"El ministro aclaró que consultó al presidente de la República, Tabaré Vázquez, antes de proceder al desalojo de oficinas públicas cuyo acceso estaba obstaculizado por los ocupantes”. El Observador, 29/7
(Apuntes sobre la coyuntura)
Todo cambiaba y todo seguía invariable... Todo sigue como antes, y, sin embargo, todo ha cambiado. Trotsky. Historia de la Revolución Rusa
La represión policial del “Entrevero”en la noche del 22 de setiembre despertó el profundo rechazo por parte de amplios sectores activos de nuestra clase trabajadora.
Ese proceso represivo sigue en marcha. El lunes 28 fueron procesados sin prisión cinco manifestantes, por el delito de “atentado” (tirar piedras contra la policía, fueron condenados a 200 horas de trabajo comunitario). A esto se agrega la intención del Ministerio del Interior de demandar por difamación a quienes hicieron denuncias sobre torturas policiales en el procedimiento del 22/9
Al mismo tiempo el gobierno, junto con los sectores políticos burgueses tradicionales y los principales medios de comunicación, han descargado unacampaña ideológica dirigida a los sectores conservadores de la población, justificándola en la necesidad de aislar a sectores de la militancia política de izquierda extra-frentista. Y entre esos dos frentes se ubican varios matices de actitudes indecisas y equilibristas, como suele ocurrir
Esta campaña represiva sigue su curso, y la campaña política e ideológica que la respalda, también. En realidad, en este caso, la campaña de propaganda es más fuerte que las sentencias judiciales
Nuestra resistencia y defensa es lo principal. Tal vez el hecho más singular ocurrido haya sido laresistencia espontánea de un estudiante a ser detenido en forma irregular por la policía estando en grupo de manifestantes el 28/9 frente el juzgado en que declaraban los que serían procesados, resistencia que tuvo el apoyo también espontáneo de otros manifestantes, e impidieron la detención
Pero para armar una estrategia es necesario comprender la naturaleza de este proceso. Acá quiero intentar una interpretación del significado de estos hechos. La interpretación no es una observación sobre lo que pasa, es o pretende ser un instrumento para construir nuestra política frente a lo que pasa
Ante esta agresión represiva se han hecho varias comparaciones. Por ejemplo con el Pachecato de 1968 o con la represión de Lacalle y Gianola en 1994. Voy a poner un paralelo diferente que me parece más esclarecedor: la represión de Ciudad Vieja en noviembre de 2005 que terminó con cuatro procesados por “sedición” (en ese caso con prisión)
Si la ofensiva del enemigo, por lo menos en este momento, hace eje en la campaña propagandística, importa más aun prestar atención a los conceptos que manejamos
Hacer las comparaciones en términos de grados de violencia, con este o con los otros precedentes que se han planteado, plantearía varios problemas. Prefiero mejor enfocarme en desentrañar el objetivoque se buscaba con estos actos represivos
Cuando comparamos el hoy con hechos del pasado es para entender lo que está pasando hoy. Las semejanzas nos sirven para ver mejor las diferencias. Esta comparación que hago busca confrontar la coyuntura actual con la del comienzo del gobierno frentista, precisamente para mirar el curso transcurrido. Medir la década
El parecido de este caso con los actos de otros gobiernos filo-fascistas puede servir en términos de agitación, pero no es lo mejor. Mostrar a Bonomi como un “Gianola sin balas”, tiende, comparativamente, a empequeñecer el crimen de Gianola, quita importancia a lo que fue el eje de aquella represión de Gianola, en la que precisamente las balas no fueron ni secundarias ni casuales, fueron lo principal y lo planificado
Tampoco Tabaré es Pacheco, aunque es claro que los dos son abiertamente autoritarios. Porque lo que importa no es el estilo o la mentalidad del autócrata de turno, sino las condiciones en las que opera, el terreno en que florece el autoritarismo. En este caso el paralelo no debe confundir
El gobierno del FA viene experimentando un proceso de derechización, que puede servir al posible proceso de derechización general del continente, que puede terminar relevando a las socialdemocracias post-neoliberales hoy en crisis. Pero estas dos cosas no son partes de una mismaderechización, como lo sí lo fueron Pacheco y la dictadura militar
Por eso quiero comparar al autócrata Tabaré 2015 con el autócrata Tabaré 2005, de los que todos descubren ahora como una gran novedad, que no son lo mismo. Pero ¿por qué no son lo mismo?
