11 SEPTIEMBRE 2015
Por Santiago Gómez – Desde Florianópolis
Debido a la apretada agenda de Raúl Zaffaroni, que lo tuvo durante el último mes en la organización y difusión de las jornadas organizadas por la Fundación Internacional Baltasar Garzón, para declarar delitos de lesa humanidad las acciones de los fondos buitres, la entrevista fue realizada por correo electrónico.
AGENCIA PACO URONDO: Según estableció en su libro "La palabra de los muertos" se expresa en el mundo una disputa por dos modelos de Estado: el modelo Roosvelt vs el modelo Reagan-Tatcher o el Estado de Bienestar vs el Estado Gendarme, donde se trata de asegurar a un 30% de la población dentro y mantener a fuerza de represión un 70% afuera. Esto hoy lo podemos ver al comparar la recuperación del Estado de Bienestar en América Latina, en algunos países alcanzado por primera vez, con la Europa conducida por el neoliberalismo.
Al buscar declarar delitos de lesa humanidad las conductas llevadas por los hold out intentando desarmar económicamente a los países: ¿Se intenta a nivel mundial establecer postas para que demarquen qué tipo de Estado debe regular la sociedad?
RAUL ZAFFARONI: En efecto, aunque en lo personal no creo que lo punitivo sea la solución, sino sólo una contribución a ese efecto. Es obvio que el modelo 30/70 lleva necesariamente, a la corta o a la larga, a un control violento del 70% excluido. Además, representa una discriminación que provoca muertes: violencia entre los propios excluidos, muertes por discriminación en la salud, o sea, todas las consecuencias del subdesarrollo.
En síntesis: de lo que se trata es de asegurar la realización de los Derechos Humanos, entendiendo claramente que el primero es el derecho a la vida, seriamente comprometido en todo programa que implique frenar el derecho al desarrollo humano progresivo. La tipificación internacional sería una señal en ese sentido. Los genocidios por goteo actuales no son como los pasados: se mata por medio de un colonialismo financiero, no por ocupación territorial.
APU: Las corporaciones financieras tienen la capacidad de afectar la soberanía de los Estados a través del estrangulamiento financiero, como puede ser una baja en el precio de las commodities, que afecta la capacidad recaudatoria del Estado y por lo tanto su capacidad para hacer política. El crecimiento de China, la recuperación de Rusia, la unidad de Latinoamérica, pusieron fin a la hegemonía unipolar. En este escenario ¿Cómo analiza la suba de las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense, que encareció el dólar, tiró a la baja el precio de los commodities, generó conflictos a los Estados mencionados, cuando sabemos que un aumento en las tasas no genera una recuperación económica para los Estados Unidos? ¿Cree que es una decisión de Obama para afectar los recursos de esos países y así su poder de fuerza o son las corporaciones financieras intentando acabar con los Estados que le ponen límites?
RZ: Me parece bastante claro que las corporaciones tienen ese interés, pero no sé qué autonomía política tiene Obama. En los países centrales también se juega la cuestión de quién manda, o sea, la disputa entre el poder político y el financiero. ¿Hasta qué punto Obama no está preso de las mismas corporaciones? Es obvio que, al menos, en política interna de Estados Unidos, Obama no busca hacer de su sociedad un modelo 30/70 o al menos paliar un poco ese modelo, pero vemos que los republicanos de extrema derecha, que parecen ser la voz auténtica de las corporaciones lo frenan incluso en estas medidas.
La hegemonía corporativa no es un problema que afecta sólo a nosotros, sino que se da también en el escenario central. Esto viene de lejos, recordemos el discurso de despedida de Eisenhower, que no era ninguna palomita de la paz por cierto, pero que advertía acerca de la subordinación de la estrategia norteamericana a los intereses del complejo industrial-militar.
APU: ¿Cómo analiza el apoyo internacional contra los hold outs?
RZ: Creo que la votación en la ONU de ayer muestra un alineamiento que se repetirá en todos los casos en que se intente poner freno al poder corporativo. Los gobiernos de los Estados que son sede de las corporaciones se alinearán en contra. Recordemos que las corporaciones tienen una capacidad de desplazamiento geográfico que no tienen los gobiernos, incluso los de esos Estados. La política es siempre local, tiene límites geográficos, las corporaciones tienen la ventaja de desplazarse en el mundo comunicado de hoy. Creo que las medidas que Obama pretende para su pueblo en materia social tienden a evitar algo que, a la larga, será inevitable: la sociedad 30/70 también se impondrá en esos países centrales y eso pondrá en crisis el sistema. Estamos viendo el malestar en Europa, no es sólo Grecia que sufre esas consecuencias.
Por otra parte, los Estados centrales se están viendo acosados por los desplazamientos desde los territorios que ellos mismos han subdesarrollado, a lo que podrían agregarse en un plazo no muy largo las catástrofes climáticas y todo eso provocará crisis políticas internas. El colonialismo no es un fenómeno que sólo lo sufren los colonizados, sino que afecta a los mismos habitantes de los países colonizadores. Mientras Gran Bretaña ejercía su neocolonialismo en el siglo XIX, su población sufría la explotación que muestra Dickens en sus obras.
APU: Los medios opositores en Argentina continúan siendo funcionales a los fondos buitres y la ley de medios continúa sin aplicarse plenamente. Así como usted señala que a mayor cercanía del poder económico mayor distancia del sistema punitivo y habiendo integrado la Corte Suprema de Justicia, sin posibilidad de intervenir en el futuro en causas que tengan que ver con Argentina. ¿Cómo se expresan dentro de la Corte Suprema los mecanismos a través de los cuales se dilata la sanción de justicia cuando se trata de corregir el accionar de los más poderosos? En su libro La palabra de los muertos explica el mecanismo de la criminología mediática. ¿Pero cómo se viste ella en el día a día cuando camina los pasillos de Tribunales?
RZ: La mayor parte de los operadores de los sistemas judiciales proviene de la clase media y, además, se operan mecanismos de neutralización de valores y de racionalización, en general producto del temor al escándalo periodístico, a verse amenazado por los medios, es decir, que en la medida en que los medios acarician o callan, los operadores se sienten seguros en su posición burocrática. En los poderes judiciales molesta quien, por adoptar posiciones claras (sea a favor o en contra del modelo 30/70) compromete la “pax burocrática” del conjunto. La “estrella judicial mediática”, que busca saltar a la publicidad con algún caso resonante, molesta internamente y al mismo tiempo genera envidia.
Lo mejor, por ende, para el conjunto es el silencio y pasar desapercibido, no gusta quien toma una actitud militante a favor de alguno de los modelos en pugna ni tampoco quien con motivo de algún caso quiere saltar a la publicidad o a la política. De esta clásica y tradicional opacidad se vale la presión mediática, especula y amenaza con mostrar a alguien, para bien o para mal.