El empresario argentino Gustavo Grobocopatel, considerado en su país como "el rey de la soja", participará en el ciclo de charlas que brindará el candidato a la Presidencia por el Frente Amplio, Tabaré Vázquez, "Uruguayx+".
De la primera conferencia, que se realizará el próximo lunes en el auditorio de Antel también participará el ingeniero Nicolás Jodal, CEO de GeneXus Internacional.
Esta será la primera de cuatro charlas que abordarán temáticas vinculadas a producción, innovación, ciencia y tecnología.
Por Claudio Lowy * La modelización del sistema agrario de producción transgénica que propone Gustavo Grobocopatel en su nota “Proteínas como arma de negociación con el mundo” (http://www.clarin.com/opinion/Proteinas-arma-negociacion-mundo_0_311368927.html), que publicó Clarín el jueves 5 de agosto, y que refuerza en notas posteriores en Página/12, está construida sobre la minimización, el ocultamiento y la tergiversación de daños ambientales, sociales y económicos. Algunas de las afirmaciones que propone el empresario para mirar el sistema agrario de producción de soja transgénica son:
- “Lo más importante es que la soja no sólo no compite con los productos de valor agregado sino que puede ser su aliada natural y principal.”
- “Si el mundo necesita soja y sus derivados, se los podríamos dar a cambio de que también nos compren otros productos. Si no tenemos soja es muy probable que no tengamos cómo negociar la colocación de los otros productos, sean del origen que sean.”
- “Las proteínas pueden ser nuestra mejor arma de negociación ante el mundo.” Y propone juntarnos en esta estrategia con Brasil y el resto de los países del sur de América.
- “Agricultura familiar” es sinónimo de vivir sin dignidad.
- Los beneficios de la agricultura están distribuidos en la sociedad.
- Gracias a la siembra directa no estamos desertificando más; el glifosato es el menos malo de los herbicidas y no pasa a las napas porque se destruye al tocar el suelo.
Estas y otras contenidas en sus escritos tergiversan y/o ocultan que:1. La soja sí compite con otros productos. Desplazó, entre otras, a la actividad tambera, las pasturas y los cultivos de algodón. Y pone en riesgo nuestra soberanía alimentaria.
2. Se privilegia la demanda del mercado internacional, dificultando la satisfacción de la demanda del mercado interno, con la consiguiente presión sobre los precios.
3. Se destruye la capacidad de producir alimentos sanos y diversos en el campo argentino. En superficies que ocupan hasta el borde mismo de los pueblos, impide que en esos territorios se cultive para abastecer a esas mismas poblaciones. Se destruyen los bosques y la capacidad productiva de los suelos. Y obliga a los productores a depender de un sistema que los degrada a ellos y a su ambiente.
4. Los agroquímicos aplicados generan enfermedades que incluso causan la muerte entre los trabajadores rurales y las poblaciones afectadas.
5. Se concentra el ingreso en poquísimas personas, dejando a muchos en la pobreza y en la indigencia.
6. Las personas que viven en las zonas rurales y en las pequeñas poblaciones deben migrar hacia las villas miseria de las grandes ciudades, degradando su calidad de vida y agravando los desequilibrios poblacionales y ambientales.
7. Las alteraciones y riesgos de daños irreversibles de los transgénicos en la biodiversidad y la evolución biológica. Así como los daños y riesgos de los alimentos transgénicos vinculados también con la falta de información adecuada al consumidor.
8. La necesidad de aplicar fertilizantes y plaguicidas en cantidades y concentraciones cada vez mayores.
9. La destrucción de nuestros ecosistemas y la erosión de la biodiversidad, afectando los procesos ecológicos esenciales, el ciclo del agua, de los nutrientes, del dióxido de carbono, el flujo energético y las cadenas tróficas, sin los cuales la vida que conocemos y su evolución no es posible.
10. Genera un sistema ineficiente y/o corrupto de control y certificación de agroquímicos y de agroalimentos, que aprueban productos que no deberían ser aprobados y envían al mercado alimentos que no son sanos, presionados precisamente por el sistema empresario que los produce.
11. El desarrollo y consolidación de este sistema empondera a la empresa Monsanto y similares en nuestro país, tan cuestionadas y cuestionables desde todo punto de vista.
12. El sistema de monocultivo transgénico es ambientalmente insostenible. Tienen una concepción minera, extractivista de la capacidad productiva del suelo, al que tratan como un recurso no renovable que agotan. Buscan sustituir los procesos que renuevan naturalmente su capacidad productiva mediante la reposición agroquímica de su fertilidad, lo que es altamente ineficiente. Pretenden reemplazar el equilibrio biológico que limita naturalmente las plagas animales y vegetales con pesticidas, lo que genera la aparición de plagas resistentes, obligando a la aplicación de cada vez mayor cantidad de productos cada vez más tóxicos.
13. Que el sistema de producción agrícola dominante y su cadena de valor son el principal generador de gases de efecto invernadero y, consecuentemente, el principal responsable del cambio climático.
El modelo Grobo propone, explícitamente, la creación de un sistema económico sustentado en la venta de soja y sus derivados. Y toda la sociedad sustentada en la buena voluntad y eficiencia de los productores sojeros. Explicita que todas las otras producciones no podrían competir por sí solas en el mercado mundial, ni ahora ni en el futuro; lo que es en sí mismo una expresión de soberbia superlativa.
El sistema económico y social se sometería así a un autoritarismo productivo y la estratificación de clases sociales. Además, basar la inserción en el comercio internacional en el desarrollo de un solo producto, con el cual saldríamos a presionar al mundo, es una propuesta casi hilarante si no fuera por las consecuencias que traería y el poder del sector social que representa quien la enuncia. En especial después del episodio de limitación de importación de aceite de soja por parte de China, a través de una medida paraarancelaria orientada hacia el aceite de soja de origen argentino.
Los promotores del sistema sojero califican de cavernarios a los que se oponen a él, cuando en realidad los retrógrados son ellos, ya que llevan a su mínima expresión a ecosistemas diversos, que demoraron a veces miles de millones de años en evolucionar y desarrollarse. Y destruyen su diversidad y sus procesos ecológicos en pocos años. Diversidad, procesos ecológicos y ecosistemas de los cuales dependemos todos, y sin los cuales la sociedad tampoco es viable
* Ingeniero forestal (UNLP). Master en Desarrollo Humano Sostenible, ecolowy@yahoo.com.ar
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-4642-2010-09-21.html