 por covid-19 en EE UU y el país bate "su récord" de nuevos casos cada día.
Presentar el programa en Pensilvania, todo un gesto
Biden presentó su programa en una planta metalúrgica en Dunmore, Pensilvania, Estado del noreste que no votaba republicano desde 1988 y fue, junto con Michigan, la gran sorpresa de 2016, cuando Trump selló su victoria por apenas unos miles de votos en los dos Estados, atribuida al resentimiento de los trabajadores empobrecidos por la deslocalización de empresas, no suficientemente detectado por las encuestas. Trump se presentó ante esta situación con su discurso de "Primero América", echando la culpa de las dificultades a China y a México.
El discurso de Biden dejó clara una idea central: Trump benefició a la Bolsa y a las grandes empresas, mientras les fallaba a las familias y los asalariados: "Es hora de dar la vuelta a las prioridades en este país", dijo Biden. "Ya toca acabar con esta era de capitalismo de accionistas. La idea de que la única responsabilidad de una empresa es con sus accionistas es una farsa absoluta. Tienen una responsabilidad con sus trabajadores, su comunidad y su país".
"No fueron años buenos"
La campaña de Biden trata también de debilitar la idea de que estos años no fueron tan buenos, y su programa afirma que la rebaja de impuestos animó la inversión en el exterior más que en el país. En 2018, agrega, se batieron récords de recompra de acciones y de baja recaudación de empresas. En 2019, el sector manufacturero de EE UU "estaba en recesión", y la guerra de aranceles con China "acabó contribuyendo al declive de las exportaciones".
El programa económico de Biden deja claro que su victoria no supondrá una vuelta a los tratados comerciales y el aperturismo.
En estas elecciones, Biden cuenta a su favor con unos datos que permiten asumir una gran movilización entre todas las categorías de votantes. Lidera las encuestas tanto en el nivel nacional como en los estados clave. Pero arañar votos de Trump en ese perfil sería un paso importante, quizá definitivo, especialmente en tiempos económicos duros como los que se avecinan.
Debilidades de Trump: La respuesta a la pandemia y la economía
Tres años de división, agresión verbal, tufo a corrupción, escándalos (hace solo seis meses que hubo un impeachment) y agotamiento general de la población habían dejado a Trump con muy pocos argumentos para presentarse a la reelección. Trump puede agitar a las bases más acérrimas con discursos sobre las armas o el aborto, pero su principal argumento para aspirar a un voto moderado era la economía. En su mandato, EE UU ha vivido los últimos tres años de la década de mayor expansión de su historia, con números récord de empleo. Su lema de campaña es: "Promesas hechas, promesas cumplidas", y la pandemia lo dejó sin argumento. Nadie le puede echar la culpa de la pandemia, pero sí de la respuesta: "Menos de un tercio de la enorme cantidad de dinero que el Congreso y la Reserva Federal han puesto a disposición del sector privado ha ido a negocios pequeños", dijo Biden este jueves. El Congreso aprobó tres billones de dólares en ayudas y se está discutiendo un nuevo paquete.
Biden: Candidato "de la unidad" demócrata
Los últimos días de empuje de la campaña de Biden dejó entrever el intento de los demócratas por presentarse unidos junto al "candidato de unidad". Después de unas primarias en las que llegaron a presentarse más de una veintena de candidatos, el Partido Demócrata decidió agruparse en torno a la figura del exvicepresidente y frenar en seco otras opciones más izquierdistas, Bernie Sanders y Elizabeth Warren. Biden era el más moderado de los candidatos, y el que menos gasto público prometía. Los demócratas se presentan en noviembre con una propuesta en principio contradictoria: el candidato más establishment posible, con el programa más izquierdista en tiempos recientes.
Sin embargo, la campaña está llena de gestos en la que los candidatos que movilizan el voto joven dejan claro que Biden es la mejor opción. El miércoles, la campaña presentó el "grupo de trabajo Biden-Sanders", con una serie de propuestas que recogen desde la expansión de la sanidad pública hasta la eliminación de las prisiones privadas o revertir la política de Trump en inmigración. El programa, por el momento, no habla abiertamente de asuntos como la sanidad pública universal o el "Green New Deal", al menos no con esas palabras.
Propuesta de Biden
-Una inversión de US$300.000 millones en investigación y tecnología, como el desarrollo de la red 5G o vehículos eléctricos, y US$400.000 millones más en ayudas para comprar productos fabricados en Estados Unidos.
-Reforma fiscal que aumentaría la recaudación en casi 4 billones de dólares y desmontar, prácticamente, las rebajas fiscales aprobadas por Trump y los republicanos, en beneficio de las grandes fortunas y empresas.
Así, podría crear 5 millones de empleos en manufacturas e innovación.
Patriotismo
Biden "va a movilizar el talento, el coraje y la innovación del pueblo americano y todo el poder del Gobierno federal para reafirmar la fuerza industrial y tecnológica de Estados Unidos y asegurarse de que el futuro es hecho en América por trabajadores americanos", asegura el programa: "Las fábricas de Estados Unidos fueron el arsenal de la democracia en la Segunda Guerra Mundial y deben ser parte del arsenal de la prosperidad de Estados Unidos hoy, y ayudar a la recuperación económica de las familias trabajadoras".