Nuestra hipótesis en este caso es:
Ambos actos represivos (Plaza Matriz 2005, Entrevero 2015), cada uno en su tiempo, responden a la motivación política de socavar el movimiento popular de resistencia. Pero este aspecto obvio no agota la cuestión. Porque ambos actos también dan cuenta en cada caso de las contradicciones del gobierno en el manejo de los mecanismos represivos del Estado; esas contradicciones muestran a su vez la coyuntura concreta de la lucha social en cada caso, las fortalezas y debilidades de nuestra clase trabajadora y las del enemigo. Al comparar factor a factor, podemos ver el avance de cada uno de los bandos en su desarrollo, la maduración de las condiciones, y las tareas que surgen
En ambos casos, hay que decirlo, aparece también la oportunidad que usa el aparato represivo de explotar errores de nuestra parte, errores que en gran medida son inevitables en las condiciones que vivimos, que no por eso dejan de ser errores, y que tampoco son lo principal
Los actores son aproximadamente los mismos, gobierno del FA con Tabaré, aparato represivo, conflicto social de fondo, abanico político heterogéneo, movilizaciones callejeras de masas. El hecho es similar: acto represivo contra una acción de protesta. Hasta algunos protagonistas individuales se repiten, y también las historias que de ellos cuentan otros.
Pero precisamente por esas semejanzas podemos ver que algunas cosas han cambiado en diez años. Plantear esta comparación es ver esta evolución de estos diez años que son los años del Uruguay frenteamplista, para entender ese proceso.
Sobre los hechos actuales no entraremos en detalles, hay suficiente material documental e investigaciones que tal vez pongan las cosas en claro
En las semejanzas entre aquella vez y aquella plaza, y esta, lo primero es (incluso mirando las cosas desde el punto de vista del aparato represivo) que se trata de una represión técnicamente innecesaria
Para que quede claro, voy a recordar primero los hechos de noviembre de 2005 y voy a hacerlo tomando por base mis propias palabras de entonces, en el Editorial del boletín la lucha continúa, que en aquel tiempo publicábamos:
“En Uruguay se desarrollaron varias movilizaciones en contra de la Cumbre (1) La mayor en tamaño y representatividad fue la convocada por el PIT - CNT, FEUU, FUCVAM... más de 2000 personas... la primera con carácter de masas contraria al gobierno progresista... Pocas horas antes se convocó en la Ciudad Vieja de Montevideo a una manifestación de características diferentes. Mucho más pequeña...”(2)
Esa otra manifestación fue duramente reprimida y hubo quince detenidos, un juez que montaba guardia expresamente para ello, y procesó por “sedición” a cuatro personas, superando el pedido del fiscal, sin pruebas concretas de nada
En aquel momento el actor político principal fue un juez. Retengamos esa característica
El señalamiento de la raíz política de los hechos represivos técnicamente innecesarios hasta para el represor es más claro todavía en este caso actual, porque la represión se hace sin mediarninguna acción previa de violencia por parte los que fueron reprimidos, sin que las autoridades puedan aducir un marco legal para intervenir (dicen expresamente que el decreto sobre desalojo de ocupaciones de trabajadores no se aplica a ocupaciones estudiantiles), y - aun si se tomase serio la razón aducida de desalojar un edificio público- en medio de negociaciones que ya estaban llegando a una solución
Esta es la versión de Eduardo Bonomi, ministro del Interior del gobierno frentista, una versión asombrosa porque -más allá de sus valoraciones- sobre los hechos en sí, dice al menos una parte de la verdad, aunque sea parcial: “los estudiantes que estaban dentro del edificio no ofrecen la menor resistencia... se retiran de local cuanto más rápido mejor, no hay ningún problema, se van solos... no hay golpes, no hay resistencia... los incidentes ocurren solamente en el exterior del edificio. Ahí se producen enfrentamientos y cuando se refuerza presencia de la Guardia Republicana un grupo comienza a tirar piedras y otros se va yendo... No hay brutalidad. La agresión es a la policía que responde tratando de correrlos del lugar y avanza con los escudos[porque] no van a dejarse pegar: hay intercambio con palos pero no hay heridos graves, no hubo uso de gases químicos ni balas de goma, hubo palos, nada más... 12 detenidos, todos mayores, 7 u 8 policías internados, uno fracturado, y otros heridos leves entre ellos cinco manifestantes... Y ahí se termina”
