RETOMA EL VINCULO CON OBAMA TRAS LA CANCELACION DE LA VISITA OFICIAL EN 2013
La visita supone el punto final al desencuentro que generó la revelación del topo Edward Snowden sobre cómo organismos de Inteligencia de EE.UU. espiaban comunicaciones de la presidenta, de empresas y de otros ciudadanos brasileños.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, viajará hoy a Estados Unidos con una vasta agenda, que incluirá un encuentro con su par norteamericano, Barack Obama, y empresarios del mercado financiero. La agenda de la mandataria estará focalizada en atraer la mayor cantidad de inversiones posibles a territorio brasileño. La visita supone el punto final al desencuentro que generó en 2013 la revelación de que organismos de Inteligencia norteamericanos espiaban comunicaciones de la presidenta, de empresas y de otros ciudadanos brasileños, en un incidente que congeló el vínculo entre Brasilia y Washington.
Según el subsecretario de Política de la Cancillería de Brasil, Carlos Paranhos, Dilma se propone convencer tanto al gobierno como a los empresarios, inversores y agentes del mercado financiero de Estados Unidos de que la economía brasileña, si bien se encogerá este año, retomará en corto plazo el rumbo del crecimiento. “Habrá oportunidad para que la presidenta presente a los diferentes interlocutores, inclusive en el área financiera y empresarial, nuestro ajuste fiscal y que transmita la importancia de retomar las relaciones de captación de inversiones norteamericanas”, dijo Paranhos.
Por su parte, el director del Departamento de Asuntos del Hemisferio Occidental, Mark Feierstein, expresó que el encuentro entre ambos jefes de Estado “será una excelente oportunidad para que ambos (mandatarios) exhiban un liderazgo de alcance global”.
En este marco, informó que Rousseff comenzará su actividad oficial mañana en Nueva York, donde se reunirá con empresarios brasileños que operan en Estados Unidos, y que el lunes, en esa misma ciudad, recibirá a inversores y agentes financieros norteamericanos. En tanto, el lunes la jefa de Estado se reunirá con Obama, quien la recibirá con una cena oficial en la Casa Blanca. En ese mismo lugar será el escenario de una reunión de trabajo que ambos mandatarios tendrán el martes. En el encuentro con el presidente norteamericano serán tratados asuntos de cooperación en las áreas de energía, defensa, comercio, economía, educación, ciencia y tecnología e infraestructuras. Asimismo, Rousseff y Obama harán un repaso de la agenda regional, con especial interés en la situación política de Venezuela.
Tras la cita con el presidente estadounidense, la jefa de Estado brasileña se trasladará a la costa oeste. En primer término, asistirá a la clausura de un seminario que reunirá a empresarios de ambos países y viajará hacia San Francisco, donde el miércoles tiene previsto visitar Silicon Valley, la zona que aloja a muchas de las mayores corporaciones de tecnología del mundo. Allí conocerá las instalaciones de la empresa Google y se reunirá con empresarios del sector. Luego visitará San Francisco, donde además de visitar la Universidad de Stanford, será recibida por la ex secretaria de Estado, Condoleezza Rice, catedrática de esa institución, y conocerá un centro de investigación de la agencia espacial estadounidense NASA.
La presidenta tenía prevista una visita de Estado a Washington en octubre de 2013, pero la canceló después de que se supo que ella misma fue víctima del espionaje estadounidense, un episodio ya superado pero que llegó a causar roces y distanciamientos diplomáticos. Respecto a esta cuestión, Paranhos señaló que viaje supondrá el esperado retorno del diálogo bilateral. “Rousseff ya superó el episodio de espionaje y no desea recalentar ese asunto, sino conversar con Obama sobre la amplia agenda de cooperación que mantienen ambos países”, precisó el funcionario. “Esta visita se da un contexto de muchos contactos de alto nivel, tanto del presidente Obama como del vicepresidente (Joe) Biden, que llevaron a cabo con la presidenta Rousseff en los últimos meses”, dijo.
El año pasado, después de ser reelecta, Dilma conversó telefónicamente con su colega norteamericano, que la llamó para felicitarla por su victoria en las urnas. En la llamada, la presidenta dio los primeros pasos para reestablecer la relación con el jefe de Estado estadounidense.
El último encuentro entre ambos mandatarios ocurrió en abril de este año, durante la VII Cumbre de las Américas, realizada en la Ciudad de Panamá. En aquella ocasión, Dilma resaltó que su relación con Obama “siempre fue muy buena”. La mandataria afirmó que, pese a las denuncias de espionaje, su colega norteamericano tuvo una actitud “muy respetuosa y trató el asunto de modo muy serio”.