Argentina y Brasil avanzan en soluciones al conflicto comercial bilateral
30 abril, 2014
Más autos y autopartes hacia Brasil
Los gobiernos de Argentina y Brasil acordaron ayer incrementar el flujo de exportaciones de automotores y autopartes locales al país vecino, mientras se delinea un nuevo protocolo comercial para aplicar a partir de junio del año próximo. El compromiso surgió durante la cumbre entre funcionarios y empresarios de ambos países que se realizó en Brasilia. La comitiva argentina estuvo encabezada por los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Industria, Débora Giorgi, quienes se reunieron con sus pares brasileños para analizar el desempeño del comercio bilateral, en particular del sector automotor. Allí surgió un preacuerdo para que las terminales brasileñas incrementen progresivamente la compra de autopartes y unidades terminadas argentinas. Por su parte, el compromiso argentino es reducir el mecanismo flex el año próximo –que establece una relación de exportación e importación que busca resguardar a la Argentina– y la posibilidad de aceptar financiamiento comercial de Brasil. El martes y miércoles de la semana que viene continuarán las reuniones a nivel de secretarías y empresarios.
La delegación argentina estuvo secundada por el secretario de Planeamiento Estratégico Industrial, Horacio Cepeda, y también por empresarios locales del sector automotor, metalúrgicos y electrónicos. El objetivo de la misión era buscar un acuerdo que equilibre el comercio bilateral, que el año pasado exhibió un saldo negativo para el país de 3100 millones de dólares, mientras se mantiene el riesgo de ampliar esa brecha por la baja de la demanda brasileña de automotores argentinos. El encuentro comenzó a las 16.30 en la sede de la cartera de Hacienda brasileña y se extendió por casi tres horas. Por los locales estuvieron el ministro de Hacienda, Guido Mantega; el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Mauro Borges, y el secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Paulo Cafarelli, entre otros.
La retracción del mercado brasileño impacta seriamente la producción de automóviles locales, dado que el 90 por ciento de las exportaciones argentinas tiene como destino ese mercado. Esta crisis derivó en que distintas terminales resolvieran paralizar durante esta semana sus operaciones u otorgaran licencias a sus empleados (ver aparte). El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, atribuyó anteayer los problemas en la industria automotriz doméstica a la caída de las exportaciones a Brasil. “La afectación de la producción local tiene varios componentes y uno de ellos tiene que ver con la caída abrupta de la demanda de Brasil”, explicó el jefe de ministros.
Durante el encuentro de ayer se avanzó en un acuerdo público-privado para incrementar progresivamente la compra de autopartes locales por parte de terminales brasileñas, en muchos casos para unidades que “puedan volver a la Argentina como vehículos terminados”, explicaron fuentes oficiales. También se acordó un aumento en la exportación de unidades, al tiempo que la Argentina aceitará el mecanismo de declaraciones juradas para el ingreso de vehículos brasileños. “El objetivo es incrementar el flujo de comercio, pero siempre que se estabilice la relación”, explicaron. Mientras tanto, se convino delinear un nuevo esquema para el sector automotor para el 30 de junio de 2015, cuando venza la nueva prórroga que estará vigente –en el Gobierno confían en su renovación– por un año desde el 30 junio próximo. Ese nuevo esquema permitirá una reducción del flex en favor de Argentina, que establece los términos del intercambio bilateral. Actualmente, esa relación es de 1,95, lo que implica que por cada dólar que exporte la Argentina puede importar 1,95 sin arancel, y se espera que pueda llevarse a 1,25.
De conseguir estabilizar el mercado bilateral, la Argentina aceptaría tomar el crédito que ofrecen los funcionarios brasileños para financiar el comercio bilateral. El equipo económico argentino considera que esa línea, con el actual desequilibrio comercial, sólo potenciaría la brecha, pero podría ser un buen instrumento si se reduce el saldo favorable a Brasil.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-245193-2014-04-30.html