VALLS LOGRA APOYO PESE A CRÍTICAS DE LA IZQUIERDA SOCIALISTA
El premier de Francia, Manuel Valls, logró ayer el respaldo de la Asamblea Nacional a su plan de ajuste que prevé recortes por 50.000 millones de euros, mientras el presidente François Hollande obtenía un nuevo récord de impopularidad en los sondeos.
abr 2014
"Gracias a la mayoría por este apoyo importante", dijo Valls, tras la votación que contó con 265 sufragios a favor, 232 en contra y 67 abstenciones, entre ellas 41 diputados del ala izquierda del gobernante Partido Socialista.
Valls, en su primera batalla desde que asumió la jefatura de Gobierno para dar efectividad a la gestión, instó a los legisladores a respaldar el ajuste fiscal en los próximos tres años y afirmó que la votación es "decisiva" y "marcará profundamente el futuro de nuestro país".
"Es un voto de confianza para mi gobierno", afirmó Valls ante la Asamblea, dirigiéndose especialmente a los diputados socialistas.
Para atenuar los cuestionamientos, Valls modificó el proyecto inicial eliminando, por ejemplo, el congelamiento de las pensiones más bajas.
La norma aprobada prevé recortes y sacrificios sin precedentes en Francia (50 mil millones de euros desde ahora y hasta 2017) y se complementará con el pacto de responsabilidad, el acuerdo polémico que incluye 40 mil millones de alivio fiscal para las empresas y cinco mil millones de descarga para las familias.
Un plan que la derecha consideró poco incisivo pero que costó una dolorosa fractura en la mayoría de gobierno, el bloque del Partido Verde y 41 socialistas, una afrenta no tanto contra Valls sino contra Hollande y su vuelco "liberal" de enero, tras dos años de fracasos en el crecimiento y el empleo.
Precisamente, un nuevo sondeo divulgado ayer ubicó a Hollande en una nueva caída de popularidad, el más bajo desde 1981 cuando el instituto BVA creó ese barómetro. El jefe de Estado logró un 21% de opinión favorable, siete puntos menos que en el sondeo anterior. Es decir, sólo uno de cada cinco franceses aprueba su gestión