Nicolás Centurión
Mar 20, 2024
Como en cuentagotas, la violencia asociada al crimen organizado y narcotráfico sigue inundando las crónicas de los noticieros. Ni qué hablar cuando un cargamento en Europa es decomisado y se descubren que toneladas de cocaína pasaron por el puerto de Montevideo.
Las bandas criminales locales se enfrentan entre sí día a día, las balas siguen cobrando vidas inocentes. La corrupción hace de las suyas, las cárceles siguen atestadas de jóvenes; pobres y analfabetos engrosan las filas de caponarcos que precisan mano de obra barata.
El sistema político se enfoca en la campaña electoral y en breve se escucharán medidas surrealistas y efectistas de mano dura y soluciones mágicas. Alguién dirá “a lo Bukele”, plegándose al burdo show del presidente de El Salvador. Otros propondrán -con culpa de clase-, superficiales medidas que no vayan al fondo de la cuestión.
Las bandas criminales locales se enfrentan entre sí día a día, las balas siguen cobrando vidas inocentes. La corrupción hace de las suyas, las cárceles siguen atestadas de jóvenes; pobres y analfabetos engrosan las filas de caponarcos que precisan mano de obra barata.
El sistema político se enfoca en la campaña electoral y en breve se escucharán medidas surrealistas y efectistas de mano dura y soluciones mágicas. Alguién dirá “a lo Bukele”, plegándose al burdo show del presidente de El Salvador. Otros propondrán -con culpa de clase-, superficiales medidas que no vayan al fondo de la cuestión.
Mientras tanto, en Rosario, Argentina prende las luces largas, advirtiendo lo que puede pasar en Uruguay en breves… ¿o ya nos está pasando?
Rosario, Argentina. La ciudad se despierta con la violencia de todos los días, pero esta vez despierta la indignación ciudadana. En los últimos días se sucedieron varios asesinatos a sangre fría: de un joven trabajador de una estación de servicio, dos taxistas y un conductor de ómnibus, todos muertos a tiros, y al azar, por sicarios.
En 2023, el Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia de la argentina Universidad de Tres de Febrero determinó que en 2020 hubo 16,4 personas asesinadas cada 100.000 habitantes.
El periodista Germán de los Santos explicó que Rosario tiene «una tasa de homicidios cuatro veces mayor que el promedio nacional» debido a «una lucha entre bandas por el control del tráfico de drogas en la ciudad».
Un violento negocio de «narcomenudeo» generado por el hecho de que Rosario -el principal puerto agroexportador de Argentina- está estratégicamente ubicada sobre uno de los principales canales de transporte del país, la Hidrovía Paraguay-Paraná, que, además de trasladar soja y otros bienes, también es utilizada para contrabandear droga, en particular cocaína, con destino a Europa y Oceanía.
El actual gobernador de Santa Fé, Maximiliano Pullaro, con el apoyo de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, lanzó recientemente el Plan Bandera. «Vamos a intervenir progresivamente ocho barrios en Rosario y cuatro en la ciudad de Santa Fe, mediante una acción estatal concertada tendiente a reducir la violencia, atacar la venta de droga y restablecer la paz social», afirmó.
El resultado, fotos y performance “a lo Bukele”. Presos semidesnudos con las manos atadas y sentados en el piso, uno atrás de otro, rodeados de un fuerte contingente de fuerzas de seguridad armados. Una foto que pretende un efecto: orden y mano dura.
Alguna vez Rosario fue conmocida como“La Chicago Argentina”. Es uno de los términos que más pervivió en el tiempo y es anterior a la mafia: tiene que ver con un crecimiento abrupto de una ciudad con un puerto y un núcleo importante de comerciantes.
El actual gobernador de Santa Fé, Maximiliano Pullaro, con el apoyo de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, lanzó recientemente el Plan Bandera. «Vamos a intervenir progresivamente ocho barrios en Rosario y cuatro en la ciudad de Santa Fe, mediante una acción estatal concertada tendiente a reducir la violencia, atacar la venta de droga y restablecer la paz social», afirmó.
El resultado, fotos y performance “a lo Bukele”. Presos semidesnudos con las manos atadas y sentados en el piso, uno atrás de otro, rodeados de un fuerte contingente de fuerzas de seguridad armados. Una foto que pretende un efecto: orden y mano dura.
Alguna vez Rosario fue conmocida como“La Chicago Argentina”. Es uno de los términos que más pervivió en el tiempo y es anterior a la mafia: tiene que ver con un crecimiento abrupto de una ciudad con un puerto y un núcleo importante de comerciantes.
No sólo albergó el paso de miles de marineros y extranjeros, sino que también cobijó otro tipo de desembarco, el de la prostitución. Fue el trampolín de la mafia en el país y, de allí, el bautismo de «la Chicago argentina». Las andanzas de los italianos Juan Galiffi, apodado «el Chicho Grande», y su rival, Francisco Morrone, «Chicho Chico», inspiraron el cambio de nombre acorde con los niveles de violencia y corrupción que los envolvían.
