Frank Holder. Fue Oficial de Inteligencia de la Fuerza Aérea de EE.UU. Luego prestó servicios en la CIA y en la Embajada estadounidense en Buenos Aires. Trabajó para Garfunkel y Manzano. Habla tres idiomas. / Archivo: Fabián Urquiza
Nicolás Pizzi
La empresa Torneos pasó la escoba esta semana en su directorio, obligada por el escándalo de corrupción en la FIFA. Y mandó un mensaje a la Justicia de Estados Unidos al designar a una consultora internacional con poder de lobby en ese país y presencia en varios continentes: FTI Consulting. La designación esconde una trama donde se mezclan intereses tan diversos que van desde la CIA hasta los servicios de inteligencia locales.
FTI está íntimamente vinculada a Frank Holder, un ex agente de la CIA que saltó a la fama a fines de los 90´ cuando se convirtió en una de las estrellas de la seguridad privada. Holder llegó a ser chairman (presidente) de FTI para América Latina, como reflejaba hasta anoche su sitio web. Además, varios de los CEO desparramados por el continente siempre trabajaron a la par suya. Matías Mora, CEO en Panamá, se desempeñó en una empresa de Holder y de su mano recaló en la oficina porteña de Kroll, líder en seguridad a nivel mundial. Algo similar ocurre con el CEO en Argentina, Diego Cano. Antes de incorporarse a FTI, fue managing director de Holder Internacional y jefe de investigaciones para Kroll Argentina. En su entorno aseguran que ahora está “distanciado” de Holder y que “reporta directamente a Estados Unidos”.
En las últimas horas comenzó un operativo limpieza para intentar desligar a Holder de FTI: el viernes último, el ex CIA anunció en su cuenta de Twitter (no la usaba desde el 8 de mayo) que se ligaba a otra consultora, Berkeley Research Group (BRG). “Hace ocho meses que no está en la empresa”, reforzó una fuente de FTI.
Pero el vínculo de Holder con la consultora lleva casi una década. En ese tiempo, designó a varios directivos en la región. Es más, en 2007, el año de su ingreso a FTI, la firma adquirió “Holder Internacional”, fundada dos años antes.
La decisión de contratar a FTI se intentar presentar ahora como una “reorganización del management” de Torneos, luego del allanamiento de Interpol, y de la salida forzada del ex CEO Alejandro Burzaco -con prisión domiciliaria en un hotel de lujo de Bolzano- junto a otros once ejecutivos que le respondían.
La explicación formal al ingreso de FTI es la relación previa entre la consultora y el gigante DirecTV, socio mayoritario de Torneos. Además, se argumenta que FTI tendría el aval en Estados Unidos para recolectar y conservar prueba, como se hizo esta semana en la sede de Torneos, a donde llegaron expertos estadounidenses. Pero el motivo real es el poder de lobby de FTI, una mega empresa presente en 19 estados norteamericanos y 27 países.
Holder llegó a FTI en 2007, luego de una extensa y variada carrera. Fue Oficial de Inteligencia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y prestó servicios en la sección de Asuntos Latinoamericanos de la CIA y en la Embajada estadounidense en Buenos Aires, hasta desligarse y fundar “Holder Associates”, adquirida luego por Kroll. Holder se define como un experto en riesgo operacional, mitigación de riesgo, inteligencia de negocios y lavado de dinero. En su CV, llamativamente, destaca que “apareció en los medios como un experto en seguridad para la Copa del Mundo de Brasil”.
Durante su paso por Buenos Aires, supo trabajar para Jorge Brito, José Luis Manzano, Raúl Moneta y Matías Garfunkel. Con éste último la relación no terminó bien: el empresario le hizo una demanda en Florida (Estados Unidos), de la que finalmente desistió, pudo saber este diario.
Antes y después de su paso por FTI, Holder hizo múltiples operaciones en nuestro país, donde tuvo que convivir con los servicios de inteligencia locales, y con sus jefes. “Con Stiuso no tenía relación, pero para hacer su trabajo necesitaba no llevarse mal con la SIDE”, explicó una fuente que conoce en detalle esa relación.
Holder se acercó en los últimos años a Fernando Pocino, uno de los jefes de la SIDE que sobrevivió a la salida de Stiuso. Así lo prueba el escándalo generado por las escuchas de la causa “Dark Star”, una empresa de seguridad espiada por la SIDE durante cuatro años con la excusa de frenar un supuesto espionaje internacional. Dark Star terminó cooptada por otra agencia de seguridad denominada C3, con oficinas en Puerto Madero. Ese lugar era frecuentado por Pocino. Las escuchas, según confirmaron fuentes judiciales, demuestran que Holder acercaba clientes y tenía una estrecha relación con sus empleados, donde se mezclaban espías y ex de la SIDE.
A mediados de 2013, Holder supervisó las negociaciones para ingresar al club Independiente a partir de la gestión de Hugo Moyano. Según las escuchas (hay más de 16 mil fojas), negociaban una “auditoría contable de FTI” para intentar “arreglar un fraude de $580 millones en Independiente”. En la operación intervino el CEO de FTI en Panamá, Matías Mora. Desde FTI dijeron ayer que “no tienen clientes en el fútbol argentino” y que la operación, si existió, “no fue corporativa”.
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