Lo que queda claro en este caso es que la reacción de los manifestantes fue MÍNIMA. Si hubiese por alguna parte la intención de llegar a mayores -como pretenden- las cosas hubiesen llegado a mayores. Cualquiera que haya estado en un “entrevero” lo sabe. En realidad la defensa de la policía contra las imputaciones por excesos o torturas hace carne precisamente en que no hubo enfrentamientos (yo no te hice nada porque vos no me hiciste nada), y los choques fuera del local del CODICEN (el entrevero en el Entrevero) terminan en sentencias judiciales que también son mínimas
El desalojo por vía represiva se produce precisamente cuanto está por alcanzarse el desalojo negociado y pacífico, porque, (vamos a decirlo porque de nada sirve ni engañar ni engañarnos) la ocupación estudiantil ya no duraría, fórmula más fórmula menos, terminaría. Es esto que baso para decir que:
El verdadero peligro del gobierno, lo que quiso evitar, era el DESALOJO PACÍFICO que estaba por ocurrir. De allí su urgencia en desalojar
Cuando una represión es técnicamente innecesaria hasta para el represor, podemos concluir lamotivación política. Lo mismo ocurre con enfocar la represión en forma selectiva hacia un sector específico, acompañada del señalamiento ideológico
Veamos la interpretación del editorialista del Observador sobre los hechos del Entrevero: “...el gobierno acordaba algo con los delegados de los sindicatos y a las pocas horas todo se daba vuelta en las asambleas. Los pre-acuerdos caían y había que empezar la negociación de cero. Hasta en el PIT-CNT reinaba el desconcierto... los desplantes constantes les hicieron poner un límite”. Esta situación de tira y afloje, según esta versión, se mantiene hasta el desenlace represivo que plantea la pregunta “¿Qué cambió en el medio?” y su respuesta es: “la comprobación por parte del gobierno de un secreto a voces: los radicales... cada vez ganan más espacio... es de esperar que la entrada cada vez más fuerte de los radicales los aísle paulatinamente [¿A quién? ¿A los radicales? No: a los gremios docentes en lucha]. “Esos radicales son la izquierda no frenteamplista, que genera rechazo en el oficialismo e incluso en el PIT-CNT”. (3)
El mismo punto de vista ha sido desarrollado en varios editoriales, comentarios, y notas televisivas.
Otro ejemplo: “¿Cómo 50 individuos, pueden parar la enseñanza del país? ¿Cómo los maestros y profesores bailan al compás de esta banda? ¿Cómo los uruguayos permitimos que 50 fanáticos y una fundamentalista del odio y la lucha de clases, deje a nuestros hijos o nietos sin estudiar?” (4)
De modo que aquí queda el objetivo al desnudo: El uso de la represión como instrumento político para forzar un cambio en la situación interna del movimiento de masas que puede tornarse DESFAVORABLE para ellos. En palabras de María Julia Muñoz, “hoy a la dirigencia gremial le cuesta más el trabajo con las bases que lo que era antes; cuando tenías en una asamblea a un Richard Read o un Negro Castillo, daban vuelta a la gente con sus discursos”. Dirigentes eran los de antes, el coracero viene ahora a llenar ese vacío
También queda claro acá el punto de inflexión: la intervención personal de Tabaré Vázquez, que es lo que se desprende claramente de las declaraciones de Bonomi; y el momento en que ocurre el giro: llegada de Tabaré Vázquez de Ecuador, luego de cinco días de ocupación del CODICEN
Una motivación política similar puede explicar también la Ciudad Vieja del 2005. Pero en 2005 estábamos en tiempos de la inauguración del gobierno frentista. En mayo de ese año, en un editorial de nuestro boletín la lucha continúa, caracterizábamos la coyuntura política como un “empate entre dos debilidades: las formas políticas hasta ahora tradicionales de la dominación burguesa no logran contener las contradicciones sociales, no resultan una garantía confiable para seguir conteniendo la lucha de los explotados, y al mismo tiempo los trabajadores están aún lejos de contar con nuevas herramientas de organización y lucha que puedan superar el colapso sufrido" (5)
En 2005 dijimos: “Estos procesamientos por sedición son antes que nada un escarmiento hacia las fuerzas de la rebeldía popular que asoma... Pero son además una presión directa sobre las cabezas visibles del gobierno, y en ese sentido es que Fernández Lechini viene a ser un 'vanguardista' (burgués), que genera un 'hecho político'... que está generado por las necesidades de un sector de la representación política de esa clase... En esta 'acción directa' del aparato represivo burgués motivada por los factores de inestabilidad del poder de clase es donde está el peligro de la actual coyuntura [a diferencia de los] tiempos del asesino Gianola [en que] la cadena de mandos estaba muy clara: clase-gobierno-aparato...”
