EN LA CUMBRE DEL EUROGRUPO COINCIDIAN EN QUE HAY BUENAS BASES PARA NEGOCIAR
Europa está cerca de aceptar la nueva propuesta griega, pero prolonga los tiempos. Detalle importante, el presidente francés, François Hollande, dijo claramente que “las propuestas de Tsipras son aceptables”.
Por Eduardo Febbro
Página/12 En Francia
Desde París
Los europeos han elaborado un arte misterioso para prolongar los tiempos, buscar consensos y evitar las rupturas catastróficas. Grecia y la Unión Europea sacaron de la manga un tiempo suplementario mientras los lobos de las finanzas y el ajuste reunidos en la llamada troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo) examinaban a fondo las propuestas que Atenas presentó el fin de semana y de cuya aceptación dependo tanto el default griego como la posible salida de Grecia del Euro. La reunión del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la Zona Euro) duró a penas una hora y media. “Hay buenas bases, pero mucho trabajo por hacer”, repiten los rumores que surgen de la cumbre. Más oficialmente, Jeroen Dijsselbloem, el presidente del Eurogrupo, mantuvo las expectativas en la misma longitud: “por el momento no hay acuerdo. Habrá que trabajar en torno a las nuevas propuestas y hacer más cálculos”. El comisario europeo para los Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, habló de una “base sólida” pero terminó admitiendo que aún se está “a la búsqueda de un acuerdo”.
En resumen, muy cerca pero todavía no. Detalle importante, el presidente francés, François Hollande, dijo claramente que “las propuestas de Tsipras son aceptables”. De hecho, hubo dos cumbres para un mismo problema: la de los ministros de Finanzas del Eurogrupo y, por la tarde, la de los responsables políticos del mismo grupo. Dos encuentros, ninguna solución pero muchas expectativas positivas perfectamente sintetizadas en las declaraciones de todos los responsables. Lo esencial parece estar en las nuevas ideas adelantadas ayer a la mañana por Atenas. En un clima de cacofonía multilateral, el diario El País (España) reveló en sus ediciones de Internet que Atenas había hecho una concesión importante en la reforma de su sistema de pensiones. Según un documento presentado por este rotativo muy amigo de las sirenas euroliberales, la oferta griega “propone ahora elevar progresivamente –hasta 2025– a 67 años”, la edad ‘más temprana posible’ para la jubilación, en contraposición a los 62 años de retiro anticipado que proponían las autoridades griegas en su propuesta anterior, fechada en mayo de 2015. Con este plan sobre la mesa, Atenas cree ahora que podrá ahorrar 350 millones de euros de su PIB entre 2015 y 2016, frente a los apenas 70 millones que proponía el Ejecutivo heleno hasta ayer; es decir, un ahorro cinco veces mayor”.
El sentido de las propuestas o su valor depende mucho de quienes las leen y cómo. El País repite que se trata de concesiones. Alexis Tsipras afirmó que la “clave” del acuerdo estaba ligada al excedente presupuestario primario, al precio de la electricidad y la normalización del derecho laboral. Contrariamente a otras veces, el responsable griego no mencionó los temas que Grecia había presentado como esenciales: un plan de inversiones capaz de garantizar la reactivación económica y un programa transparente de disminución de la deuda pública del país. En todo caso, la crisis parece alejarse, incluso si aún faltan un par de días para finalizar un pacto global. Prueba de ello, la Bolsa de París subió casi un 4 por ciento, la de Madrid 4 por ciento (el alza más importante desde 2012) y la de Atenas 9 por ciento. El documento presentado por El País con las propuestas de Tsipras integra muchas de las exigencias europeas que Grecia había rechazado hasta el momento. Aumento de las cotizaciones para la seguridad social, eliminación, a partir de 2018, de los subsidios para los jubilados, aplicación inmediata de este paquete e inclusión en el programa de las metas fiscales planteadas por los acreedores, es decir, uno por ciento de superávit primario en 2015, 2 por ciento en 2016 y 3,5 por ciento en 2018. Las otras partes del plan revelado por el rotativo español contiene programas ya conocidos como la reducción de los gastos militares o gravámenes sobre los objetos de lujo (yates privados, etc., etc.). Todo indica que quedan por resolver cuestiones técnicas y que, en la próxima cumbre, se evitará que una u otra parte aparezca como perdedora.