Ni tan lejos
En Uruguay no estamos tan lejos de Rosario. El puerto de Rosario y de Montevideo son claves en el esquema de narcotráfico que navega por la hidrovía Paraná-Paraguay. Uruguay pasó de ser país de tránsito a país de acopio. Y la influencia de grupos extranjeros y la coordinación de bandas nacionales con éstos, dan como resultado el aumento de la violencia en prácticamente todas sus aristas.
Según un informe de inteligencia policial difundido por radio Sarandí y La Diaria, son 59 los grupos criminales que operan en todo el país, algunos asociados a organizaciones brasileñas, sobre todo en zona de fronteras del litoral este (frontera con Brasil), en los departamentos de Artigas, Rivera, Cerro Largo y Rocha, bajo una fuerte presencia del brasileño Primer Comando de la Capital (PCC) que se ha extendido hacia Paraguay y Argentina también. Uruguay no ha sido la excepción.
La hidrovía del Paraná-Paraguay, principal salida de droga sudamericana
A través de la promulgación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) se implementó la Ley de Derribos, para que la Fuerza Aérea pudiera actuar contra aeronaves que no se identificaran y la Prefectura Nacional Naval adquirió lanchas para proteger las fronteras acuáticas. Resultado: cero derribos y un festín para los narcotraficantes por aire, tierra y mar.
Recientemente radio Sarandí entrevistó a Erwin “Coco” Parentini, un presidiario barra brava del club de fútbol Peñarol, que cumple pena en la cárcel de Santiago Vázquez. Los dichos de Parentini son representativos de la situación de miles de presos anónimos del Uruguay. Un caldo de cultivo que tiene reminiscencias a cómo surgió el PCC y al que, además, Parentini hizo referencia.
«Estoy 24/7 encerrado sin ninguna actividad, de nueve años que llevo en prisión, seis estuve aislado», sostuvo el narcotraficante preso, quien indicó haber mantenido el silencio «por mi familia, pero en estos momentos ya se cruzó una línea que mi familia está sufriendo». El recluso dijo vivir «torturas» al estar encerrado, engrilletado en su celda y tener malas condiciones cuando lo visita su hija, de siete años.
A través de la promulgación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) se implementó la Ley de Derribos, para que la Fuerza Aérea pudiera actuar contra aeronaves que no se identificaran y la Prefectura Nacional Naval adquirió lanchas para proteger las fronteras acuáticas. Resultado: cero derribos y un festín para los narcotraficantes por aire, tierra y mar.
Recientemente radio Sarandí entrevistó a Erwin “Coco” Parentini, un presidiario barra brava del club de fútbol Peñarol, que cumple pena en la cárcel de Santiago Vázquez. Los dichos de Parentini son representativos de la situación de miles de presos anónimos del Uruguay. Un caldo de cultivo que tiene reminiscencias a cómo surgió el PCC y al que, además, Parentini hizo referencia.
«Estoy 24/7 encerrado sin ninguna actividad, de nueve años que llevo en prisión, seis estuve aislado», sostuvo el narcotraficante preso, quien indicó haber mantenido el silencio «por mi familia, pero en estos momentos ya se cruzó una línea que mi familia está sufriendo». El recluso dijo vivir «torturas» al estar encerrado, engrilletado en su celda y tener malas condiciones cuando lo visita su hija, de siete años.
«La cárcel es un reflejo de la calle, lo que pasa acá también pasa en las esquinas». «Ese chamuyo barato (habladuría) de dar golpe duro al narcotráfico no es por ahí, es por la educación a los niños”, añadió.
“Paz, Justicia y Libertad”, dijo el múltiple homicida Erwin Parentini en Radio Sarandí. Ese es el lema del Primer Comando de la Capital, el PCC, la principal mafia latinoamericana. El delincuente dijo no pertenecer al PCC, pero dio a entender que el grupo opera en Uruguay.
La realidad de las cárceles uruguayas son el mal que se barre debajo de la alfombra que porfiadamente sale a la superficie todos los días y no hay peor ciego que el que no lo quiere ver.
De acuerdo con datos de la Oficina del Comisionado Parlamentario para el Sistema Penitenciario, Juan Miguel Petit, en Uruguay hay unas 15 mil personas privadas de libertad, lo que significa que por cada 230 habitantes, uno vive dentro de una cárcel.
A todos estos componentes locales, hay que unirlos en clave regional y comprender la situación geopolítica por la que estamos atravesando. Si no veamos el acuerdo del gobierno de Javier Milei de Argentina con ingenieros estadounidenses sobre la hidrovía Paraná-Paraguay. Un acuerdo similar al que Paraguay ha suscrito con su par del norte. Faltaría Uruguay en esta tríada del sur. ¿El narcotráfico será el nuevo caballo de Troya para intervenir el Cono Sur?
Entre el punitivismo de escritorio, la falsa mano dura y la silenciosa pero letal corrupción, el sálvese quien pueda está más cerca que Rosario, la sombra y las garras imperiales asoman y los barrios se siguen desangrando.
* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
Entre el punitivismo de escritorio, la falsa mano dura y la silenciosa pero letal corrupción, el sálvese quien pueda está más cerca que Rosario, la sombra y las garras imperiales asoman y los barrios se siguen desangrando.
* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)