La Gran Depresión, de los años 40, en el siglo XXI
La pandemia del covid-19 enfrentan a Estados Unidos y el mundo a un futuro económico, en el corto plazo, peor que el provocado por la Gran Depresión, ya que el país no vivió una situación igual, no hay números que sirvan de referencia en términos de destrucción de empleo y cese de actividad económica. Para los demócratas estas elecciones no son sobre el futuro, sino sobre enderezar el barco, de ahí que el título del programa de Biden sea "Reconstruir mejor".
Eje de la campaña: Criticar cómo gestionó Trump la pandemia
Todos los países occidentales comprobaron que sus sistemas de salud se encontraban, de un día para otro, sin equipos de protección personal y material básico para tratar la avalancha sanitaria de la covid-19, y la dependencia de China para este tipo de productos es evidente. La campaña de Trump menciona expresamente que el plan está diseñado para reducir la dependencia de Estados Unidos del exterior en la producción de material médico, y uno de los ángulos de la campaña demócrata es criticar la gestión del presidente en esta pandemia, que ignoró la realidad durante meses y minimizó sistemáticamente la situación: la cifra de muertos alcanza los 130.000 por covid-19 en EE UU y el país bate "su récord" de nuevos casos cada día.
Presentar el programa en Pensilvania, todo un gesto
Biden presentó su programa en una planta metalúrgica en Dunmore, Pensilvania, Estado del noreste que no votaba republicano desde 1988 y fue, junto con Michigan, la gran sorpresa de 2016, cuando Trump selló su victoria por apenas unos miles de votos en los dos Estados, atribuida al resentimiento de los trabajadores empobrecidos por la deslocalización de empresas, no suficientemente detectado por las encuestas. Trump se presentó ante esta situación con su discurso de "Primero América", echando la culpa de las dificultades a China y a México.
El discurso de Biden dejó clara una idea central: Trump benefició a la Bolsa y a las grandes empresas, mientras les fallaba a las familias y los asalariados: "Es hora de dar la vuelta a las prioridades en este país", dijo Biden. "Ya toca acabar con esta era de capitalismo de accionistas. La idea de que la única responsabilidad de una empresa es con sus accionistas es una farsa absoluta. Tienen una responsabilidad con sus trabajadores, su comunidad y su país".
"No fueron años buenos"
La campaña de Biden trata también de debilitar la idea de que estos años no fueron tan buenos, y su programa afirma que la rebaja de impuestos animó la inversión en el exterior más que en el país. En 2018, agrega, se batieron récords de recompra de acciones y de baja recaudación de empresas. En 2019, el sector manufacturero de EE UU "estaba en recesión", y la guerra de aranceles con China "acabó contribuyendo al declive de las exportaciones".
El programa económico de Biden deja claro que su victoria no supondrá una vuelta a los tratados comerciales y el aperturismo.
En estas elecciones, Biden cuenta a su favor con unos datos que permiten asumir una gran movilización entre todas las categorías de votantes. Lidera las encuestas tanto en el nivel nacional como en los estados clave. Pero arañar votos de Trump en ese perfil sería un paso importante, quizá definitivo, especialmente en tiempos económicos duros como los que se avecinan.
Debilidades de Trump: La respuesta a la pandemia y la economía
Tres años de división, agresión verbal, tufo a corrupción, escándalos (hace solo seis meses que hubo un impeachment) y agotamiento general de la población habían dejado a Trump con muy pocos argumentos para presentarse a la reelección. Trump puede agitar a las bases más acérrimas con discursos sobre las armas o el aborto, pero su principal argumento para aspirar a un voto moderado era la economía. En su mandato, EE UU ha vivido los últimos tres años de la década de mayor expansión de su historia, con números récord de empleo. Su lema de campaña es: "Promesas hechas, promesas cumplidas", y la pandemia lo dejó sin argumento. Nadie le puede echar la culpa de la pandemia, pero sí de la respuesta: "Menos de un tercio de la enorme cantidad de dinero que el Congreso y la Reserva Federal han puesto a disposición del sector privado ha ido a negocios pequeños", dijo Biden este jueves. El Congreso aprobó tres billones de dólares en ayudas y se está discutiendo un nuevo paquete.
Biden: Candidato "de la unidad" demócrata
Los últimos días de empuje de la campaña de Biden dejó entrever el intento de los demócratas por presentarse unidos junto al "candidato de unidad". Después de unas primarias en las que llegaron a presentarse más de una veintena de candidatos, el Partido Demócrata decidió agruparse en torno a la figura del exvicepresidente y frenar en seco otras opciones más izquierdistas, Bernie Sanders y Elizabeth Warren. Biden era el más moderado de los candidatos, y el que menos gasto público prometía. Los demócratas se presentan en noviembre con una propuesta en principio contradictoria: el candidato más establishment posible, con el programa más izquierdista en tiempos recientes.
Sin embargo, la campaña está llena de gestos en la que los candidatos que movilizan el voto joven dejan claro que Biden es la mejor opción. El miércoles, la campaña presentó el "grupo de trabajo Biden-Sanders", con una serie de propuestas que recogen desde la expansión de la sanidad pública hasta la eliminación de las prisiones privadas o revertir la política de Trump en inmigración. El programa, por el momento, no habla abiertamente de asuntos como la sanidad pública universal o el "Green New Deal", al menos no con esas palabras.