Por Pedro Brieger, director de NODAL, desde Barcelona.
La relación histórica de España con América latina y el Caribe convierte las elecciones parlamentarias catalanas del 27 de septiembre de 2015 en un hecho de suma importancia para nuestra región. La efervescencia que se vive en Cataluña quedó demostrada con la participación del 77 % del padrón, unos diez puntos más que en las anteriores de 2012. Esto refleja la importancia que todos le concedieron a estas elecciones, convertidas en un verdadero referéndum a favor y en contra de la independencia de Cataluña. Los dos partidos que proponen la creación de un Estado independiente lograron casi el 49 por ciento de los votos y 72 escaños, cuatro más de los 68 necesarios para obtener la mayoría parlamentaria.
Ahora se abre un escenario incierto respecto del camino que tomarán para avanzar hacia la creación de un Estado independiente y América Latina deberá tomar nota del proceso pues el gobierno de Madrid se opone a cualquier iniciativa que tome ese camino.
Es conocido que numerosas empresas españolas incrementaron sus inversiones y negocios en nuestra región desde la década del noventa y la marca “España” estuvo asociada en estos últimos años a una “segunda conquista de América” por su participación en la privatización de sectores claves de la economía.
De hecho, algunos de sus principales políticos fungieron de lobbistas políticos y económicos en la región. Es así que en plena crisis argentina en 2001 Felipe González, ex presidente español, estuvo en la Argentina para salvaguardar los intereses de las empresas españolas en el marco de una situación de inestabilidad que podía afectarlas directamente en la Argentina y otros países latinoamericanos.
Tal vez habrá que comenzar a pensar en la distinción entre Cataluña y el resto de España y tomar en cuenta ciertos datos, algo que –de hecho- ya realizan numerosas consultoras españolas cuando señalan que Cataluña representa casi el 20% del PBI español. Según el sitio www.empresaactual.com/ Cataluña concentra también el 18,4% de las empresas activas en España, por sobre el 14,1% de Madrid, aunque ninguna de ellas esté entre las diez mayores del país ya que la mayoría sí son madrileñas.
Pero la política y la economía no son los únicos factores que determinan la influencia de un país. La aparición de Messi globalizó la marca “Barcelona” por sobre la marca España gracias al desarrollo tecnológico muchas veces aportado por las propias empresas españolas. Y si Messi es sinónimo de Barcelona en todo el mundo, Barcelona es Cataluña, tal cual quedó demostrado en los últimos triunfos del Barsa y el despliegue ostentoso de la bandera catalana en cada festejo.
Claro que estas elecciones al parlamento catalán tienen una dimensión que excede por mucho a la pregunta si el Real Madrid y el Barcelona seguirán en la misma liga de fútbol, preocupación que concierne más que nada a los fanáticos del fútbol. Pero el vínculo en todo sentido entre España (incluyendo Cataluña) y América Latina es demasiado importante como para pensar que estas elecciones no tendrán consecuencias. Habrá que estar preparado.