Nos extendimos un poco en el razonamiento que hacíamos en aquel momento, para hacer visibles lasdiferencias por encima de la semejanza básica
En aquel caso se trataba de una acción “de vanguardia” del sistema represivo impulsada por el costado de su cabeza visible, un juez descolgado que tomó la delantera. El problema político a solucionar entonces era recuperar la confianza de la clase dominante en la capacidad represiva del Estado en el momento en que acababa de llegar al gobierno un “outsider” de la política burguesa tradicional
Ese adelantamiento de la pata judicial (“judicialización de la protesta”) se ha mantenido más o menos constante durante este tiempo, siendo muy claro en el procesamiento por “asonada” a 7 manifestantes de la protesta de febrero 2013, y podemos citar varios casos similares por todos conocidos, generalmente impulsados por lo que queda en el Poder Judicial del fascismo de la dictadura
Pero ahora, ha llegado el momento de cambiar de pie al caminar. Hoy es la pata presidencial que toma la delantera
Esa inseguridad de hace diez años, que motivaba el “vanguardismo” de un juez reaccionario, ya ha sido hoy plenamente superada. Este gobierno, al menos su cabeza visible, tiene hoy la plena confianza de la burguesía. La cadena de mando es nuevamente muy clara: clase-gobierno-aparato
Pero eso no resuelve todos los problemas para la clase dominante. Tienen plena confianza en la cabeza del Ejecutivo, pero resta su incertidumbre sobre si esa cabeza tiene o no pleno control de supropio organismo político, y ese es su reclamo. Entonces hoy el “vanguardista” es el propio Tabaré Vázquez
De la misma forma que cuando el decreto de esencialidad, su necesidad es “mandar a la tropa al frente” para no dejarles otra salida y conjurar el riesgo de las rebeliones que asoman. Eso es lo explica la represión del CODICEN, de la cual nadie hoy (ni el CODICEN, ni el Ministerio de Educación, ni de Trabajo, ni Interior, ni tampoco el Frente) quieren hacerse cargo
El caso del CODICEN mirando para el costado durante todo el conflicto ha sido muy notorio, y motivo de constante señalamiento por varios lados. Pero no ha cambiado ni va a cambiar, porque este organismo está totalmente desbordado por un conflicto que, más que sobre la educación, es elemergente del conflicto social en ascenso. Por eso mismo es que la delantera ahora la toma el Poder Ejecutivo
Veamos el fundamento que da Ernesto Murro para la cláusula de paz que se incluye en el proyecto presupuestal para los trabajadores de la educación. Dice Murro que esa cláusula está incluida en la gran mayoría de los convenios colectivos firmados por los trabajadores, y ¿por qué los trabajadores de la educación deberían ser una excepción, o gozar de un privilegio frente a los otros?
