18 nov 2014

Estudio cualitativo de la violencia

Argentina 

Las percepciones recabadas ponen en evidencia que víctimas y victimarios pertenecen al mismo barrio, a la misma condición socioeconómica y al mismo grupo etario: jóvenes y de bajos ingresos.


La Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires presentará los resultados de una investigación sobre homicidios en barrios con altos índices de asesinatos del conurbano bonaerense. El trabajo se realizó con los datos recabados entre 2011 y 2012 por el Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema de Justicia como punto de partida y una de sus conclusiones es que el concepto de violencia no aparece como unívoco ni homogéneo. “Conviven bajo su órbita aspectos muy dispares, que remiten tanto a la vida personal como a cuestiones estructurales del barrio o la sociedad”, señala el estudio. Hoy estarán en la presentación el defensor del Pueblo bonaerense Carlos Bonicatto y el juez Raúl Zaffaroni.
El trabajo, que incorpora un estudio sobre la forma en que los vecinos perciben la violencia, “implicó la posibilidad de acercarse a las personas para conocer más de cerca el conflicto”, señaló Bonicatto. La investigación cualitativa se hizo en cinco de los barrios del área metropolitana con mayor registro de homicidios. El estudio, que lleva como título “Violencia y Homicidios Dolosos en la Provincia de Buenos Aires. Perfiles socioeconómicos, experiencias y representaciones de habitantes de barrios con un alto índice de homicidios dolosos”, se llevó a cabo en colaboración con cuatro universidades nacionales (San Martín, La Plata, La Matanza y Avellaneda) y la Fundación Conurbano. La investigación apuntó a analizar las percepciones sobre la violencia que tienen quienes habitan esos barrios e intenta ser un aporte para problematizar las miradas unívocas sobre la violencia, en sintonía con el abordaje del Programa de Criminología de la Unsam, dirigido por Raúl Zaffaroni.
La investigación busca analizar qué causas llevan a concentrar los homicidios en asentamientos y villas. Y permite observar que el entramado de violencias y vulneraciones de derechos tiene en el homicidio su manifestación más visible y trágica, aunque no la única: condiciones habitacionales precarias, falta de acceso a servicios públicos y sociales, condiciones sanitarias inadecuadas y la consolidación de economías de subsistencia, principalmente redes de narcotráfico, aparecen como formas de violencia en los imaginarios de los encuestados.
Otra de las conclusiones es que la violencia en general y los homicidios ocurren mayoritariamente dentro de los mismos barrios donde habitan víctimas y victimarios, lo que se contrapone a la visión expuesta habitualmente por el discurso mediático. Las percepciones recabadas ponen en evidencia que víctimas y victimarios pertenecen al mismo barrio, a la misma condición socioeconómica y al mismo grupo etario: jóvenes y de bajos ingresos.