LOS MONSTRUOS
Ismael Blanco
Opinion
14.11.2014
Es de suponer que las mejores y buenas intenciones son las que inspiran e impulsan a Julio María Sanguinetti a escribir y a realizar conferencias y declaraciones con seudoanálisis políticos de prosa cavernaria para que Luis Lacalle pueda tomar el impulso necesario en la actual etapa electoral y de esa forma pueda revertir la cuesta arriba del ballotage.
Me puedo imaginar la cara de algún moderno y piola asesor, de esos que le sobran al candidato del bloque conservador, al escuchar los modernos alegatos que provienen de Sanguinetti y cuando no, de Jorge Batlle. Estos prohombres de la patria neoliberal son los que salen a "ayudar" en los momentos más "oportunos", y con sus palabras pretenden llenar de entusiasmo a cierta ciudadanía no logrando otra cosa que el aplauso de algún carcamán que no termina siendo más que algún valija que quedó petrificado como especímenes de otros tiempos.
A Don Julio y Don Jorge es evidente que no los controla nadie, y como no se caracterizan por poseer la virtud de la ubicación y la prudencia, salen a realizar declaraciones propias del paleolítico inferior, son carne de momias mas que "frescura positivista", nos inundan con su aliento purulento y dañino, y en definitiva más que el deseado y promocionado frescor político, surge el aroma que solo se puede encontrar en los sepulcros de donde provienen estos dos cadáveres políticos, que en tres períodos de gobierno arrasaron con el Uruguay social fundado por José Batlle y Ordoñez y no han hecho de nuestra patria más que trizas.
Es evidente que Don Julio es una persona muy pretenciosa y siempre ha hecho alarde, a la vez que le han hecho creer que es una suerte de teórico, autodefinido socialdemócrata y batllista. Como es obvio en esta vida no cuesta nada autodefinirse de algo, de cualquier cosa, es más, puedo afirmar que eso es gratis, cualquiera lo puede tomar de la naturaleza, casi diría que es un bien social, un adelanto del socialismo, cualquier mercachifle se presenta como un teorizador del sistema. Sanguinetti en su arrogancia, se atreve hablar de Don José Batlle y Ordoñez o de su sobrino Luis Batlle Berres parado sobre la defensa de lo más conservador y clasista de lo que queda del partido Colorado: el bordaberrismo.
Todavía estamos esperando a Don Jorge Batlle que en la madrugada del 27 "a la hora que sea" con "Julio" se iban a reunir, para que con "Pedro" todos juntos fueran a apoyar a Luis Lacalle y de esa forma impulsar al futuro victorioso al candidato nacionalista. No sabemos qué pasó, si alguno se quedó dormido contando votos frentistas en lugar de ovejas, pero no actuaron acorde a la palabra empeñada, lo cierto es que dejaron a un solitario Juan Pedro desencajado echando heces amenazantes y algún asesor blanco como Pablo Da Silveira derritiéndose de amor tan puro, como para decirle: "sos un tipo que adoro..."
Por suerte para Luis Lacalle, su compañero de fórmula Jorge Larrañaga, aquel cuyo "bastó para mí" duro apenas 5 minutos, o para ser más generosos, tardó lo que se demora en hacer una excursión de pesca a su chacra y de su chacra a Montevideo, y lo peor es que me consta que alguna buena abuela se le partió el corazón cuando dijo que no subía más las escaleras del directorio del partido Nacional, ni el Ugo Tognazzi hubiera logrado más dramatismo.
Pero ahora bien, las cosas parecen que toman un giro en "U" cuando Jorge Larrañaga haciendo alarde de su guapeza y con imagen de reciedumbre y tono áspero, como en una acción callejera, pide cancha con una postura de "se acabó la positiva". Se me figura que el diálogo fue de un: "Che Luis déjamelo a mí que yo de esto sé"... ahora bien, no le aclaró qué es lo que sabe. Puedo suponer que en una de esas es calzarse las botas de potro, esas que tan bien parecen quedarle. No me corresponde decirlo a mí pero alguien debería advertirle a Luis de su fama de "jettatore" de larga data.