Este punto de vista es exactamente lo que llevó a Julio María Sanguinetti a decir en 1988 “a mí nadie me gana una huelga” hablando de la huelga de los trabajadores de una empresa privada, CUTCSA. Tanto en un caso como el otro, el gobierno se considera expresamente como patrón, y como parte de la clase de los patrones
Supongamos por un momento un gobierno que fuese realmente “de todos”, de una fuerza “policlasista”, que en general dicen ser (excepto cuando a Murro se le escapa la cruda verdad). Ese gobierno justificaría los sueldos que propone para los trabajadores de la educación simplemente como “lo justo”, y no como resultado de la correlación de fuerzas en la lucha entre vendedores de fuerza de trabajo y compradores de fuerza de trabajo. (¿Por qué tengo que ser yo más bueno que los demás patrones?)
¿Y qué ha hecho el movimiento sindical, su organización NACIONAL en este caso, más allá de los sindicatos directamente involucrados? Nada. Lo único que resulta de esto es la profundización de su crisis
En el programa televisivo “Esta boca es mía” hubo un debate entre Irma Leites y Marcelo Abdala, donde este último -hablando por el secretariado del PIT-CNT- reivindicó su condición de “organización de masas”, con “400 mil afiliados” (5)
¿Qué hizo el PIT-CNT respecto a los hechos delEntrevero? Se limitó a sacar una declaración ambigua tomando distancia de los hechos. ¿Los 400 mil incluyen a los trabajadores involucrados en el conflicto? Esta organización de 400 mil que asiste pasivamente a los hechos, parece ser como lasreservas del Banco Central: Están ahí, pero no se las puede usar para nada
Vengamos ahora a nuestra clase. Sin duda las cosas han cambiado. En aquel momento, en 2005, luego del triunfo electoral del Frente Amplio, en que las primeras medidas reaccionarias del gobierno que superaron los peores pronósticos, decíamos. “Nuestra clase ha quedado políticamente desarmada, ideológicamente desorientada, y en su estado de ánimo el fervoroso entusiasmo inicial [las esperanzas que se habían depositado en el nuevo gobierno] va dejando lugar al desconcierto, la confusión, el desánimo, la apatía, el rencor. En este proceso de cambio tan pronunciado y por lo tanto necesariamente desigual e inconexo, el movimiento de la clase ha perdido toda centralidad. No es extraño por lo tanto el panorama de esta gran cantidad de grupos pequeños y descoordinados, muchos nuevos e inexperientes, otros el resto superviviente de viejas organizaciones en decadencia y fragmentadas. La izquierda radical de los últimos años ha perdido la oportunidad de amalgamar estas expresiones, cediendo a intereses particularistas”(6)
Es preocupante ver hoy que este lamentable panorama de agonía que señalábamos al final de ese párrafo, se mantuvo prácticamente sin cambios durante diez años. Eso es así, si pensamos en términos de sectores militantes. Ahí, muy poco ha cambiado
Pero pensemos en términos de clase, y de las expresiones de masa de la conciencia de clase. En eso sí cambiaron las cosas
El sector activo de nuestra clase, la masa, el que participa en sus acciones, organizaciones, expresiones de su conciencia en el punto en que esté, ya no está paralizado por ese desconcierto, confusión, desánimo. Ciertamente falta mucho aún en términos de despertar, y mucho más de organización. Pero en términos de ACCIÓN las cosas han comenzado a cambiar en forma muy visible
Y por supuesto, eso es lo que importa, no el voto en las elecciones, ni la adhesión a programas partidarios ni las camisetas políticas. Como se ha dicho más de una vez: EN EL PRINCIPIO ERA EL HECHO. Es detrás del hecho que viene todo lo otro, conciencia, organización, formas políticas, y todos esos aspectos en que el retraso aún permanece
Y en esto sí podemos medir la enormidad del camino andado. En el 2005 tuvimos una primera manifestación de masas -que de hecho era contra el gobierno pero que ni siquiera lo era declaradamente- de 2000 personas
Ahora, hemos tenido una marcha de 50 mil personas el 27 de agosto. Y tampoco es la única, es un caso culminante junto a muchas más de menor tamaño (pero todas por encima de las 2000), en forma casi semanal. Un paro general el 6 de agosto, varios paros parciales y huelgas sectoriales, huelga docente sostenida desconociendo el decreto de esencialidad, numerosas ocupaciones de docentes, y por último la ocupación del CODICEN y los hechos del 22 de setiembre. Las movilizaciones y luchas de la clase, involucrando sectores y formas diferentes, vienen ocurriendo desde hace meses. En losHECHOS han cambiado las cosas
