EL PLAZO PARA UN ACUERDO ENTRE OCCIDENTE E IRAN VENCE EL 1º DE ABRIL
Un acuerdo entre Teherán y las grandes potencias es posible, afirmó Abbas Araqchi, el jefe negociador iraní, que sin embargo excluyó enviar al extranjero sus reservas de material nuclear, una de las demandas clave de Occidente.
La fase final de la cumbre nuclear entre Irán y seis grandes potencias comenzó en la ciudad suiza de Lausana en un clima de vértigo e incertidumbre, que forzó a los ministros de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Francia y Alemania a cancelar sus agendas y quedarse en la mesa de negociación. Mientras en Suiza los rumores de un posible acuerdo provisional crecían, en Israel el primer ministro, Benjamin Netanyahu, vinculó las negociaciones en Lausana con el conflicto en Yemen, en donde un movimiento chiíta, con buena relación con Teherán, logró tomar la capital del país. “El eje Irán-Lausana-Yemen es muy peligroso para la humanidad y debe ser detenido”, advirtió Netanyahu a la prensa al comenzar la reunión semanal de gabinete.
Un acuerdo entre Teherán y las grandes potencias es posible, afirmó Abbas Araqchi, el jefe negociador iraní, que sin embargo excluyó enviar al extranjero sus reservas de material nuclear, una de las demandas clave de las grandes potencias en las negociaciones en Suiza. “Llegar a un acuerdo es factible. Se han encontrado soluciones a numerosas cuestiones. Aún estamos trabajando en uno o dos asuntos. Las conversaciones se encuentran en su fase final y son muy complejas”, dijo Araqchi a la prensa. Pese a todo, se mostró optimista y reiteró la necesidad de que todas las resoluciones y sanciones de Naciones Unidas que pesan sobre su país sean retiradas.
Las potencias estás dispuestas a suspender las sanciones, no a eliminarlas definitivamente, y durante el tiempo necesario para evitar que Irán viole el posible acuerdo. Por otro lado, Araqchi se pronunció en contra de exportar las reservas de uranio enriquecido iraní. “No está en nuestro programa y no tenemos intención de mandarlo fuera”, afirmó. Deshacerse de las reservas de uranio enriquecido, suficientes en la actualidad como para fabricar varias armas nucleares si fueran más procesadas, alejaría a Irán de la posibilidad de construir la bomba. El británico Philip Hammond, último jefe de la diplomacia de las grandes potencias en llegar a Lausana, insistió sobre este punto: “Estamos ahí porque pensamos que un acuerdo puede lograrse, pero debe ser un acuerdo que ponga la bomba fuera del alcance de Irán. No puede haber compromiso sobre ese punto”, dijo a los periodistas. Irán niega querer dar un uso militar a su programa nuclear.
La frenética jornada de reuniones comenzó ayer con un encuentro entre el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y su homólogo iraní, Mohamed Yavad Zarif. La reunión duró media hora. Kerry salió del hotel Beau Rivage, en el que se celebran las negociaciones, para dar un breve paseo, rodeado por decenas de periodistas y cámaras. Cuando le preguntaron si creía que se llegaría a un acuerdo marco para mañana, cuando vence el plazo establecido a fines del año pasado, respondió: “No lo sé. Estamos trabajando en ello”.
Desde Washington, el Departamento de Estado informó que Kerry canceló el viaje que tenía planeado a su ciudad natal, Boston, donde tenía previsto participar de un acto en memoria del fallecido senador Edward Kennedy. A la misma decisión llegaron sus pares de Francia y Alemania, Laurent Fabius y Frank-Walter Steinmeier, respectivamente. Ambos cancelaron el viaje que tenían previsto hacer juntos a Kazajistán para quedarse en Suiza y seguir presionando para alcanzar un acuerdo marco que permita mantener vivo el cronograma aprobado a fines de 2014. Según ese cronograma, Irán y las seis potencias que se adjudican la representación de la comunidad internacional –Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China– deben llegar a un acuerdo marco para pasado mañana, 1º de abril, y luego a un texto definitivo para mediados de año.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-269305-2015-03-30.html