Pero esto no es todo, gran revuelo se armó, en la casa del Partido Colorado pues, como es evidente no todo el mundo se deja llevar de las narices, y la protesta de los colorados retobados comenzó con pancartas de rechazo al apoyo a Lacalle, el día del acuerdo-funerario blanqui-colorado. Seguido de este hecho el repudio de los batllistas al acuerdo lacallista-bordaberrista fue tomando estado público, desde declaraciones en la prensa hasta el pronunciamiento de Leonardo Costa de apoyo al Dr. Tabaré Vázquez, hasta la postura independiente de Fernando Amado que de amado por sus correligionarios le quedó poco y nada, y más recientemente la del edil Carlos Larrosa de la "Agrupación amigos de Óscar Magurno" que declaró su apoyo a la formula frentista.
Y si algo nos faltaba para darle mayor "desazón" al partido conservador, es que el Sr. Jorge Gandini se bajó de su candidatura a intendente, justo ahora después de haberla remado tanto. El dramatismo político en su mayor esplendor. Su renuncia nos dejó un vacío enorme. Al punto que el diputado Pablo Iturralde pide que reconsidere su decisión declarando que: "capaz que necesita un espaldarazo y que todo el partido salga atrás de él" y que "quizá lo que necesita es un impulso". Mi único aporte a esto último es que el impulso debe ser grande y ojo con hacer mucha fuerza... cuidado...
Estos personajes de nuestra política nacional son algo así como los protagonistas que podemos encontrar en alguna maravillosa obra cinematográfica del neorrealismo italiano y en particular de la película de Dino Risi: "I Mostri".
La vida más allá de las situaciones penosas o amargas por la que debemos atravesar nos permite también encontrar, sin mucha necesidad de hurgar en ella, a esos personajes que conforman cierta mitología mundana que poseen la virtud, por decirlo de alguna manera, de convertirse en los profesionales del verso libre, la fraseología y del contamuza.
Aclaro algo por si fuera necesario: esto lo pienso más allá de las encuestas, den lo que den, digan lo que digan y se interprete lo que se interprete o quieran interpretar. Desde que tengo memoria me he tenido que fumar como miles de compatriotas el tabaco reaccionario de especímenes de la política que llevaron a la patria a la ruina y la bancarrota. Y lo que digo lo digo sin pizarra. En realidad no hago otra cosa que aflojar los músculos ante tantas caras de piedra. No me olvido y no puedo olvidarme que aún nosotros, todos los uruguayos nos merecemos una disculpas de estos señores que acusan a la voluntad libre y soberana del pueblo con desdén y desprecio acusando a la voluntad mayoritaria de elegir el populismo y a expresiones políticas totalitarias. Se llenan la boca de democracia y por la vía más oblicua y retorcida tratan de crear el peor de los climas pretendiendo enrarecer lo que es la expresión más pura de la gente.
La película "Los Monstruos" puede hacernos suponer una película del género del horror, pero no es nada de eso, es una sátira sobre los comportamientos humanos, más que una comedia es el drama de lo peor que se encuentra en la especie humana, nos muestra con todas nuestras mezquindades, bajezas e hipocresías. Nos recuerda de manera permanente que existen ciertos hombres que buscan protagonismos absurdos y son capaces de las peores acciones bajo la premisa: "...el que no flota se hunde..." y agrego más, que el que se hunde se lleva a varios... y esto va para todos, sin exclusiones y sin restricciones pues corchos hay en todos lados. Como decía mi hija Sabina cuando era pequeña: "al que le toca le toca".
Y antes de despedirme una cosa más, es un pedido especial a Don Julio: por favor no olvide su cábala del '94, para el domingo 30 de noviembre póngase el mismo saquito crema y la remera "lacoste azul". Esa no falla.