¿Es una situación coyuntural al ser año de presupuesto, y vendrá luego un reflujo? La pregunta es totalmente pertinente, ya que está claro que el problema presupuestal es el eje de estas movilizaciones
Pero nada permite decir que será cosa de unos meses y vendrá luego la calma, porque todo esto ocurre cuando se da el comienzo de una retracción económica general: detención del crecimiento de la actividad económica, caída de la actividad industrial, caída de los precios de bienes exportables, caída del consumo interno, suba del dólar, reaparición del desempleo, detención de las inversiones extranjeras directas, y cuando además la retracción del comercio exterior viene determinada por factores internacionales y regionales que serán de larga duración y desenlace incierto
Y a esto se agrega el hecho confeso de que la cúpula gubernamental no tiene ninguna estrategia frente a esta situación, salvo la tijera, que nunca es solución de fondo y además trae siempre nuevos problemas. La inoperancia y vacilaciones del gobierno son cosa de todos los días
Es eso lo que alimenta el nerviosismo de la clase dominante. Se viene la tormenta, tiene plena confianza en el capitán del barco como tal, pero no tiene confianza en que pueda gobernar el barco. Y esta es la base (en términos de lucha de clases) de la actual ofensiva dirigida claramente por Tabaré Vázquez
Esas mismas condiciones generales son lo que nos dice que el ascenso de actividad de la clase va a seguir. Y eso es lo que hemos visto en todos estos meses, comprendiendo varios sectores de trabajadores. Sin duda el conflicto de los trabajadores del Estado por el tema presupuestal ha sido la parte más visible de la actividad de la clase trabajadora. Pero solo es una parte del todo
Hace diez años, los hechos que recordamos estaban en el contexto de ascenso de las socialdemocracias post-neoliberales en el continente. Por las razones de la particular coyuntura política que vivíamos en aquel momento, Uruguay fue apenas un actor marginal muy secundario de la ola de movilizaciones sociales que detuvieron el ALCA
Hoy vivimos el punto de crisis y declinación de ese ciclo, y esta nueva coyuntura nacional se inscribe también en un panorama continental de conflicto, pero de signo muy diferente. Y también es diferente la inserción uruguaya
Hoy en Uruguay no tenemos una derecha que salga a enfrentar al gobierno, pensemos lo que pensemos de cada uno de esos gobiernos y de cada una de esas derechas. Todo lo contrario, aquí tenemos una derecha que aplaude este paso al frente represivo del gobierno
Entonces, en vez de quejarnos -en forma un poco infantil, en verdad- por no tener un gobierno que merezca ser asediado por la derecha, usemos esta situación para sacar provecho de lo que tenemos. No habrá guarimbas ni marchas de dos tipos diferentes, ni convocatorias de la derecha a salir a la calle, que es cancha nuestra y lo seguirá siendo. Y tenemos mucho para hacer. El verdadero problema es si sabemos hacerlo
Hemos dejado premeditadamente para lo último el tema trillado del “retorno de los ultras”, que ha ocupado la atención de la prensa y los comentaristas
Lo primero que hay acá, en este discurso sobre los “ultras”, es una gran estupidez. Si se trata o se tratase de un grupo marginal e insignificante, sin representación ni vinculación real con los protagonistas de la lucha, no se puede argumentar que sean causa o peligro de nada. Es como hacer un tratado de veinte tomos, en el que su eje argumental ya ha sido desmentido en la introducción a ese tratado. Insignificancia política y factor de peligro son, en todo caso y tenga o no tenga sentido cada acusación por sí misma, dos acusaciones incompatibles entre sí. No se puede decir ambas cosas a la vez
Los grupos políticos de la izquierda extra frentista (hablamos acá de grupos políticos en lo fáctico, lo sean en sentido formal o no formal) que es a quienes se nos destina el calificativo radical o ultra, no somos ni podemos ser causa ni detonante de la protesta social, ni siquiera “fogoneros”, que es lo que expresamente se ha tratado de ser y no se ha sido, porque hay ya bastante más de una década que lo demuestra
