La ofensiva de Estados Unidos sobre Siria está destinada a tres grupos. El Estado Islámico es el más grande de los tres, aunque no representa una amenaza inmediata para Occidente, como sí sucede con el pequeño grupo Khorasan. Se estima que 3.000 extranjeros están luchando en las filas de estas organizaciones y su eventual regreso a sus países de origen representa un peligro. ¿Cómo se frena esta amenaza? Probablemente no con ataques aéreos.
Hace dos meses, en otra nota publicada aquí, se analizó la evolución del Estado Islámico (EI). En el tiempo transcurrido la organización avanzó sobre diferentes zonas en Irak y Siria, donde conquistó entre el 20 y el 30 por ciento del territorio y alcanzó la frontera con Turquía. Además, filmó la decapitación de dos periodistas estadounidenses y un inglés como un mensaje a los países occidentales de decidieron prestar su apoyo al ejército iraquí que intenta detener su avance. Como respuesta, EI recibió ataques aéreos por parte de Estados Unidos. Sin lugar a dudas, la conmoción que generó la brutalidad y violencia de la organización facilitó el apoyo a esta acción militar que el presidente Barack Obama decidió encarar, además, contra el Frente al-Nusra, al cual pertenecen la mayoría de los muertos a causa de la ofensiva en Siria, y Khorasan, una agrupación de bajo perfil pero de la cual se sospecha que planea ataques terroristas en Occidente.
Esta operación militar tiene, hasta el momento, el respaldo de la sociedad estadounidense: el 60% está a favor de las acciones contra el grupo yihadista contra un 31% que se opone. Además, Washington logró conformar una gran coalición de países de la región y extrarregionales en esta lucha. Sin embargo, a pesar de tener la aprobación de importantes sectores a nivel interno y externo, esta situación merece la mención de varios aspectos importantes:
1- La ofensiva está destinada a tres grupos, distintos en sus objetivos, alcance territorial y amenaza contra la seguridad regional y extrarregional. El Estado Islámico es el más grande de los tres y representa la mayor amenaza a la seguridad de la región. Sin embargo, si bien está enfrentado a Occidente, atacarlo no es su principal objetivo. Por otro lado, el pequeño grupo Khorasan es señalado como una importante amenaza a la seguridad de los países occidentales, mientras no representa un riesgo importante a la integridad de Irak y Siria ni de sus vecinos.
2- El importante apoyo internacional a los ataques aéreos se puede entender por el nulo costo en vidas humanas. En este sentido, la sociedad estadounidense continúa siendo reacia al envío de tropas para combatir al Estado Islámico: el 54% se opone. Pero también es necesario destacar que el apoyo a la guerra en Irak fue disminuyendo con el tiempo a causa del costo en vidas humanas y el desgaste que generó en la sociedad. El combate contra el Estado Islámico llevará como mínimo un año, según recientes declaraciones del almirante John Kirby. Si bien, entonces, la operación no tendrá un costo en vidas humanas, se estima que en términos económicos puede rondar U$S 1.500 millones.
3- Se estima que alrededor de 3.000 extranjeros están luchando en Irak y Siria en las filas de estas organizaciones (800 franceses, 400 británicos, 300 estadounidenses, 150 australianos, etc.). El peligro a la seguridad de los países occidentales está dada no por la capacidad militar de estos grupos, sino por el entrenamiento que llevan a cabo a ciudadanos europeos y estadounidenses, considerando el eventual regreso a sus países de origen. ¿Cómo se frena esta amenaza? Probablemente no con ataques aéreos. La estrategia para evitar ataques de los propios ciudadanos en descontento con los valores y políticos promovidos por Occidente es, justamente, revisar la promoción de estos valores (en términos de metodología, contenido y necesidades de las sociedades no occidentales) y la aceptación que tiene la política exterior al Medio Oriente en la población local.
4- Los ataques en Siria están dirigidos contra gran parte de la oposición que tiene el gobierno de Assad. Así, Washington avanza sobre quienes, no mucho tiempo atrás, apoyaba con el objetivo de debilitar al gobierno local. Estos grupos se han convertido en amenazas heterogéneas debido, en parte, a la incapacidad de Estados Unidos de medir las consecuencias de sus apoyos en la región. Resta saber si esta vez habrá hecho el cálculo.
Fuente imagen: bbc.com
