5 may 2014

Uruguay ofrece refugio a niños y mujeres sirias

Uruguay ofrece refugio a niños y mujeres sirias


Uruguay ofrecerá ser refugio de niños y mujeres sirias que se encuentran en calidad de refugiados en Jordania, en el campo de Zaatari. El campo fue inaugurado el 28 de julio del año 2012. Allí hay más de 140 mil refugiados y, según pudo comprobar el ministro de relaciones exteriores Luis Almagro que recientemente visitó países del cercano Oriente, “el 25% de los refugiados son menores de 8 años” y algunos de ellos están acompañados únicamente por su madre “y otros son huérfanos”.

Según ilustró desde la apertura del campamento se han producido reiteradas manifestaciones llevadas a cabo por la población de refugiados. La principal preocupación se refiere a la falta de suministros de alimentos y de alojamiento. El campamento ha sido testigo de un creciente número de denuncias de delitos, como la prostitución y el tráfico de drogas.

Estos hechos han despertado el interés del presidente Mujica que en la pasada sesión del Consejo de Ministros propuso la medida de “tender una mano” a estas personas.

Ayer, el canciller luego de comparecer en régimen de comisión general del Senado (ver nota aparte), confirmó a LA REPÚBLICA que “la idea del Presidente es brindar opciones de salida de los niños y viudas con hijos, aplicando los principios artiguistas para que tengan una mejor condición de vida”.

Adelantó que el gobierno implementará el mecanismo conjuntamente con Acnur, la oficina internacional de refugiados “para dar una implementación de la mejor manera. Nuestra idea es que vengan a Uruguay en calidad de refugiados; están refugiados en Jordania y pasarían a ser refugiados en Uruguay”, detalló el canciller.

Ayer, en su audición semanal por radios del Estado, Mujica interpeló a los uruguayos aludiendo al valor de la solidaridad y apelando a la “madurez de nuestra sociedad”. El Presidente lanzó la posibilidad de “consultar” a la ciudadanía sobre si “no estamos en condiciones de socorrer en algo a los niños sirios abandonados en los campos de refugiados a consecuencia de la guerra”. “Ofrecer al mundo una mano no significa tener hijos robados del dolor, sino una práctica familiar de la solidaridad”, aclaró.

Y públicamente si no valdría la pena que “nuestra sociedad levante un poco la cabeza y sea capaz de socorrerlos”.

Almagro agregó que otra vía de ayuda a los refugiados sirios sería el envío de provisiones. Esto se implementaría a través del Sistema Nacional de Emergencia y en coordinación con organismos internacionales de ayuda a poblaciones en riesgo.

http://www.republica.com.uy/una-mano-al-mundo/