La realidad de la protesta social cambió cuando cambiaron las condiciones sociales de base. Es el sector político que también integro, disperso y confundido en sus propias disputas, del cual dije hace diez años que “ha perdido la oportunidad de amalgamar estas expresiones, cediendo a intereses particularistas” y digo hoy que hemos continuado diez años más perdiendo esa oportunidad, y seguimos cediendo a intereses particularistas. No hemos podido en estos diez años, ni cambiar las condiciones políticas generales, ni superar nuestros propios problemas internos
¿Qué es, o qué somos? Un sector político marginal. No sé si este calificativo molestará, pero no lo digo yo, lo dicen diez años. Comparemos lo que éramos en Plaza Matriz con lo que somos en Plaza del Entrevero. Después de diez años somos lo mismo que antes, o tal vez menos aun que antes. Por lo tanto, ni siquiera podríamos, aun queriéndolo, sercausa de la protesta social
De modo que, ante la justicia burguesa, podemos alegar que somos inocentes. Pero aunque esto es parte de nuestra lógica defensa frente al intento de criminalizar la acción de algunos militantes, es, si lo dejamos ahí, una pobre defensa. Sería decirle al juez:Absolvedme, no importa, la historia me condenará
La posible acusación de un fiscal no agota el tema, porque los hechos de la realidad que desmienten esa acusación formulan otra acusación opuesta, de naturaleza política
De la misma forma que un Gianola sin balas no es Gianola, el Che Guevara sin balas no es el Che Guevara. Y si la bala no se inscribe hoy en la lucha social, lo que importa es que política puede inscribirse hoy en ella, y si la estamos haciendo
El despertar de la acción de la clase ocurre SINnosotros. Esto no es grave, es simplemente la forma en que ocurre el proceso social objetivo
Cuestión aparte es que el enemigo utilice lo poco que hacemos para montar una novela para justificar su campaña política. Tampoco importa demasiado porque siempre ocurrirá, es inevitable. Nos defenderemos de ese ataque, podemos hacerlo
Pero la verdadera defensa sería que nuestra acciónFUESE la acción de la clase. Ser un grupo testimonial no está mal, lo que está mal es ser solamente eso. Cuando el despertar de la acción de la clase ocurre, quedarse en grupo testimonial es perder el tiempo. Las tareas que tenemos por delante no pueden cumplirse de esta manera
Resumamos entonces nuestra forma de ver la situación actual
a) La evolución del gobierno frenteamplista en relación a la lucha social, ha hecho que asuma cada vez más la acción represiva como estrategia. Este proceso seguirá adelante. La represión, hoy está encabezada por el Poder Ejecutivo y en particular Tabaré Vázquez. Las acciones represivas buscan deliberadamente quitar espacio a la disidencia interna, a veces lo logra y a veces no
b) La clase trabajadora, lentamente, viene levantando su nivel de actividad. Por ahora es principalmente un proceso espontáneo sin conducción política alguna. Ni asomos de eso
c) El sindicalismo oficialista entra en una crisis de inoperancia, y esto gradualmente va provocando un proceso general de degradación
d) Los sectores políticos de izquierda extra-frentista no hemos superado nuestros problemas, que nos hacen ser una fuerza marginal. Y en el contexto en que vivimos, esto cada vez tiene menos justificación
Notas:
1) IV Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, 4-5 de noviembre 2005. Según Wikipedia: “evento crucial en el desarrollo de las políticas internacionales interamericanas que perfiló las políticas internacionales de América del Sur de toda la década siguiente... participaron los presidentes de 34 Estados Soberanos americanos, con la única excepción de Cuba... la agenda planificada... de principios de libertad, justicia, seguridad y protección social... fue desviada por presión de los gobiernos de EEUU y Canadá para tratar el tema del ALCA. La Cumbre fue ampliamente resistida por distintos actores sociales”. Debido a las repercusiones que provocaron esas resistencias, su Acta Final dice que "todavía no están dadas las condiciones necesarias para lograr un acuerdo de libre comercio equilibrado y equitativo...”. En la práctica, no se volvió a tratar el tema del ALCA. Las manifestaciones de Montevideo formaron parte de esas resistencias
6) Dos planes de emergencia
FERNANDO MOYANO
postaporteñ@ 1476 - 2015-09-29