LA JUSTICIA DE SUIZA PROCESO A JOSEPH BLATTER E HIZO DECLARAR A MICHEL PLATINI
Algo huele muy mal en la FIFA
El escándalo de corrupción no detiene su marcha. Al dirigente suizo le iniciaron un proceso penal sospechado de realizar un “pago desleal” de dos millones de dólares en 2011 al ex futbolista francés que preside la UEFA y es el máximo candidato a sucederlo en el cargo.
Las investigaciones por corrupción que salpican a la FIFA alcanzaron por primera vez a su estamento más alto, el presidente Joseph Blatter, involucrado ayer en un proceso penal abierto por la fiscalía suiza. Después de la suspensión hace una semana de Jérôme Valcke, el influyente secretario general de la FIFA, el tsunami judicial que está arrasando con los más altos directivos del fútbol mundial llegó finalmente a Blatter. Y salpicó también a Michel Platini, su gran rival político y máximo candidato a sucederlo.
Cuando la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) se disponía a poner fin a una importante reunión de dos días de su comité ejecutivo, y mientras decenas de periodistas de todo el mundo aguardaban la conferencia de prensa de Blatter, la Justicia suiza dio un nuevo golpe sobre el tablero. La fiscalía general del país helvético allanó las oficinas de la FIFA en Zurich, confiscó datos, sometió a una serie de preguntas a Blatter y anunció la apertura de un proceso penal al suizo por “administración desleal” y “malversación” de fondos.
Según las autoridades suizas, Blatter está sospechado de haber cerrado un contrato desfavorable para la FIFA en septiembre de 2005 con el triniteño Jack Warner, entonces jefe de la Unión Caribeña de Fútbol. Si bien no se ofrecieron detalles, trascendió que el cuestionado contrato estuvo ligado a la venta de los derechos televisivos de las Copas Mundiales de 2010 y 2014 en la zona de la Concacaf (Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) a un precio más bajo de las cifras de mercado, de lo cual se habrían favorecido Blatter y Warner.
La televisión suiza había denunciado a principios de septiembre que Blatter concedió los derechos de Sudáfrica 2010 a 250.000 dólares y los de Brasil 2014 a 350.000 y que Warner, dos años después, revendió las licencias por cifras entre los 15 y los 20 millones de dólares. El triniteño, jefe de la Concacaf entre 1990 y 2011 y figura nodal en los escándalos que salpican al fútbol internacional, tiene ya un pedido de extradición de la justicia de Estados Unidos y se encuentra en libertad bajo fianza en su país tras pagar una caución de 2,5 millones de dólares. Blatter fue acusado ayer también de haber realizado un “pago desleal” de dos millones de francos suizos (unos 2,05 millones de dólares) a Platini en 2011, aunque se alega que el dinero era en compensación por trabajo realizado entre enero de 1999 y junio de 2002.
Platini, titular de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA), fue interrogado ayer en Zurich como testigo y luego negó públicamente haber cometido irregularidad alguna. “Quiero aclarar que el pago que se me hizo obedece a un trabajo que hice bajo un contrato con la FIFA. Estoy contento de haber podido aclarar a las autoridades todos los aspectos relacionados a esto”, señaló el ex futbolista francés. “Siempre estuve abierto a apoyar a los órganos y autoridades competentes en sus tareas de investigación y por eso es que he cooperado plenamente”, añadió Platini.
También la FIFA y Blatter, a través de su abogado, dijeron estar dispuestos a cooperar con las investigaciones. “La FIFA ha estado cooperando con la oficina del fiscal general suizo y ha cumplido con todos los requerimientos de documentos, datos y otras informaciones. Vamos a continuar en este nivel de cooperación durante la investigación”, señaló el organismo en un comunicado.
Richard Cullen, abogado de Blatter, defendió la inocencia de su cliente y afirmó que colaborará con la Justicia. “El señor Blatter está cooperando y tenemos confianza de que las autoridades suizas van a tener la posibilidad de revisar los documentos y la evidencia, y ver que el contrato fue preparado y negociado adecuadamente por los miembros del staff de la FIFA que habitualmente son responsables de estos contratos”, señaló el abogado del estudio McGuire Woods en declaraciones al The New York Times.
Antes de que la fiscalía anunciara la apertura del proceso a Blatter, la FIFA había cancelado inesperadamente, y en el último momento, la conferencia de prensa con el presidente del organismo, programada para después de la reunión del comité ejecutivo, poco antes de las 14 horas de Zurich.
El ente rector del fútbol mundial no hizo públicos los motivos de la cancelación, pero éstos quedaron claros 150 minutos más tarde. La FIFA vivió así una nueva jornada de convulsiones después del escándalo desatado a fines de mayo, con la investigación abierta a numerosos directivos y empresarios ligados al fútbol –entre ellos los argentinos Alejandro Burzaco y los padre e hijo Hugo y Mariano Jinkis– por la Justicia estadounidense.
A raíz de la situación, Blatter anunció pocos días después de haber sido reelegido su salida del cargo tras 17 años y la convocatoria a un congreso extraordinario para elegir a su sucesor el 26 de febrero de 2016. Sin embargo, las novedades judiciales podrían acelerar los tiempos. En caso de que la comisión de ética inicie acciones y Blatter tenga que dejar su cargo antes de tiempo, el camerunés Issa Hayatou, también involucrado en investigaciones de corrupción, debería ocupar interinamente la jefatura del fútbol mundial.
Las noticias sobre la investigación a Blatter opacaron, como ya ocurrió en el pasado, las novedades que dejó la reunión del ejecutivo de la FIFA. En el encuentro se determinó que el cuestionado Mundial de Qatar se disputará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de 2022, por lo que será el torneo más corto desde Argentina 1978.