Un topo entre los estudiantes
El dato fue confirmado por el Ministerio de Defensa, pero la identidad del presunto infiltrado no se dio a conocer porque las autoridades consideraron que la identificación pondría en riesgo la seguridad de su familia.
Uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa era un militar en actividad del ejército. La extraña revelación fue difundida por el Ministerio de Defensa de México, cartera que aseguró que se trataba presuntamente de un agente que se había infiltrado entre los jóvenes de esa escuela rural ubicada en el estado de Guerrero, considerada por las fuerzas de seguridad aztecas como un “semillero de guerrilleros”. La identidad del presunto infiltrado no se dio a conocer porque las autoridades consideraron que en caso de trascender sus datos personales eso pondría en riesgo la seguridad de su familia. El anuncio de las autoridades mexicanas, que podría dar un giro a la investigación en la causa por la desaparición de los normalistas, fue realizado a solicitud de la agencia local de noticias Proceso, que edita el semanario del mismo nombre.
A mediados de abril, según el diario Proceso, se realizó una solicitud de información a la Sedena –folio 77315– en la que preguntó si entre los normalistas desaparecidos se encontraban soldados en actividad. El pedido se relacionaba con una línea de investigación seguida sobre el nivel de infiltración del gobierno local en la esfera de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. La semana pasada, la Sedena emitió una respuesta oficial donde hizo la siguiente afirmación, indicada en una nota con el oficio 2433, firmada por el subjefe administrativo y logística del Estado Mayor de la Sedena, General David Córdova Campos. “Se hace de su conocimiento que se localizó a una persona que corresponde al nombre de uno de los 42 estudiantes desaparecidos de la escuela rural Isidro Burgos que refiere en su solicitud; sin embargo, el nombre se encuentra clasificado como confidencial por tratarse de datos personales.”
“Proporcionar la información representa un riesgo real para la seguridad de la familia del militar desaparecido, ya que podrían ser identificados con facilidad, dando como resultado posibles atentados en su contra”, informó la cartera de Defensa en un comunicado. En el documento manifestó también que cualquier dato que se suministrara podría ser utilizado “por grupos desafectos a las fuerzas armadas, incluyendo la delincuencia organizada, poniendo en peligro la vida, la seguridad y salud de la familia del militar desaparecido”.
La difusión sobre el la supuesta infiltración del militar mexicano aporta una nueva línea al expediente donde se investigan las responsabilidades por las desapariciones en Ayotzinapa, hipótesis que ni siquiera había sido abordada por el gobierno federal para explicar la causa por la que autoridades sospechadas de mantener vínculos con la delincuencia actuaron en contra de los 43 normalistas desaparecidos, entre ellos un soldado en actividad.
Es la primera vez que sale a la luz que los alumnos de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, habrían sido infiltrados por el ejército mexicano, pues se supondría que se trata de un “semillero de guerrilleros”. En ese colegio estudió el legendario jefe rebelde Lucio Cabañas, en los años ’50, que encabezó un movimiento insurgente en las montañas de Guerrero en los ’70 hasta que fue asesinado durante un combate con militares en diciembre de 1974.
El gobierno mexicano negó a principios de marzo a los padres de los jóvenes desaparecidos el ingreso a los cuarteles militares, a pesar de que en enero había anunciado que accedería a esta petición. La decisión fue notificada por el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, en una reunión que sostuvo con los familiares de las víctimas en la capital mexicana.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-275224-2015-06-19.html