9 may 2014

Caso Pluna: López Mena al borde del procesamiento por estafa

“Golpe de gracia”

09 MAYO 2014
ESCRITO POR: WALTER PERNAS

Caso Pluna: López Mena al borde del procesamiento por estafa

Un español dueño de Cosmo sl envió una carta a la justicia uruguaya para informar que el propietario de Buquebus le ofreció 13,7 millones de dólares a fin de que actuara como intermediario en la compra de los aviones. Una carta enviada a la justicia uruguaya por el director y principal accionista de la empresa española Cosmo sl, Antonio Álvarez Hernández, relatando pormenores de las negociaciones previas al remate de los aviones de Pluna, constituye una prueba fundamental para acreditar, en principio, que la conducta asumida en el asunto por el empresario Juan Carlos López Mena –dueño de Buquebus– es ilegal y que reúne todas las características de un delito de estafa, dijeron a Brecha fuentes del sistema judicial.
“Mi nombre es Antonio Álvarez Hernández y soy el propietario de la empresa Cosmo Líneas Aéreas sl. Me dirijo a ustedes dado que nunca nadie en su país se ha dirigido a mí, ni nadie de su país conoce absolutamente nada del papel de Cosmo Líneas Aéreas en esta operación de Pluna y Buquebus”, señala el empresario al inicio de la carta, cuyos fragmentos principales fueron publicados el viernes 2 por la revista Caras y Caretas.
Álvarez Hernández sostiene que su empresa nunca estuvo interesada en comprar los aviones de Pluna, que no gestionó el aval ante el Banco República (brou) para que Cosmo se presentara al remate, sino que accedió a prestar el nombre de su empresa a cambio de un pago de 13,7 millones de dólares por parte de López Mena.
El autor de la carta describió que Cosmo actuó como intermediario de Buquebus y que quien le propuso tal negocio fue Hernán Antonio Calvo Sánchez, el hombre que levantó la mano en el remate para comprar los aviones, y que ocultó su verdadero nombre ante la prensa uruguaya y en el documento que formalizó la compra: se hacía llamar Antonio Sánchez, jugando con su segundo nombre y su segundo apellido. Tanto fue así que el escribano que firmó el acta del remate, Pablo Seitún, terminó procesado por falsificación de documento por un funcionario público al estampar como cierto el nombre de pantalla que esgrimía Calvo.
Desde ese momento todo olía muy mal. Álvarez Hernández afirma en su misiva a la justicia uruguaya que, a través de Calvo, Buquebus se ofreció a pagarle a Cosmo sl un importe similar al 10 por ciento del total del valor de los aviones de Pluna, es decir unos 13,7 millones de dólares, a fin de que la empresa española ejerciera como intermediaria de la operación. Pero apuntó que no le pagaron ese monto sino que “sólo recibió 0,7 millones de dólares de Buquebus”.

EL GESTOR. El empresario asegura que como propietario-administrador de Cosmo sl “jamás” solicitó avales en el brou ni autorizó a nadie a presentarse en nombre de la compañía “a ninguna subasta ni a firmar ningún documento”, y que sus únicas acciones fueron “responder un requerimiento notarial del brou” que se envió a España, según publicó Caras y Caretas.
La firma de esa acta notarial se hizo “bajo amenazas por parte de Buquebus” de que si no lo hacía “no recibiría el pago del importe acordado”, agrega la carta.
La forma en que se negoció y tramitó el aval por 13,7 millones de dólares otorgado por el brou para que Cosmo, representada por Calvo Sánchez, pudiera presentarse en el remate y comprar los aviones por 137 millones de dólares resultó determinante para que dos jerarcas del gobierno frenteamplista terminaran procesados. El entonces presidente del brou, Fernando Calloia, y el entonces ministro de Economía, Fernando Lorenzo, fueron hallados responsables del delito de abuso de funciones. La justicia entendió que se habían extralimitado en sus poderes funcionales: Lorenzo por incidir en que el brou le otorgara el aval a Cosmo (llamó al presidente del banco para decirle que el Ministerio de Economía respaldaba a tal empresa), a pesar de no tener referencias de la firma española, desconocida en la región. Calloia fue procesado por acceder a emitir el aval en aquellas circunstancias y tras la llamada de Lorenzo.
Pero el ex ministro declaró que la confianza estaba depositada en López Mena, y el ex presidente del brou se defendió en esa línea al afirmar que el dueño de Buquebus, un importante cliente del brou, era quien había acercado y presentaba a la empresa Cosmo. Si a estas declaraciones se añade el contenido de la carta de Álvarez Hernández es posible acreditar la importancia del rol asumido por López Mena en esta historia, actuando detrás de las cortinas pero con un peso gravitante en las acciones que se fueron sucediendo a fin de concretar la venta de los aviones de Pluna mediante un remate, que al final resultó fallido.
Las fuentes del sistema judicial consultadas por Brecha entienden que la carta del empresario español es una especie de “golpe de gracia” para López Mena, que puede llegar a profundizarse una vez que la justicia interrogue a Álvarez Hernández por exhorto, lo que está previsto para los próximos días.
López Mena aparece en la delicada situación de haber gestado el negocio para la compra de los aviones de Pluna en un plan que resultó turbio por donde se lo mire, que falló en su propósito inicial –los aviones no se vendieron–, que determinó el procesamiento de dos jerarcas de gobierno y de un escribano, y que ahora lo ubica en las puertas de un procesamiento, en principio, por el delito de estafa,1 de acuerdo al análisis jurídico de las fuentes del sistema judicial. (Véase Brecha, 11-IV-14.)
El empresario volverá a declarar ante la justicia, esta vez como indagado, y corre riesgo de terminar en la cárcel. Antes de esa instancia la sede buscará reunir otras pruebas, e intentará que declare nuevamente Calvo Sánchez, también muy comprometido. En su carta Álvarez Hernández afirma no conocer personalmente a López Mena: “Le reitero que yo no conozco ni he hablado jamás con el señor López Mena. (...) El único nexo con él ha sido el señor Calvo Sánchez, el cual se puso en contacto conmigo aproximadamente un mes antes de la subasta de los aviones de Pluna, prometiendo lo arriba mencionado”, es decir los 13,7 millones de dólares. Agrega que no tiene ninguna relación de amistad personal con ninguno de ellos y que desconoce “totalmente” el teléfono y paradero de Calvo Sánchez, “ya que un día desapareció y no he vuelto a saber nada de él”. Dice también que su empresa, que operaba con dos Airbus A 320, “ha sido conducida a la quiebra” luego del escándalo de Pluna, y que puede acreditar lo que dice en su carta: “Todo esto está respaldado con testigos y con toda la documentación y e-mails que si alguien tiene a bien mostraré”, afirma.

1. “El que con estratagemas o engaños artificiosos indujere en error a alguna persona, para procurarse a sí mismo o a un tercero un provecho injusto, en daño de otro, será castigado con seis meses de prisión a cuatro años de penitenciaría”, establece el artículo 347 del Código Penal (estafa). Es un agravante para este delito que “el hecho se efectúe en daño del Estado”.

http://brecha.com.uy/index.php/politica-uruguaya/3730-golpe-de-gracia